Miguel Díaz-Canel presidió la Comisión de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, en el VII Congreso del PCC. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Heriberto Rosabal, Ismael Francisco, Rosa Miriam Elizalde - Cubadebate - Video: teleSUR.- Cubadebate publica un resumen de las Comisiones del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba.


COMISIÓN 1: EL MODELO 

Aunque el debate de las Comisiones se había pautado para iniciar a las tres de la tarde, media hora antes todos los delegados e invitados ya habían ocupado asiento para el debate de la “Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista”. La sala 4 del Palacio de las Convenciones, con 393 asientos, está tan llena, que ha necesitado un “acomodador”, un funcionario que se encarga de buscar plaza disponible en las áreas laterales para aquellos que van llegando últimos.

Aunque no es el foro más nutrido esta tarde –la Comisión que debate los Lineamientos reúne más delegados-, este es quizás el más singular. El Primer Secretario Raúl Castro había anunciado en la mañana que el “Modelo”, como todos le dicen, intenta ser una “guía teórica” que explique con claridad las características principales del mapa económico y social cubano de desarrollo socialista en esta etapa, su estructuración y finalidades estratégicas.

Ningún otro Congreso partidista ha hecho este ejercicio, ni se dará por terminado aquí. Será discutido posteriormente por todos los militantes, tanto de la Unión de Jóvenes Comunistas y como del PCC, además de amplios sectores de la sociedad, y solo después de ese debate, llegará a la máxima dirección, el Comité Central, que validará la propuesta colectiva. El final del camino será la Asamblea Nacional, como ocurrió con los Lineamientos.

El “Modelo” deberá explicar en concreto la visión o idea de país, un estado deseado que se quiere alcanzar y que obviamente parte de circunstancias iniciales concretas, en una trama de relaciones económicas, políticas y sociales, culturales, ambientales e institucionales. Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido y Primer Vicepresidente del país, que dirige la discusión, una y otra vez llama a la prudencia: se corre el riesgo de, en los intentos de elaborar un documento perfecto, complicar los conceptos o irse por las ramas.

La Comisión abre las sesiones con la presencia de 287, de los 290 delegados que se esperaban, y más de 70 invitados. La primera intervención es de Leonardo Andollo, segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, quien comparte una información que están recibiendo ahora mismo todos los delegados en las otras salas.

Andollo presenta una valoración general sobre el trabajo previo del debate de todos los documentos que se discuten en el Congreso, al que se incorporaron el 88% de las 841 opiniones aportadas por los delegados. Hubo 104 propuestas no aceptadas, que serán analizadas, una a una, en cada Comisión del VII Congreso.

Los documentos se analizaron inicialmente, a principios de marzo, en comisiones en provincia donde participaron 3 551 personas, de las cuales 756 eran delegados al Congreso y otros 2795 invitados locales, afirma el segundo jefe de la Comisión de Implementación. Posteriormente, esos proyectos se presentaron en plenarias a las que asistieron más de 4 500 personas. Con profusión de datos, Andollo habla de 5 379 intervenciones en todo el proceso de consulta, el 60% concentradas en la provincia de La Habana, Guantánamo, Cienfuegos, Mayabeque, Villa Clara y Sancti Spíritus.

Los temas en los que se concentraron las mayores preocupaciones y propuestas de los participantes fueron:

  • La propiedad privada, su regulación y control;
  • Relaciones entre la planificación y el mercado, además de los precios;
  • Preservación y desarrollo de las conquistas sociales, además de resolver los problemas que impactan en la calidad de los servicios que se ofrecen a la población;
  • La emigración y su impacto negativo en el potencial humano, así como su relación con las condiciones de trabajo, salario, pensiones y subsidios;
  • La necesidad de que el Turismo aporte mayores ingresos al país;
  • Mayor participación de los trabajadores y la población en general en los procesos de decisiones. Asegurar el desarrollo de la comunicación social y en particular los medios de comunicación;
  • Potenciar el papel que debe jugar la juventud y la necesidad de alcanzar una efectiva influencia;
  • Importancia de fortalecer el trabajo político-ideológico, así como la preparación y capacitación de los cuadros y funcionarios, restablecer valores y consolidar el enfrentamiento a la corrupción, la actividad delictiva y las indisciplinas sociales.

No es casual que el régimen de propiedad sea el tema que movilizó las opiniones en todos los foros. El Modelo plantea como “imprescindible” que se consolide la propiedad socialista de todo el pueblo, como principal, coexistiendo con otras formas, y reconoce que hay diversos modelos de socialismo, dada las peculiaridades de cada nación.

A continuación, Rubén Toledo describe específicamente las consultas vinculadas al Modelo, donde participaron 270 delegados y 888 invitados -1158 en total. Asegura que en este debate en particular se realizaron 1555 intervenciones y se produjeron 373 propuestas, de las cuales se aprobaron 255.

