Camiones pesados en una zona utilizada por la planta de níquel Pedro Soto Alba, en la ciudad oriental de Moa, Cuba, el 10 de junio de 2016 / Reuters / Alexandre Meneghini.

Sarah Marsh - Reuters - Traducción de Progreso Semanal.- MOA, CUBA. Cuba está tratando de reducir costos en la industria del níquel para compensar las pérdidas por los bajos precios mundiales, en lugar de aumentar la producción de 56 000 toneladas al año, dijeron ejecutivos de la industria en una excursión poco común a una de las plantas de la isla.

El jefe del monopolio estatal Cubaníquel y gerentes de plantas dijeron que a pesar de la crisis tienen sus miras puestas en la inversión extranjera para en el futuro aumentar la capacidad.

El níquel es una de las principales fuentes de divisas para la atribulada economía de Cuba, y el país promedió una producción de alrededor de 74 000 toneladas en la década posterior a 2000. Pero los ingresos por la exportación de níquel se han visto afectados por la obsolescencia de las plantas y una fuerte caída en los precios del metal durante los últimos cuatro años.

Originalmente, la compañía esperaba ingresos de $600 a $700 millones de dólares por la venta de níquel este año, con una proyección de los precios en alrededor de $14 000 por tonelada, dijo el director Eder Oliveros Garcell. En cambio, los precios se han mantenido en alrededor de $8 600 por tonelada, lo que significa que las ventas serán sustancialmente menores.

“Esperábamos los ingresos de esa magnitud, pero la realidad de hoy es diferente”,  dijo Oliveros durante una visita la semana pasada a la planta Pedro Soto Alba, en la ciudad oriental cubana de Moa, una empresa conjunta entre Cubaníquel y la minera canadiense Sherritt International Corp.

Se prevé subida de precio

Oliveros dijo que espera que los precios del níquel, que se utilizan en la producción de acero inoxidable y otras aleaciones resistentes a la corrosión, aumenten de nuevo el próximo año. Cuba es uno de los mayores productores del mundo y exporta a China, Europa y Canadá.

La producción en la planta Pedro Soto Alba continuará funcionando a pleno rendimiento, con un monto de 37 500 toneladas por año. Si continúa funcionando al mismo ritmo, tiene reservas suficientes para durar otros 18 a 20 años, dijo Ricardo Quintana Santana, jefe de producción de la planta.

Pero la única otra planta de procesamiento de Cuba, la planta Che Guevara de propiedad estatal, también en el barrio noreste de Moa, estaba operando muy por debajo de su capacidad de 30 000 toneladas por año, dijo Oliveros. La producción este año posiblemente será de 18 500 toneladas, y aumentaría a 19 000 toneladas en 2017, dijo.

Los bajos precios están exacerbando el impacto de la baja producción en los resultados financieros.

“El tema de los precios este año está teniendo un impacto significativo en los resultados de la planta y tenemos que mejorar en los costos para obtener mejores resultados”, agregó.

La industria estaba tratando de reducir los costes energéticos y metalúrgicos, dijo Santana. Sin embargo, quieren aumentar los salarios en línea con las recientes reformas bajo el presidente Raúl Castro, destinadas a actualizar la economía de Cuba al estilo soviético.

El salario mensual promedio del Estado cubano es de alrededor de $25, lo que no es suficiente para vivir, a pesar de la vivienda gratis, raciones de alimentos y atención médica y educación gratuitas.

“El salario que tuvimos el año pasado se ha multiplicado como por cuatro”, dijo Santana, quien agregó que los salarios eran ahora de alrededor de 3 000 pesos cubanos mensuales, equivalentes a $125 dólares. Como resultado, ha aumentado la motivación, dijo.

A pesar de la caída de los precios, Cuba está buscando un socio para otros proyectos en la industria del níquel, dijo Oliveros Garcell, y hay interés por parte de empresas en China, Brasil y Sudáfrica.

La exploración en Moa y sus alrededores ha mostrado que existen reservas que podrían soportar 120 años de explotación minera a la tasa actual de producción del país.

Tanto Oliveros como Santana dijeron que esperan que las sanciones de Estados Unidos contra Cuba se eliminen para que la industria del níquel pueda exportar a EE.UU. e importar piezas de repuesto de su cercano vecino del norte, en lugar de hacerlo desde Europa.