Los primeros capítulos de la telenovela dirigida por Yoel Infante ya ha generado comentarios…

Ana María Domínguez Cruz - Cubahora

Una niña autista, cuya madre ansía vivir lejos de su suegra…

Un dependiente de un agromercado que no quiere lucrar con sus poderes adivinatorios y prefiere regalar consejos…

Una adolescente huérfana de madre que va errando por la vida…

Una pareja abierta en sus cánones amorosos…

Un gerente que trasciende la legalidad en su oficio y en las relaciones amorosas…

Una anciana que busca a un amor de juventud…

Unos desalmados que pretenden ganar dinero fácil en peleas de perros…

La sal del paraíso: Telenovela cubana. Cuenta con 60 capítulos de 27 minutos cada uno. Está dirigida por el realizador Joel Infante.Sus gionistas son Yaima Sotolongo y Emilia Liñero.

Por ahora, los primeros capítulos de la telenovela cubana La sal del Paraíso ya han generado comentarios entre los televidentes que siempre esperan sorprenderse con cada entrega de este país.

“Es muy probable que sí se sorprendan porque hay historias, hay tramas que no se han visto en otras telenovelas anteriores y que pueden motivar mucho a las personas. Es lo que quiero lograr en el público luego de haber asumido la dirección de una telenovela por primera vez”, confiesa Yoel Infante.

—¿Era un sueño o fue casual?

—No tanto como un sueño pero sí un reto pendiente, de esos que hay que proponerse en la carrera. Hasta ahora solo había incursionado en la dirección de teleplays, documentales, cuentos…, así que cuando la asesora me propuso el guión de Yaima Sotolongo y Maria Emilia Liñero, y me dijo que estaban interesados en que yo dirigiera, decidí aceptar.

“Hacer una telenovela implica trabajar como mínimo con 50 ó 60 actores, y ello te permite trabajar con quienes no has podido hacerlo, porque los teleplays duran poco o porque la gama de personajes no ha sido lo suficientemente amplia. Con la telenovela se abre el diapasón de personajes y a partir de las características que conoces de los actores armas el casting”.

—Cuéntame de algunos desafíos que te trajo la producción y el casting de la telenovela.

—Andrea es una niña autista, y encontrar a una pequeña que interpretara el personaje sin padecer la enfermedad no fue nada fácil. Tuvimos que investigar mucho, ver documentales sobre el tema, visitar la escuela para niños con estas características y trabajar mucho con mi pequeña actriz.

“Con un peso importante en la trama aparece un personaje de talla muy baja, lo que comúnmente llamamos una persona enana, sin ofender… Te imaginas que fue difícil hacer un casting en todo el país para encontrar quien asumiera el personaje. Le agradezco mucho al actor que asume el rol de su esposo en la historia porque su ayuda fue crucial para lograr la química y el desempeño de la muchacha en la escena. Fue un gran riesgo pero salí ileso de él.

”En el primer capítulo ya se vio una escena muy violenta en el marco de una supuesta pelea de perros. Es un fenómeno que existe lamentablemente en nuestro país y muchas personas hacen negocios con eso. La idea de mostrarlo es precisamente para transmitir el mensaje educativo de no maltratar a los animales ni utilizarlos con esos fines, y quiero aclarar que ninguno fue objeto de acciones agresivas o daños porque cuidamos mucho eso en el montaje y filmación”.

—El público cubano sigue las telenovelas pero tiene un sentido de la crítica muy fuerte…

—Los cubanos tenemos una cultura de la crítica formidable, es cierto, y por eso sabemos valorar lo que se nos ofrece. No obstante, a veces somos muy crueles y exigentes con nosotros mismos sin tener en cuenta las dificultades que persisten en la realización de productos audiovisuales como este. A la vez amamos lo que hacemos y, en definitiva, la crítica, especializada o no, nos ayuda a ser mejores en nuestro trabajo. Yo no quise cambiar los cánones de la telenovela tal y como la tenemos concebida en el quehacer artístico, pero sí quise ganarme la atención del público, y espero que eso fluya esos tres días a la semana.

—¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos?

—Terminé de editar la novela en febrero y recién termine de grabar Oh, un teleplay que aborda el tema del alcoholismo en jóvenes. Será transmitido en el verano en el espacio Una calle, mil caminos.

“Luego quiero dedicarme a escribir un tiempo. Hace poco compartí con Amilkar Salati el guión de la teleserie Zoológico, que también la veremos en pantalla durante la programación de verano, y juntos escribiremos también Vida de mi vida, una novela de la que ya tenemos el argumento y ahora queda la tarea más grande que es concebir cada capítulo.