El resultado de este proceso fue que se modificaron las dos terceras partes del documento analizado en las consultas territoriales, y los temas más debatidos fueron:

  • El período histórico de la construcción del socialismo;
  • Los problemas que se agudizaron durante el período especial;
  • El papel del mercado y la necesidad de que sea reconocido y regulado;
  • La existencia de medios fundamentales de producción de propiedad no estatal;
  • El reconocimiento de la propiedad privada, en especial de cubanos;
  • Factores que conforman la prosperidad en nuestro socialismo;
  • El papel protagónico de la juventud.

Díaz-Canel subraya el dato del ajuste tan amplio que sufrió el proyecto original del Modelo, sometido a los delegados e invitados: “Las dos terceras partes de los párrafos se modificaron, y hay coincidencia en que de ahí ha resultado un documento robusto, integrador, bien conceptualizado, que ahora volvemos a someter a la consideración de ustedes”.

Introducción

El Modelo tiene una introducción que reseña el contexto del cual parte y explica por qué es posible e imprescindible actualizar la concepción de país que aspiran los cubanos, pensado desde sus fortalezas y potencialidades y fundamentado en principios. La primera propuesta, del director del diario Granma Pelayo Terry, no es aprobada por los delegados, y muestra el talente democrático de esta discusión, y la decisión de no incorporar más ramas al árbol, sino dejar en la nuez los conceptos para hacerlos más comprensibles.

Pelayo propone especificar qué limitaciones, internas o externas, persisten para la satisfacción de múltiples necesidades, uno de los argumentos que aparece entre los párrafos introductorios donde se habla de los problemas heredados del Período Especial. Pero el párrafo no se puede ver de manera independiente de los anteriores, y los delegados optan por mantener la formulación previa.

Entre otros argumentos, el documento refiere que “persisten limitaciones para la satisfacción de múltiples necesidades, lo que unido al impacto de la dualidad monetaria y cambiaria sobre el poder adquisitivo, ha incrementado diferencias económicas y sociales no provenientes del trabajo aportado, que además no es adecuadamente retribuido”.

Otros añadidos sí obtienen consenso. En el capítulo de los principios que sustentan el Modelo, por ejemplo, Aracelys González, delegada por La Habana, pide incluir la salud pública como una de las dimensiones decisivas en el desarrollo de la sociedad, junto a la educación, la ciencia, la tecnología e innovación, la cultura y la comunicación. También se aprueba incluir el antimperialismo como uno de los valores esenciales del pueblo cubano, una acotación de Abel Fundora, de La Habana.

La prueba de que los delegados se han leído con lupa el documento es la intervención de otro delegado que asegura que hay cuatro referencias a los jóvenes en el documento, mientras el General de Ejército Raúl Castro los menciona en su Informe Central más diez de veces. Propone que se incorpore un principio que deje claro que la atención a la niñez y la juventud es esencial en esta definición teórica del país al que aspiran los cubanos.

Aquí el debate transita por la definición de “principio”. Un principio es un valor que no cambia, apunta Díaz-Canel, que entiende la preocupación del delegado porque los jóvenes puedan no reconocerse como actores del Modelo. Pero el término “principios” designa fundamentos, tanto de carácter general, como otros de orden concreto que ayudan a definir la naturaleza de las relaciones en la sociedad. Son la columna vertebral del documento y, obviamente, como afirma Díaz Canel, son permanentes, y recomienda ser más explícito sobre el tema de la niñez y la juventud en la definición de las políticas sociales (sobre la relación de las nuevas generaciones con las tecnologías, el vínculo con el trabajo, la demografía, por ejemplo).

No se trata de incorporar referencia a los jóvenes de modo paternalista. La votación se divide entonces entre evaluar si es necesario que en las políticas sociales se fortalezca la presencia de los jóvenes, o incorporar el asunto como un principio. Solo 22 personas apoyaron esta última formulación. La intención de favorecer las políticas sociales para los jóvenes queda como la opción apoyada por mayoría, aunque Díaz-Canel recordó que en este foro “solo vamos a aprobar un proyecto para una discusión más amplia. En los próximos debates con toda la militancia, las organizaciones de base y los sectores sociales se podrá mejorar o no la formulación final del Modelo en este tema”.

Principios, columna vertebral

El escritor Abel Prieto también interviene en la discusión de los principios del Modelo, para acotar que cuando se habla de la democracia socialista, generalmente se reduce a las funciones del gobierno. “Pero en Cuba tenemos un tipo de democracia único, que tiene que ver con la sociedad civil revolucionaria. Un ministro cubano está obligado a presentarse ante las organizaciones y rendir cuenta de su trabajo. Tenemos una fórmula extremadamente democrática donde las políticas son sometidas a debate por nuestro pueblo organizado, de forma no gubernamental, que no quiere decir no revolucionaria”, recuerda.

