Jeniffer Rodríguez Martinto - La Habana, 13 abr (ACN) Con un acto político-cultural se rememoró hoy, en esta capital, el atentado perpetrado hace 55 años en la tienda El Encanto, así como la muerte de Fe Isabel del Valle Ramos, empleada del departamento de niños de esa isntalación.


En el Parque que lleva el nombre de esa compatriota, en el municipio de Centro Habana, se depositó una ofrenda floral ante la tarja erigida a su memoria, en presencia de Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC); y de la General de Brigada Delsa Esther Puebla (Teté), Heroína de la República de Cuba y vicepresidenta de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.

Pedro Simón Rodríguez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, recordó que Del Valle Ramos perdió su vida en defensa de la Patria desde su trinchera de combate: el centro de trabajo.

Y es precisamente ahí donde a 55 años de este incidente tenemos la batalla más fuerte, ya no contra el sabotaje y las amenazas armadas enemigas, sino contra la insuficiencias, el desaliento y la pérdida de valores, señaló.

Precisó que a las nuevas generaciones de cubanos les sobran espacios y trincheras para seguir su ejemplo y rendirle tributo a diario.

Subrayó que en tres días comenzará el Séptimo Congreso del PCC, donde se adoptarán importantes acuerdos para dar continuidad a la actualización del modelo económico cubano.

El apoyo incondicional a las decisiones adoptadas allí, será el mejor homenaje a Del Valle Ramos y a todas las mujeres y hombres que han escrito las gloriosas páginas de nuestra historia, afirmó Simón Rodríguez.

Aquel 13 de abril de 1961 explotaron dos petacas incendiarias en el departamento de sastrería de El Encanto, las cuales provocaron un incendio de grandes proporciones, que causó pérdidas materiales calculadas en 20 millones de dólares.

Las nefastas consecuencias del odio

En el mismo lugar donde otrora se encontraba la mayor tienda por departamentos de Cuba, y en el parque erigido en nombre de Fe del Valle se rememoraron los hechos acontecidos el 13 de abril de 1961

Lissy Rodríguez Guerrero - Diario Granma.- En el parque Fe del Valle, en Galiano entre San Rafael y San Miguel, se encontraban familiares, trabajadores del sector de los servicios, y representantes del pueblo de Centro Habana. Foto: Anabel Díaz

La injusticia le arrebató a Robin Ravelo del Valle, con apenas 14 años, y a su hermano ma­yor, el calor de una madre. Cayeron, con el sabotaje a la tienda El Encanto —perpetrado por la Agencia Central de Inteli­gencia de Estados Unidos—, los sueños de otra familia más, que sufría los efectos del ensañamiento contra Cuba.

Dio la vida por sus ideales, por la Revo­lu­ción. Nos educó a mí, mi hermano y toda la familia en su ejemplo, que hemos tratado de mantener durante toda nuestra vida. Ojalá que un poco de esa ejecutoria la hayamos podido lograr en estos años, dijo a la prensa Robin, marcado por el dolor de una ausencia que le dura 55 años, refiriéndose a su mamá Fe del Valle Ra­mos, víctima del atentado.

En el mismo lugar donde otrora se encontraba la mayor tienda por departamentos de Cuba, y en el parque erigido en su nombre, se encontraron este miércoles, junto a su familia, los trabajadores del sector del comercio, la gastronomía y los servicios, y representantes del pueblo de Centro Habana, para rememorar los hechos acontecidos el 13 de abril de 1961.

A Lula, “como la llamaban sus amigos”, se le recordó como fundadora y secretaria general de la delegación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), promotora de la creación de los círculos infantiles, madre y esposa, miliciana y trabajadora. “Su vida es la leyenda misma de la patria… La larga lista de sabotajes y crímenes cometidos por el imperialismo han marcado el destino de nuestro pueblo... Olvidar es un lujo que no nos podemos permitir”, expresó la joven Karina Rodríguez Martínez, en nombre de la FMC.

En tanto, Pedro Simón Rodríguez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabaja­dores del Comercio, la Gastronomía y los Ser­vicios, fue a los inicios de la muchacha de Remedios, Villa Clara, luchadora contra la tiranía de Fulgencio Batista, quien con solo 17 años comenzó a trabajar como aprendiz de confección de sombreros y más tarde laboró en la tienda Fin de Siglo y en El Encanto, lugar donde ocupó la plaza de jefa de departamento y encontró la muerte, intentando rescatar del incendio los bienes del pueblo.

Cuando faltan pocos días para desarrollar el VII Congreso del Partido, instó a los trabajadores del sector a eliminar las insuficiencias y prestar un servicio de calidad al pueblo. Ante la cercanía también del desfile por el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, sostuvo que ese será “el mejor regalo de la clase obrera y el pueblo al compañero Fidel en su 90 cumpleaños”.

Al acto de recordación asistieron Olga Lidia Tapia, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido; la general de brigada Delsa Esther Puebla (Teté), Héroe de la República de Cuba y vicepresidenta de la Asociación de Com­ba­tientes de la Revolución Cu­bana; Humberto Camilo Hernández, miembro del buró provincial del Partido en La Habana; Arelys Santana Bello, segunda secretaria de la FMC, y Martha Hernández Romero, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular.

El crimen que no mató la fe

Recuerdan los 55 años de la muerte de la revolucionaria Fe del Valle, durante el sabotaje a la tienda El Encanto

Marianela Martín González - Juventud Rebelde.- Un acto político-cultural con motivo del aniversario 55 del sabotaje a la tienda El Encanto y la muerte de la revolucionaria Fe Isabel del Valle, tuvo lugar este miércoles en el parque capitalino que lleva el nombre de la mártir homenajeada.

Pedro Simón Rodríguez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Comercio, Gastronomía y los Servicios, recordó el origen de Fe del Valle. Expresó que fue víctima del terrorismo que el Gobierno de Estados Unidos ha practicado contra la Isla por más de 50 años, y que el deber más sagrado de los trabajadores del sector es brindar un mejor servicio, y eliminar la chapucería y otras tendencias negativas que afectan al pueblo.

La joven federada Karina Rodríguez Martínez evocó a Fe como una mujer que simpatizó con la Revolución Cubana y no cesó en entregarse a su causa: fue una de las fundadoras de la FMC, contribuyó a la fundación de los círculos infantiles y en cuanta acción ennobleciera los programas del proyecto social. Por eso —aseveró—, es una guía indiscutible para las nuevas generaciones.

Robin Ravelo del Valle, uno de los hijos de Fe del Valle, presente en el acto, aseguró que su madre es un ejemplo que la familia ha tratado de honrar. Los nietos y todos los que saben de su corta, pero ejemplarizante existencia, tratan de poner siempre su nombre en un lugar decoroso, expresó.

Recordó que al morir su madre, víctima del incendio provocado por terroristas al servicio del Gobierno de Estados Unidos en la tienda donde trabajaba, él contaba con 17 años de edad, y aunque ya ha pasado más de medio siglo, no olvida la vocación de Fe por entregarse al trabajo con pasión y responsabilidad.

Olga Lidia Tapia, miembro del secretariado del Comité Central del Partido; Arelys Santana, segunda secretaria de la FMC; la heroína de Cuba Delsa Esther Puebla y autoridades políticas y gubernamentales de la capital asistieron al acto, en el que se le colocó una ofrenda floral a Fe del valle en la tarja que inmortaliza su nombre.

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