Néstor García Iturbe - Cubainformación.- Antes de comenzar este artículo, quisiera hacer patente mi agradecimiento al Instituto Cubano de Radio y Televisión por haberme dado la oportunidad de estar en el estudio 11, formando parte del equipo encargado de reportar la comparecencia de Obama ante la Sociedad Civil Cubana para CUBAVISIÓN y de poder aclarar a nuestro pueblo la mayoría de los planteamientos del Premio Nobel de la Paz.


Me sentí muy bien con los compañeros del equipo, a los cuales agradezco toda la ayuda que me prestaron.

Algunos compañeros me han pedido que envíe por escrito lo que dije por televisión en relación con el discurso de Obama el día 22 de marzo de este año. Realmente lo que tengo son notas de las cosas que Obama iba diciendo y sobre todo aquellas que considere debían destacarse. Sobre esa base trataré a mis notas darle forma de artículo, al cual agregaré algunos comentarios que no expresé en el momento de estar ante las cámaras, con el fin de completar y ampliar las ideas expresadas.

Cómo todos ustedes seguramente conocen, Obama no escribe sus discursos, el que los escribe es Ben Rhodes, el asesor encargado de la política hacia Cuba, que se asesora para esto de un grupo de personas entre los cuales se encuentran algunos cubanólogos y académicos cubanos en el exilio.

El discurso que Obama leyó, se enfocó en un inicio en tratar de resaltar la paz entre las dos naciones y para eso seleccionó uno de los versos sencillos de José Martí, donde este ofrece la rosa blanca tanto para el amigo sincero como para el cruel que le arranca el corazón. Seleccionar a Martí para incluirlo en un discurso como ese, es propio de una persona que trata de ignorar o desconoce el pensamiento antiimperialista de nuestro Héroe Nacional. Obama pudiera reclamar su rosa blanca, pero nunca sería por ser nuestro amigo sincero, sino por ser el cruel que nos arranca el corazón con que vivimos.

Habló de la existencia del conflicto entre Estados Unidos y Cuba, lo cual es aún realidad si tomamos en consideración los asuntos que no han sido resueltos para lograr la normalización de relaciones entre ambos países, entre ellos, por mencionar algunas, el bloqueo, la base naval estadounidense existente en la Bahía de Guantánamo, las transmisiones de Radio y TV Martí, las acciones promotoras de la subversión interna y otras actividades lesivas a nuestro país, como la Ley de Ajuste Cubano.

Planteó que ofrecía la oportunidad de dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría en América. ¿A quién ofrece esa oportunidad?,  ¿A Cuba? Y el resto de los países de América Latina que están recibiendo a diario fuertes señales de la Guerra que se desarrolla contra ellos. La Guerra Fría se incrementa en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua, ¿O es que pudiéramos calificar esas acciones de otra forma?

Habló de similitudes y diferencias entre ambos países. Realmente algunos de los ejemplos que citó no fueron los más felices. Walter Reed trató de robarle a Finlay el descubrimiento de la transmisión de la fiebre amarilla. Comparó a Martí con Hemingway, pero no dijo que ambos se habían destacado por su actividad en favor de una sociedad más justa para sus pueblos e inclusive Hemingway tenía un amplio expediente en los archivos del FBI, acusado de comunista.

En cuanto a las diferencias, citó algunas, pero destacó que en Cuba existía un sistema unipartidista mientras que en Estados Unidos existe una “Democracia Multipartidista”. La realidad es que en Estados Unidos solamente existe un partido político, el de la clase dominante, que para dar la apariencia de constituir una democracia, se divide en dos facciones, la republicana y la demócrata, cuyos fines son el perfeccionamiento del sistema capitalista, no existe partido alguno que tenga en su programa de cambiar el sistema. El presidente representa únicamente los intereses de la clase dominante y los defiende por medio de lo que denominan Seguridad Nacional.

Planteó que en Estados Unidos algunas personas se oponen a las medidas que se han tomado para incrementar los viajes a Cuba, los vuelos directos, el comercio y las vinculaciones culturales y artísticas. No dijo quienes eran estos, pero en realidad no era necesario que lo hiciera; los que se oponen a los limitados avances que se han podido materializar entre los dos países, son aquellos cuya subsistencia está fundamentada en la hostilidad, mientras que Obama y su equipo trata de promover la subversión política.

Dijo que las acciones que emprendía Estados Unidos están fundamentadas en su interés por garantizar una vida mejor al pueblo cubano, que lo que Estados Unidos está realizando no es solamente restablecer las relaciones con el gobierno cubano, sino hacerlo también con el pueblo cubano. Las relaciones se establecen entre los gobiernos y por medio de los gobiernos se hace llegar el beneficio de esas relaciones al pueblo. Nadie tiene la potestad de vincularse directamente con el pueblo de un país sin la intervención del gobierno del mismo. Eso se llama injerencia en los asuntos internos de un país.