Abel siente que esto no está suficientemente explícito en los principios que reseña el documento. “Este tipo de democracia es un rasgo de nuestro modelo que le da derecho a la gente, a la vez que habla muy alto de nuestro modelo participativo, democrático”, añade. “Has lanzado una gran idea, pero no lo has concretado”, bromeó el Presidente de la Comisión, quien recordó que el concepto de sociedad civil lo han manipulado mucho, han presentado la sociedad civil como oposición a la sociedad política.

Intervienen los delegados Bruno Rodríguez, Ana María Mari Machado, Homero Acosta y Darío Delgado. La redacción del principio queda, finalmente, sin cambios sustanciales: “La democracia socialista sobre la base del poder soberano del pueblo, del que dimana todo el poder del Estado socialista, ejercido directamente o por medio de las asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ella se derivan, en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes”.

Un debate similar se produce tras la intervención de Alejandro Castro Espín, quien consideró que, como principio, el que tiene que ver con la defensa del país quedaría con mucha más fuerza de la manera en que esta mañana lo expresó el General de Ejército, Raúl Castro, al presentar el Informe Central del Congreso. En el Modelo aparece: “La defensa y la seguridad nacional constituyen objetivos esenciales para garantizar la preservación del sistema político, económico y social cubano, principio que de olvidarse, no se sobreviviría al error, como ha demostrado la historia.”

Raúl lo expuso de la siguiente manera, recordando una frase de Fidel: “Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error.” El acuerdo es mejorar la redacción de este principio en particular, y someterlo nuevamente a la Comisión, que seguirá sesionando mañana.

Otra precisión, esta vez de Homero Acosta: el reconocimiento moral y jurídico de la igualdad de derechos y deberes no basta, afirma. Propone incorporar la idea de que la sociedad cubana ofrece garantías para acceder a esos derechos. Lo que les da valor no es solo reconocerlos, sino hacerlos efectivos.

Relacionado con esto, Miguel Barnet propone incluir, entre las formas de discriminación que enfrenta la sociedad cubana, no discriminar ninguna nacionalidad ni ninguna etnia, dos conceptos diferentes.

Mariela Castro reconoce que “hemos dado un paso tremendo al lograr un documento como este”, e interviene para comentar el enunciado que “rechaza la discriminación por color de la piel, género, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, origen territorial (Barnet propone incluir también nacionalidad), creencia religiosa, edad y cualquier otra lesiva a la dignidad humana”, pero recuerda que a las personas no solo se les discrimina por color de la piel, sino también por otros “rasgos antropomorfos”, concepto que tal vez engloba mejor lo que se está diciendo. Pero lo más importante, añade, “esta es una oportunidad de aprendizaje, de apropiarnos de conceptos”.

Parte del aprendizaje es la prudencia, dice Díaz-Canel. “Es la primera vez que se trae a un Congreso la conceptualización del Modelo. Lo que queremos es que no haya discriminación. No se pueden listar todas las formas en que esto se expresa, pero en la manera en que está formulado queda abierta la posibilidad de atajar esas otras formas de atentar contra la dignidad de las personas. No se excluye que pueda incorporarse la descripción de esas ‘otras formas’ en el futuro”, añade.

Límite a la concentración de riquezas

Al precisar sobre una propuesta de incluir el concepto de nación o Estado de derecho en el documento, se concluye que ese tema es más bien propio de la prevista reforma constitucional, y no de la visión que se propone un documento como este.

Otra recomendación de modificación, de un delegado de Santiago de Cuba, se refiere a enfocar de manera positiva la formulación de un párrafo de los principios del Modelo, que explícitamente señala que no se permite la concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales o jurídicas no estatales, conforme a lo legislado.

Desde la presidencia de la comisión se aclara que ese párrafo fue precisamente un añadido al documento originado por la preocupación de muchos, en los debates previos, respecto a posible concentración de propiedad y enriquecimiento de unos pocos. Por mayoría se decide mantener la misma formulación del texto.

“La realidad es esa, que puede crearse un nuevo tipo de ricos en el país”, dice un delegado cuentapropista de Granma, a lo que Miguel Díaz-Canel agrega que el sector no estatal, en nuestro socialismo, es reconocido como complemento de la economía estatal; no para que se oponga al socialismo, sino para que contribuya a su desarrollo.

También hubo propuestas, ratificadas, en relación con los cuadros del Gobierno y del Estado, en especial las cualidades éticas, políticas y morales que deben tener; la vigencia en Cuba de la tutela judicial, que ampara a personas e instituciones en el ejercicio de sus derechos, y la necesidad tanto de la participación como del debate, acordes con la política y la ley, en la comunicación social.

En el capítulo 2, referido a la propiedad socialista sobre los medios de producción, hay propuestas como la del delegado Homero Acosta, de Mayabeque, quien reclamó precisar que la definición de tierras bajo ese no son todas, y deben excluirse las de propiedad de los agricultores pequeños y cooperativas de producción agropecuaria.

