Así, sencilla y apasionada, es Ibis Villa Millán, elegida delegada al VII Congreso del Partido, y presidenta de la cooperativa de producción agropecuaria Primer Soviet, ubicada en el poblado de Mabay, cercano a Bayamo; una base productiva reconocida en el país por sus altos volúmenes de caña, aunque también incursiona con éxito en otras áreas como la producción de leche y las posturas de frutales.
El Partido de todos y para el bien de todos
Ibis Villa Millán, joven granmense es presidenta de la cooperativa de producción agropecuaria Primer Soviet, fue elegida delegada al VII Congreso del Partido
Darelia Díaz Borrero - Diario Granma - Foto: Rafael Martínez
BAYAMO, Granma.—Su entusiasmo y entrega son contagiosos. Cada palabra o gesto suyo denotan la tranquilidad espiritual albergada por aquellos que encaran de frente y con valentía los desafíos de la vida.
Así, sencilla y apasionada, es Ibis Villa Millán, elegida delegada al VII Congreso del Partido, y presidenta de la cooperativa de producción agropecuaria Primer Soviet, ubicada en el poblado de Mabay, cercano a Bayamo; una base productiva reconocida en el país por sus altos volúmenes de caña, aunque también incursiona con éxito en otras áreas como la producción de leche y las posturas de frutales.
Sobre su producto “élite” comenta con sano orgullo que ya la cooperativa completó las poco más de 41 000 toneladas de caña comprometidas para la presente campaña, pero el colectivo continúa dándole duro a los campos para tributar toda la materia prima posible al central Arquímides Colina.
Este no ha sido un empeño fácil, sobre todo porque, como otras bases productivas del país, la Primer Soviet no ha escapado a las afectaciones del clima en la cosecha, el déficit de transporte y las roturas de las máquinas cosechadoras, sin embargo la calidad humana de su colectivo y el liderazgo de la base productiva han devenido fuerza contraria a los obstáculos.
De ello puede dar fe Ibis, quien está siempre tomándole el pulso a los campos, ya sea en los cortes cañeros o en el área de diversificación. Justamente, en medio de ese ajetreo conoció de su elección como delegada al VII Congreso del Partido.
Sobre esta oportunidad comparte su orgullo, sin renunciar a la humildad. “Es un privilegio poder asistir a esa magna cita, en la que se definirán líneas de trabajo decisivas para el desarrollo de la nación”.
Sabe de la responsabilidad que ello significa, y más aún cuando se representa a actividades tan estratégicas en el país como es la producción de alimentos y la zafra azucarera.
“El Congreso tiene que trazar estrategias que propicien un mayor desarrollo. Hay temas medulares como la necesidad de ganar más en la organización de los procesos productivos, lo mismo en los campos que en las industrias, la puntualización de las contrataciones, y la distribución de las nuevas tecnologías para el desarrollo del sector agropecuario, este último aspecto clave, ya que todos los equipos no son factibles en los mismos terrenos, pero es algo que no siempre se tiene en cuenta y al final la máquina no rinde todo lo esperado”.
El Congreso, agregó, será un escenario ideal para socializar experiencias y buscar soluciones a las problemáticas que frenan el desarrollo de la economía.
“Será una cita que involucrará a toda la sociedad, porque el Partido es de todos los cubanos y por el bien de todos”, insistió.
Para ella otro de los temas que la magna cita no debe descuidar es la formación vocacional de los niños, adolescentes y jóvenes, para garantizar el relevo de la actividad agropecuaria.
Sobre cómo promueven en la cooperativa este proceso, precisó que tienen convenios de trabajo con la Universidad de Granma para que los estudiantes que cursan especialidades afines con la rama agropecuaria, puedan vincularse al campo desde los inicios de la carrera.
“También promovemos círculos de interés en escuelas de las enseñanzas primaria y secundaria de la localidad. Hemos tenido buenos resultados, tanto es así que más del 90 % de la fuerza joven que tiene la base productiva son familiares de cooperativistas”.
Así, cargada de experiencias y expectativas marcha esta cubana, de 42 años, al VII Congreso del Partido, una cita que centrará la atención de los nacidos en esta Isla antillana, del 16 al 19 próximos.
Sin la juventud no se puede lograr nada
Fidel Muñoz García trabaja en la empresa Motores Taíno de La Habana, es uno de los delegados que por el municipio de San Miguel de Padrón asistirán al VII Congreso del Partido
Arlin Alberty Loforte
Fidel Muñoz García tiene su reino entre las paredes de la empresa Motores Taíno de La Habana. A los 18 años comenzó a trabajar allí y hoy ya tiene 51. Es un obrero que ha cultivado sus días primero como mecánico especialista en la reparación de motores de petróleo y ahora como dependiente del almacén de piezas rusas para los camiones remotorizados.