En el discurso, cuando Obama se refirió al problema de las remesas, dijo que habían quitado las limitaciones de las remesas. Eso no es cierto. Se han modificado las limitaciones, pero si se hubieran quitado no existirían y la realidad es que existen actualmente y las personas que desean enviar dinero a Cuba tiene que cumplir las mismas, no tienen total libertad para enviar la cantidad que consideren conveniente.

Siguiendo un patrón muy utilizado en los discursos que se pronuncian en Estados Unidos comenzó a citar personas individuales y relatar lo que las mismas habían planteado que les había permitido avanzar en su desarrollo económico individual, como si esa fuera la fórmula que se debía aplicar en Cuba. Serio error del que le escribió el discurso a Obama, tratar de promover el individualismo por encima de los intereses colectivos de la sociedad, me salvo yo y no me interesa lo que sucede con los otros. Esta filosofía también está reñida con uno de los principales baluartes de Cuba, el Internacionalismo y la ayuda solidaria a otros países de América Latina y el Mundo.

Entre otras cosas dijo que no quería imponer cambios en Cuba, que todo cambio debía ser hecho por el pueblo cubano. Otro aspecto que no es cierto. El gobierno de Obama anualmente ha autorizado el presupuesto de Radio y Televisión Martí, ascendente a mas de 35 millones de dólares, para radiar hacia Cuba propaganda contraria a la revolución, El Departamento de Estado mantiene el plan para la Promoción de la Democracia en Cuba, al cual dedica anualmente mas de 15 millones de dólares que se utilizan en pagar los salarios de los llamados “disidentes”, la USAID tiene un proyecto de cerca de dos millones de dólares para enviar periodistas a Cuba con el fin de contactar a los miembros de la llamada Sociedad Civil, la CIA mantiene un presupuesto anual de mas de 10 millones de dólares para la realización de acciones de inteligencia en Cuba, otras agencias también tienen sus propios programas para destruir la Revolución Cubana, y eso que Obama dice que no quiere imponer cambios en Cuba.

Expresó que todas las personas deben tener derecho a la educación, un techo, comida en la mesa y criticar a su gobierno. Realmente nadie puede decir que Estados Unidos sea el ideal para hablar de estos asuntos. Mas de ocho millones de niños no asisten a la escuela, porque la han cerrado o no pueden pagar las escuelas privadas que existen. Los famosos homless totalizan en todo Estados Unidos mas de diez millones, muchos de ellos duermen en parques, autos abandonados, sótanos, túneles de los metros, parques y cualquier otro lugar donde puedan. En la ciudad de New York, dentro de los homless hay mas de un millón de niños. Comida en la mesa quisieran tener loas 41 millones de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza, muchos de los cuales no pueden pagar la calefacción, la electricidad, comen una vez al día si pueden y la mayoría está totalmente desamparado desde el punto de vista de los cuidados médicos, pues no tienen el dinero necesario para pagar la póliza de seguro que les exige el OBAMACARE. Aquellos cuya situación económica les de la fuerza suficiente para protestar contra el gobierno, son tratados como hemos visto que trataron a los de OCCUPY WALL STREET, a palos, con granadas de gases pimienta, balas plásticas y pistolas tasser lanzadoras de descargas eléctricas. Un verdadero ejemplo de Democracia.

En cuanto a las manifestaciones, comparaba las que realizan en Cuba las llamadas Damas de Blanco, que salen a manifestar el día que se les ocurre, por el lugar que consideren conveniente y a la hora que más les cuadre. Las regulaciones para solicitar realizar una manifestación en la ciudad de New York, son totalmente distintas. Usted solicita y el gobierno le dice si puede o no manifestarse. Para solicitar la manifestación debe presentar un documento de cuatro páginas, por triplicado, firmado ante notario, una semana antes de la fecha solicitada, donde se ofrece toda la información sobre la manifestación que se solicita hacer. El gobierno de la ciudad puede cambiar el lugar, día y hora, según considere, para no interrumpir la vida normal de la ciudad. Los manifestantes tienen que tener una póliza de seguro contra cualquier daño a la propiedad ajena que provoque la manifestación, de acuerdo con la cantidad de personas que van a manifestar y la custodia normal de la policía en el lugar, si se requieren más policías para cuidar la manifestación, el salario de estos lo pagan los manifestantes. Si la manifestación daña el ornato público, tiene que pagar los daños causados. Otro ejemplo de Democracia.