Homero interviene específicamente sobre las diversas formas de propiedad, en particular sobre la privada. “Se reconoce la propiedad privada cuyos titulares son personas naturales o jurídicas –tanto cubanas como totalmente extranjeras-, en determinadas actividades”, dice el documento. El delegado recomienda no ver este asunto en abstracto: requiere acotarse. La esencia de su propuesta fue agregar “de acuerdo a su función social”, para asegurar que prevalezcan los intereses de la sociedad y que el Estado pueda accionar cuando no se cumpla con esa función social.

Modesto Gómez, delegado por La Habana, expresa preocupación en cuanto al enfoque del tema de los ingresos, en particular en el sector presupuestado. Se conviene en perfilar mejor el enfoque y enfatizar en la idea de la “remuneración adecuada” en dicho sector.

El tema motiva varias intervenciones, incluida la de Gricel Tristá, de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, quien hace aclaraciones sobre el salario en el sector empresarial, el pago por resultados y los estímulos.

En el capítulo tres, sobre la dirección planificada de la economía, a partir del análisis de uno de los párrafos que plantea la prioridad de la ciencia, la tecnología y la innovación, otro delegado propuso incorporar la formación de recursos humanos, como elemento de igual valor. Se acepta la sugerencia, considerada válida para el documento en su conjunto.

El delegado pinareño Yorki Mayor planteó la necesidad de dejar bien claro, en la conceptualización del Modelo, el concepto de prosperidad en una sociedad como la nuestra, similar a como sucede con el de sostenibilidad o sustentabilidad, bastante discutido, y todos importantes en documentos como este. Su recomendación fue votada favorablemente por la comisión.

La discusión más prolongada, probablemente, fue la que se suscitó alrededor de un párrafo referido al esparcimiento y la recreación, en el capítulo cuatro, acerca de la política social.

En esencia, se debatió sobre el derecho de los ciudadanos y el deber del Estado de proporcionar opciones en ambos sentidos, teniendo en cuenta la diversidad de intereses y condiciones económicas de las personas.

Intervinieron, entre otros, Marta Martínez, delegada por Granma; Abel Prieto; Joel García y Miguel Barnet. El consenso es ofrecer opciones valiosas, de calidad, formadoras del mejor gusto para todos. Ofrecer la más alta calidad para toda la población, como dice Barnet.

Conclusiones

La Actualización del Modelo, dicen las conclusiones, “se desarrolla bajo las fuertes restricciones que imponen el bloqueo, la persistencia de la intención por subvertir nuestro socialismo…” Alejandro Castro Espín propone que esto no solo quede en la “intención”. Están todavía presentes las “acciones” por subvertir el socialismo. Su propuesta es apoyada por unanimidad.

En las consideraciones finales, se modifica, por unanimidad, el párrafo que afirma: “El Partido Comunista de Cuba controla, impulsa y exige la actualización del Modelo en correspondencia con la presente conceptualización, en cualquier lugar que se actúe…” Mariela Castro propone añadir: “…y el desarrollo de estrategias de formación político-ideológica de manera creativa, atractiva y efectiva”. Es un reto que tenemos en este momento, añade. La propuesta se aprueba por mayoría.

“Hemos tenido una intensa jornada de debate, aportadora y democrática”, concluyó Díaz-Canel al filo de las siete de la noche, cuatro horas después de iniciarse. Reconoce que ha sido un proceso de aprendizaje que muestra la calidad y el compromiso con que se ha debatido. “Quiero destacar la preparación de los delegados. No habríamos llegado a este nivel de democracia y de calidad del debate, si no hubiera existido una preparación de todos nosotros”, añadió.

En la sesión de la mañana de este domingo, los delegados intercambiarán sobre el Informe Central al Congreso, y por la tarde se presentará la nueva redacción del Modelo con los aportes de la sesión que acaba de concluir. Antes de apagarse la sala es este el último recordatorio a delegados e invitados de la Comisión, que se extendió mucho más que las otras y que virtualmente cierra las puertas del Palacio de las Convenciones en esta primera jornada del VII Congreso.

Debate de cara al futuro

Profundidad y sabiduría en cada una de las más de 60 intervenciones caracterizaron el de­bate a Comisión 1 del 7mo. Con­greso, que trató la Concep­tua­liza­ción del Mo­delo Económico y Social Cubano

Sheyla Delgado G di Silvestrelli - Diario Granma.- Jornada de aprendizaje, fruto de la prepa­ración de los delegados e invitados y de la ri­queza y conocimiento de estos de cara a un pro­yecto de país, devino la Comisión 1 del 7mo. Con­greso, que trató la Concep­tua­liza­ción del Mo­delo Económico y Social Cubano de De­sa­rrollo Socialista, que expone las bases teóricas y ca­racterísticas esenciales de este, como re­sul­tante de su actualización, la cual viene desarro­llándose desde el pasado evento partidista.