Fidel viste el overol azul de trabajo, con el mismo orgullo que si llevara un traje de gala. Se graduó de 12 grado en la Facultad Obrero Campesina y con 31 años comenzó a militar en las filas del Partido Comunista de Cuba. Hoy es uno de los delegados que por el municipio de San Miguel de Padrón asistirán al VII Congreso del Partido, a realizarse entre los días 16 y 19 de este mes.
“Ya son 20 años como militante, desde mayo del 1996 —comenta—. Yo no había militado en las filas de la UJC, pero mis compañeros creyeron que tenía las condiciones para integrar el PCC y así fue”.
Entonces, cuenta del orgullo tremendo porque “mis padres eran militantes, mi padre, incluso, fundador. Para mi familia era una gran responsabilidad y un reconocimiento formar parte del Partido”.
Ahora se desempeña como uno de los secretarios de su núcleo y cree que este Congreso será histórico.
“Va a ser uno de los más importantes por la coyuntura que vive el país tanto en el aspecto económico como en el escenario de negociaciones y restablecimiento de relaciones con Estados Unidos”, agrega.
“Con la discusión del proceso de actualización de los Lineamientos, que vienen del anterior congreso, se continuará trazando la política económica del país, además de los debates que tendrán lugar en torno a la conceptualización del modelo socialista cubano. Serán días de intenso trabajo y de una alta responsabilidad”, argumenta.
Con respecto al escenario actual y el papel del Partido agregó que “hay una batalla ideológica intensa y la preparación de los jóvenes para enfrentarla es fundamental.
“Sin la juventud no se puede lograr nada. Se ha demostrado a la largo de nuestra historia que los grandes cambios sociales los han llevado a cabo los jóvenes. Desde la Guerra de Independencia, durante la neocolonia, el asalto al Moncada, todo el proceso de la Revolución tuvo a jóvenes como protagonistas. Hay que hacerle saber a la juventud que es el relevo de todo lo que se ha conquistado”, argumenta Fidel.
Al Congreso irá a debatir con la visión de un sector tan importante como el obrero, con los problemas que les aquejan y su participación determinante en el empuje de la economía y la construcción social. “Estos temas están sobre la mesa y en las discusiones el factor económico será fundamental”, comentó.
No deja fuera de sus argumentos los valores que debe tener un militante: la incondicionalidad al Partido, a la defensa de la Revolución y estar dispuesto por ella a dar lo más preciado que tiene el ser humano: la vida.
Dice también que la misión más importante del Partido es ser el guía fundamental de todo el proceso de cambio que está sucediendo en el país, explicar bien todo lo que sucede y ser el protagonista.
“Dondequiera que haya problemas debe estar el Partido y en la solución de los mismos, los militantes”, concluyó.
El Partido es el arma principal de los cubanos
Así lo piensa, con fervor y pasión, una delegada cienfueguera al VII Congreso del PCC
Julio Martínez Molina
CIENFUEGOS.—Con 34 años, Bárbara Lisbeth Acevedo Pastrana dirige el comité del Partido de la Universidad de Cienfuegos, en cuyos núcleos figuran 382 militantes. La profesora de Marxismo Leninismo e Historia de dicho plantel integra desde hace 11 años la organización política y la considera “esencial en la historia, el ahora y el mañana de Cuba”.
La delegada cienfueguera al VII Congreso del PCC complementa lo aseverado, al afirmar que “el Partido es nuestra arma principal, porque nace de las necesidades históricas del cubano en tanto ser social y de Cuba en tanto nación. Marcó, marca y marcará la pauta a seguir por una sociedad justa, unida, revolucionaria y dispuesta a luchar a toda costa por su soberanía e independencia”.
En transmitirle esto a las nuevas generaciones, con las cuales contacta a diario por su responsabilidad docente, se enfrasca Bárbara, afincada en la certeza de que “nuestros jóvenes cuentan con los recursos ideológicos para acompañar y respaldar nuestro proyecto de futuro. Es preciso dialogar con ellos, escuchar sus valoraciones y confiarles tareas desde el compromiso y el amor”.
La profesora universitaria reflexiona en torno al papel del comunista en este momento histórico: “Estar a tono con cuanto demandan las circunstancias y las transformaciones del modelo económico. Comprender y ayudar a comprender los cambios; así como contribuir a encauzar el carro de la sociedad hacia el socialismo próspero y sostenible al que nos convoca Raúl”.
El militante no puede sumirse en la complacencia, ni quedar bien con todo el mundo. Su puesto es de vigía y de beligerancia, cuando esta sea necesaria para enfrentar las tendencias negativas, afirma la docente de la casa de altos estudios local.
Del VII Congreso del Partido, la delegada perlasureña expresa que representa un acontecimiento esperado por el pueblo, el cual manifiesta su seguridad en que de la magna reunión saldrá reafirmada la convicción de preservar nuestros principios y las conquistas alcanzadas gracias al sacrificio de generaciones.
“Indicará el camino, nos ayudará a pensar cómo ser más eficientes, expeditos, claros en el trayecto hacia la meta necesaria de concebir una sociedad de mayor riqueza económica, cultural e ideológica”, subraya la entrevistada.