Se habló de la historia y que había que dejar esta como algo del pasado. Muy conveniente esto para Estados Unidos, pero es precisamente la historia algo de lo cual no debemos olvidarnos. Cómo quedarían nuestros héroes, las personas que ha muerto por la libertad de nuestra patria, por los ataques terroristas, la invasión de Girón, en las misiones internacionalistas. Lo correcto sería, tomando en consideración la historia de agresiones que Estados Unidos ha desarrollado contra Cuba, las muertes y destrucción que esto ha causado, al menos presentar al gobierno de Cuba sus excusas por todo eso, eso sería lo más civilizado y justo, no pedirnos que nos olvidemos de todo eso.

Me llamó la atención que en todo el discurso, cuando Obama se refirió a los cubanos que residen en Estados Unidos hablo de el exilio cubano, solamente en dos oportunidades mencionó la palabra cubano-americano, una de ellas cuando se refirió a Ted Cruz y Marco Rubio, dos ejemplos de cubanos hostiles a la revolución.

Es bueno tomar en consideración que de los 2 millones de personas que en el censo de Estados Unidos se clasifican como cubanos, cerca de 900.000 son estadounidenses por nacimiento, por lo tanto no son cubanos. Del resto cerca de 700.000 renunciaron a ciudadanía cubana y juraron con la mano sobre la Constitución, defender los Estados Unidos, esos son estadounidenses por naturalización. El resto mantiene su condición de cubano.

Se ha planteado por algunos aspirantes presidenciales que de alcanzar el triunfo todo lo que se ha hecho con Cuba regresará al punto de partida. Personalmente no considero que eso pueda hacerse. Después que los grandes intereses económicos estadounidenses comiencen a realizar negocios con la isla y a ganar dinero de dicha actividad, nadie podrá cambiar eso, sea cual fuere el presidente electo en Estados Unidos.

Estamos a favor de que todo el que se sienta cubano venga a Cuba, como lo hacen diariamente cientos de personas que sin problema alguno viaja a nuestro país , visitan a sus familiares, van a la playa, comparten con sus amigos y cuando terminan sus vacaciones regresan a Estados Unidos. Desde hace muchos años la política de la revolución con los cubanos que viven en otros países ha sido esa, por lo que no era necesario que llegara Obama a hablarnos de la reconciliación del pueblo cubano, que como dije ha sido promovida por la revolución desde hace muchos años.

A lo último que haré referencia es a otro pronunciamiento poco feliz del señor Obama. Habló del cambio generacional y dijo que el futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano. Los jóvenes cubanos día a día avanzan en cuanto al papel que juegan en nuestra Revolución, es posible que debamos avanzar más en ese sentido, pero es una política que desde hace años se desarrolla, que ha traído como consecuencia una buena cantidad de dirigentes de nuestro país son jóvenes, tanto políticos como administrativos y militares. A la alegría de nuestra juventud se suma su responsabilidad, preparación educacional, cultural, científica y nivel político, además de ser celosos guardianes de nuestras tradiciones y valores.

El gobierno de Cuba está en manos del pueblo desde que la Revolución derrocó a la dictadura de Batista, por cierto financiada y apoyada por los Estados Unidos, que en ningún momento habló de la situación de los Derechos Humanos en Cuba en tiempos de Batista, cuando diariamente se torturaba y asesinaba a los revolucionarios.

Tenemos problemas que resolver, sobre todo en el campo económico. Si el señor Obama honestamente desea ayudar a que Cuba resuelva sus problemas, pudiera ser más efectivo en las medidas que toma, según él, para ayudarnos y si desea realmente que podamos resolver nuestros problemas, sería muy importante que se abstuviera de promover problemas y no continuara con la política subversiva que ha estado desarrollando.

Las palabras de nuestro Ministro de Relaciones Exteriores sobre las medidas publicadas por el gobierno de Estados Unidos el día 16 de marzo, muestran que a pesar de toda la retorica y la publicidad recibida por dichas medidas, el gobierno de Cuba ha sabido interpretarlas adecuadamente y continua considerando que las mismas no son suficientes ni tienen la seguridad que nosotros requerimos.

Las palabras de nuestro presidente, Raúl Castro, durante la visita de Obama a Cuba, también demuestran que nuestro gobierno no se ha dejado engañar por los cantos de sirena y que en todo momento hemos puesto nuestra posición bien diáfana en cuanto a lo que Cuba aspira sea este proceso de reanudación de relaciones y posteriormente de normalización de estas.

El viaje de Obama ha sido importante, ha tenido la posibilidad de tener una visión directa de nuestro pueblo y nuestra revolución, que esperamos le sea útil para mejorar las relaciones entre los dos países. Nuestro pueblo y gobierno le ha mostrado que existen posibilidades de tener una relación civilizada a pesar de las diferencias entre ambos países, muchas de las cuales perdurarán por largo tiempo.

El respeto mutuo, el derecho de cada país a determinar su futuro es la clave para que esta relación perdure y prospere.

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