Profundidad y sabiduría en cada una de las más de 60 intervenciones caracterizaron el de­bate que transcurrió por casi cuatro horas de se­sión, presidida por el miembro del Buró Po­lítico Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vi­cepresidente de los Consejos de Estado y de Mi­­nistros, el general de cuerpo de Ejér­cito Ramón Espinosa Martín; el canciller Bru­no Rodríguez, también integrantes del Buró Político; Jorge Cue­vas, del Secretariado del Co­mité Central; el Coman­dan­te de la Revo­lu­ción Guillermo Gar­cía Frías, Leo­nardo An­do­llo, Caridad Diego, Elba Rosa Pé­rez, todos miembros del Comité Central, y es­pecialistas de la Comisión Perma­nente de Im­ple­men­tación y Desarrollo de los Linea­mien­tos, compartieron con los participantes.

Democracia y sociedad civil fueron temas que ilustraron el valor de ambas expresiones en la sociedad cubana cuando el delegado Abel Prieto afirmó que “tenemos una forma extremadamente democrática en la que el go­bierno tiene que exponer su gestión ante la so­ciedad civil. Lo hace el ministro de Cultura frente a la Uneac y la Asociación Hermanos Saíz, el de Educación Superior frente a la FEU. Es esa sociedad civil la que quiere desconocer Esta­dos Unidos”, dijo y ejemplificó que la Fe­de­ra­ción de Mujeres Cubanas discute con la tele­visión nacional el reflejo de la mujer en ese me­dio. Y aseguró que se modifican indicaciones del gobierno en esos debates. “Es una organización de nuestro pueblo representando de for­ma no gubernamental, que no quiere decir no revolucionaria”.

Prieto fundamentaba la inclusión del término sociedad civil en uno de los párrafos del do­cumento, referido a los principios del so­cialismo que sustentan el modelo. Sin embargo, el invitado Darío Delgado acotó que ese control de la sociedad está reflejado en el texto bajo el mis­mo epígrafe, por lo cual no procedió la adición.

El tema de la propiedad sobre los medios de producción fue uno de los aspectos más debatidos en los procesos previos a este cónclave, que desde fines de febrero hasta el 5 de marzo incluyó a 270 delegados y 888 invitados en los trabajos de esta comisión, que apo­r­taron 1 555 intervenciones. Ayer también el tema ocu­pó espacio, pues el delegado matancero Eduar­do Torres propuso que se incorporara como uno de los principios, dado que se asume la propiedad privada sobre esos me­dios. En el intercambio, se aclaró por el compañero Díaz-Canel que los principios no cambian, por eso el proyecto de conceptualización fija con esa categoría solo la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción, como forma principal de la economía y de su sistema so­cioeconómico.

Enfatizó que el sector no estatal que promueve el modelo no es el de una sociedad neo­liberal, sino el de una sociedad socialista.

Recordó Díaz-Canel que el ejercicio de aná­lisis del importante documento en la comisión no significa “que estemos aprobando na­­da, so­lo llevamos un proyecto a la militancia del Partido, la juventud, las organizaciones de ma­sas y a los amplios sectores de to­da la sociedad, para que sea debatido, como expresó el Ge­neral de Ejército Raúl Castro Ruz en el Informe Central a esta magna cita partidista en la sesión inau­gural.

Lo anterior fue un incentivo en el intercambio de propuestas, varias de las cuales, al someterse a votación, fueron aprobadas o no por ma­yoría y no siempre por unanimidad.

Uno de los temas al que más tiempo dedicaron los 287 delegados de esta comisión fue el de cómo diversificar las ofertas diseñadas por el Estado para la recreación sana y el libre esparcimiento, con la conjugación de dos elementos cardinales: contribuir a la educación de los gustos y garantizar la variedad de op­ciones en función de los diferentes niveles de poder adquisitivo, planteado por el invitado habanero René González Sehwerert, Héroe de la República de Cuba.

A partir de su propuesta de establecer políticas dirigidas a romper con el círculo vicioso se­gún el cual un segmento de la población puede acceder a un tipo de esparcimiento de­ter­mi­nado, se desencadenó una serie de re­flexiones para que el documento en cuestión reflejara el asunto en su justa magnitud.

Mayra Martínez, delegada por Granma, con­­sideró que ese principio debe responder también a la necesidad de cultivar la belleza y, al mismo tiempo, que la diversificación de las op­ciones recreativas debe respetar los hábitos, pre­ferencias y costumbres de los diferentes seg­mentos de nuestra población. Pro­po­sición esta que validaron Yoel Queipo, dele­gado de la capital, y varios de los presentes. Quei­po fundamentó la integralidad de la mis­ma y la repercusión que tendrán para el futuro del país las decisiones que emanen de esta Comisión.

En ese sentido, Yanet Alarcón —Pilón, Gran­ma— argumentó lo oportuno de aprobar esa proposición porque logra englobar lo que en otras se perdía de vista. Ejemplo de ello es que las comunidades rurales, como en la que ella reside, poseen características muy diferentes a las de enclaves urbanos, y en una propuesta de conceptualización no pueden descuidarse es­tos detalles.

El delegado Abel Prieto, respecto a la variedad de poderes adquisitivos, comentó que es cierto que hay un grupo de opciones que de­mandan un poder adquisitivo mayor. Pero lo que nuestro Estado debe garantizar es ofertas para quienes no poseen ese nivel de ingresos. Propuso, además, que se incluyera en el do­cu­mento el trabajo para influir en los gustos de los disímiles segmentos.

Ante la sugerencia de varios delegados de no hacer alusión a las distintas capacidades de ingresos, Alfredo Carbonel, de Camagüey, ofre­ció su valoración en cuanto a lo pertinente de dejar explícito el tema en la conceptualización porque de lo contrario estaríamos de espaldas a una realidad y que, reconociéndola, cada quien puede identificar las ofertas a las cuales sus in­gresos les permiten acceder. Lo que se ne­ce­sita es que se garanticen más modalidades para quienes menos tienen y que sean de calidad.

Precisamente sobre este particular insistió Miguel Barnet, delegado por La Habana, quien aseveró que el socialismo tiene que garantizar la más alta ca­lidad en las ofertas de esparcimiento, pensadas desde y pa­ra sus destinatarios finales. La Comisión aprobó enriquecer este acápite en general, a partir de las observaciones realizadas puntualmente y lo aprobado en este punto.

Gran intercambio suscitó, asimismo, la ne­cesidad de no descartar a ninguno de los actores que intervienen activamente en la integralidad de la formación en valores de las nuevas ge­neraciones: familia, escuela, educadores y co­munidad, pues en esa cadena cada eslabón desempeña un rol protagónico para la consecución de este principio. De ahí que el Estado propicie entre ellos un nexo permanente y en constante consolidación.

En el Capítulo I, referido a los principios que sustentan el Modelo y sus principales transformaciones, la delegada de La Habana Aracelys González Díaz sugirió incorporar a la lista de esferas decisivas en esta proyección a la Salud Pública, planteamiento que se sustenta en el vasto caudal de aportaciones de ese sector a nuestro país y que fue ratificado en horas de la mañana por el General de Ejército Raúl Castro, durante la presentación del informe central.

Otra de las intervenciones que respaldaron los delegados e invitados fue la del delegado Abel González, consistente en la ratificación del antimperialismo como uno de los valores esen­ciales del pueblo cubano y su consiguiente re­flejo en este proyecto de documento.

Pelayo Terry Cuervo, delegado de la capital, compartió con los participantes sus valoraciones sobre el acápite dedicado a la comunicación social como recurso estratégico. Y planteó al respecto que no debe limitarse el servicio de la participación pública sin que aparezca ex­plícito el debate, pues no siempre que se participa en un espacio se aporta a las discusiones e intercambios. Además, sugirió que se pre­viera en el documento la cabida de nor­mas jurídicas que pudieran influir en el fu­turo en las disposiciones inherentes a la política tra­zada para los medios de prensa y la ac­tividad comunicacional grosso modo, como una po­sible Ley de Comunicación que ya se estu­dia. Dicha propuesta fue aprobada por unanimidad.

En relación con el reconocimiento moral y jurídico de la igualdad de derechos y deberes de la ciudadanía, expreso en la igualdad de oportunidades, Homero Acosta subrayó que deben decirse nítidamente las garantías que el Estado ofrece con vistas a ese reconocimiento, entre ellas la participación y consultas populares que se aseguran.

Miguel Barnet abundó en el enfrentamiento a toda forma de discriminación, a partir de sus consideraciones para que quedara esclarecido que tampoco se discrimina por el origen nacional, alentó la participación de varios asistentes al cónclave —como las intervenciones de Bruno Rodríguez, Caridad Diego y Lidia Es­ther Nodarse— lo cual resultó enriquecedor en el ánimo de enfocar el principio utilizando los términos exactos y así evitar dis­torsiones.

Luis Rodríguez, invitado de la delegación habanera, insistió por su parte en el reconocimiento de Cuba como una nación de derecho. Diferentes puntos de vista, dudas y proposiciones versaron en esta dirección. Ante la heterogeneidad de criterios, Bruno Rodríguez y Díaz-Canel recordaron que este es uno de los tópicos que se priorizarán de cara a la anu­n­ciada reforma constitucional, y lo más prudente en lo relativo al Estado de derecho, sería poder dedicarle el estudio y espacio para el de­bate que un asunto tan significativo amerita.

Otras aportaciones estribaron de los análisis respecto a las cualidades de un cuadro de dirección, la máxima atención a la defensa del país, la importancia de perfeccionar el sistema presupuestado y su remuneración, y po­tenciar el papel de la ciencia.

Rubén Remigio —invitado de La Haba­na— destacó la pertinencia de añadir la tutela judicial efectiva como derecho y garantía a los ciudadanos de poder servirse de esa justicia.

Alfredo Carbonel, de Camagüey, ponderó la ur­gencia de situar en primer plano la formación de los recursos humanos porque esa ha sido la principal fortaleza en cuanto a re­cursos de nuestro país, a lo largo del proceso revolucionario; idea que fue defendida asimismo por Marcia Cobas, de Mayabeque, y la ministra del Citma, Elba Rosa Pérez.

En el apartado de las consideraciones finales, el delegado de la capital, Alejandro Castro Espín, propuso, en el enunciado que refleja que este proceso se desarrolla bajo las fuertes restricciones que imponen el bloqueo y la persistencia de la intención de subvertir nuestro socialismo, sustituir intención por las acciones. Fue aprobado por unanimidad.

Mientras, Yorkys Mayor Hernández, de Pi­nar del Río, pidió que se dejaran claros los conceptos de sostenibilidad y prosperidad (sobre todo el primero) desde antes del punto en que se hace referencia a ellos, pues ambos son estratégicos y de vital im­portancia en to­do lo que el documento expresa.

Hoy la comisión analizará en la mañana el Informe Central al Congreso y en la tarde presentará el resultado de su primera sesión de trabajo.

Enriquecen Proyecto de Modelo del socialismo cubano

Continúan los análisis en la Comisión número uno sobre un documento que seguirá ganando en matices a lo largo de la Isla

Alina Perera - Juventud Rebelde.- Contundente, abarcador, con clara visión del presente y del futuro. Así valoró el Informe Central presentado por el Presidente Raúl en la jornada de apertura del 7° Congreso, el miembro del Buró Político y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien preside la Comisión número uno del cónclave sobre la Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista.

A modo de antesala a los análisis de los delegados e invitados, fueron compartidos por la presidencia detalles sobre el proceso de consultas que precedió a la elaboración de la propuesta del Proyecto de Modelo. Según explicó Leonardo Andollo, segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, en la nueva versión de los documentos participaron, entre delegados e invitados a lo largo del país, 1 158 personas.

Se hicieron 373 propuestas, de las cuales se aprobaron 255 en plenarias provinciales. Finalmente se incluyeron en el proyecto, 243 propuestas. Los temas más debatidos en ese proceso de consulta fueron el período histórico de la construcción del Socialismo, los problemas que se agudizaron durante el período especial, el papel del mercado y la necesidad de su reconocimiento y regulación.

Igualmente motivaron múltiples reflexiones a lo largo de la Isla el tema de la existencia de los medios fundamentales de producción de propiedad no estatal, el reconocimiento de la propiedad privada, en especial de los cubanos, así como los factores que conforman la prosperidad en nuestro Socialismo, y el rol que deben desempeñar los jóvenes.

Por tales antecedentes, Díaz-Canel habló en clara referencia al texto que es punto de partida para los análisis en la Comisión, de un «documento robusto, integrador, bien conceptualizado».

Página a página, los delegados e invitados fueron haciendo uso de la palabra para proponer, esclarecer y enriquecer las ideas incluidas en el Proyecto de Modelo.

El Primer Vicepresidente cubano propuso añadir la palabra «antimperialismo» al párrafo 40, cuyo contenido alude a las principales fortalezas con que Cuba cuenta para un desarrollo socialista, próspero y sostenible: «La firmeza de valores esenciales del pueblo cubano, entre los que se destacan el humanismo, el patriotismo, la dignidad, la elevada vocación solidaria e internacionalista, y una cultura cimentada en nuestras mejores tradiciones y en las raíces éticas y espirituales de la nación».

La idea encontró acogida. Y así, sucesivamente, los participantes expresaron sus propuestas: Aracelys González Díaz, delegada por La Habana, sugirió, y así fue aprobado, incluir a la Salud Pública entre las «dimensiones de desarrollo» del país. Otro delegado resaltó la idea de reflejar el papel de los jóvenes, de manera protagónica, en el Modelo de Conceptualización.

Tópicos como la democracia socialista y la sociedad civil cubana, o que en el espíritu del documento no quede resquicio alguno para cualquier tipo de discriminación, segregación o afán que desuna, afloraron en la jornada de debate. De igual manera se propuso precisar que a la defensa se le prestará la máxima atención.

Sobre las intervenciones que dieron o no lugar a la aprobación de modificaciones, la delegada Mariela Castro Espín, invitada por La Habana, expresó que estas horas entrañan una oportunidad de aprendizaje, de caminos para apropiarnos de conceptos valiosos, los cuales sin duda se irán enriqueciendo en posteriores consultas con la base.

Sobre la comunicación social como recurso estratégico de dirección del Estado, las instituciones, las empresas y los medios de comunicación al servicio de la participación pública, el delegado por La Habana, Pelayo Terry, propuso agregar que esa herramienta también sea puesta al servicio del debate público.

Particular interés suscitó el párrafo número cien, donde se expresa que «no se permite la concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales y jurídicas no estatales conforme a lo legislado, de modo consecuente con los principios de nuestro socialismo».

Alguien solicitó redactar la expresión en positivo. Los delegados e invitados votaron mayoritariamente porque el concepto no fuese modificado: de lo que se trata, como afirmó Díaz-Canel, es que no se concentre la propiedad y la riqueza en el sector no estatal. Y al respecto recordó que el sector no estatal, reconocido sin prejuicios, no forma parte de economía neoliberal alguna sino que está reconocido y forma parte de la planificación de la economía cubana. Ahí, dijo, radica la diferencia.

El Secretario del Consejo de Estado Homero Acosta, en una intervención a propósito de la propiedad privada, recordó que el tema no debe ser visto en abstracto.

La propiedad privada sobre los medios de producción, explicó, hay que definirla conforme a su función social. Ese concepto es lo que permite garantizar que prevalezcan los intereses de la sociedad por sobre la propiedad privada, y que el Estado pueda accionar cuando no se cumpla con esa función social.

Jurista de profesión, Homero detalló que en el capitalismo en su etapa inicial el dueño de una propiedad podía hacer lo que quisiera con ella. Pero el desarrollo del capitalismo, y varios elementos históricos, hicieron que gradualmente cambiara la legislación respecto a esa propiedad privada. Esa es la génesis del concepto de función social.

En Cuba la Constitución de 1940 incluye la función social de la propiedad privada. Por eso se propuso en la Comisión, y así fue aprobado, no obviar esa idea reconocida internacionalmente, que puede ser legítima pero que requiere regulaciones.

Sobre prosperidad, sostenibilidad, y otras definiciones

Prosperidad y sostenibilidad son dos conceptos vitales que definen el socialismo cubano. Por eso, los presentes aprobaron delinearlos con rigor en algún punto de la Propuesta de Modelo.

Como el Modelo está redactado de modo general en tiempo presente, Dalia Herrera, delegada por La Habana, pidió no conferir al párrafo 278 un tono de asunto resuelto, pues su contenido es un asunto de hoy y también del futuro: «La educación y la formación de valores en las nuevas generaciones —dice el párrafo que será conjugado distinto—, la calificación de los obreros, campesinos, técnicos, profesionales y científicos, han sido perfeccionadas sobre la base del principio martiano de la vinculación del estudio y el trabajo en las nuevas condiciones, en correspondencia con las necesidades del desarrollo socialista».

Disfrute del tiempo libre

Largo y útil resultó el análisis generado por cuenta del párrafo 281, alusivo a las opciones de esparcimiento y el uso del tiempo libre: tras ser escuchados múltiples criterios, primó el espíritu de que esa arista de lo subjetivo debe tomar en cuenta los intereses y preferencias según edades, costumbres y gustos de los distintos segmentos de la población.

Pero la idea que hablaba de ofertas para diferentes niveles de poder adquisitivo fue desterrada del párrafo: se abogó por que el disfrute del tiempo libre sea algo que enaltezca.

Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente cubano, comentó sobre el deber que tiene el Estado socialista de ofrecer alternativas para quienes no tienen mucho poder adquisitivo, y por lograr influir en el gusto de todos los cubanos.

El periodista Joel García, delegado por La Habana, resaltó que lo más importante es crear opciones recreativas.

«El propósito esencial —destacó Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac)— es brindar opciones de la más alta calidad a toda la población sin distingo alguno».

Cardinales resultaron los conceptos analizados en el capitalino Palacio de Convenciones. La comisión contó con la presencia del 99 por ciento de los delegados convocados, y con una numerosa asistencia de invitados. En la presidencia también se encontraban Ramón Espinosa Martín y Bruno Rodríguez Parrilla, miembros del Buró Político; Leonardo Andollo Valdés, miembro del Comité Central y segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo; Jorge Cuevas Ramos, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento de Turismo, Transporte y Servicios del Comité Central.

Presidían, además, Caridad Diego Bello, miembro del Comité Central y jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central; Elba Rosa Pérez Montoya, miembro del Comité Central y ministra de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente; Rubén Toledo Díaz, jefe del Grupo de Planificación de la Comisión de Implementación; Miguel Limia David y Alfonso Regalado, especialistas de la Comisión de Implementación, y el Comandante de la Revolución Guillermo García.

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