Cuba Debate.- ¿Cómo aumentar las producciones locales de alimentos? ¿A qué ritmo va el desarrollo de la agricultura urbana y suburbana? ¿Cómo evitar que se pierdan las cosechas en el campo? Estas y otras interrogantes encontraron respuestas en la mañana de este martes durante la sesión de trabajo de la Comisión Agroalimentaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
A pesar de reconocer de que la agricultura urbana incentivan las producciones para el autoabastecimiento local de hortalizas, frutarles y viandas, así como observar resultados palpables en este sentido en los últimos años, los diputados cubanos señalaron que aún hay retos por delante.
Al referirse al tema de la agricultura urbana y suburbana, entre las metas a alcanzar, se refirieron a la necesidad que en comunidades de más de 100 habitantes se disponga de organopónicos, huertos intensivos o parcelas, dedicados a producir vegetales para la propia comunidad, pues el suministro de vegetales de los polos productivos no satisfacen la demanda.
Como reconoció el propio informe presentando en la comisión, las insuficiencias de los sistemas de riego, así como la producción de semillas en fincas municipales es otro de los aspectos a tener en cuanta.
Al respecto, Adolfo Rodríguez Nodals, Jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana acotó que en las 26 fincas de semillas se han producido 5,25 toneladas de simientes de lechuga, acelga, rábano y habichuela. Además, resaltó la obtención por primera vez de unos 60 kilogramos de semilla de zanahoria cien por ciento cubanas.
Rodríguez Nodals agregó que al cierre de mayo de 2016 la producción de hortalizas y condimentos frescos se encontraba al 102 por ciento de lo planificado, al producir 533 mil 614 toneladas de estos productos.
Otro punto en la agenda de debate de la comisión en la mañana de hoy fue el desarrollo de las minindustrias y su papel en el autoabastecimiento local.
En el control y fiscalización realizada al desarrollo de estas instalaciones fabriles, se pudo apreciar el potencial productivo instalado y otros aspectos, entre los que sobresalen que son una fuente importante de empleo y que las minindustrias permiten el procesamiento para el consumo de la población de aquellas producciones agrícolas, que no disponen de tanto mercado.
Este último aspecto despertó varias inquietudes entre los diputados allí reunidos pues muchas de las producciones como el tomate y el mango se están echando a perder en los campos por falta de capacidad productiva tanto de las grandes industrias como de los pequeños centros procesadores.
“Estamos claro del esfuerzo que se hace con la agricultura urbana y del aumento de las producciones de frutales. Hoy mismo, el mango se está perdiendo desde Guantánamo hasta La Habana, y no se recibe porque no hay latas en la fábrica. Al final terminamos importando estas pulpas, que le cuesta mucho más al país”, expresó Avilio Piedra del municipio de Quivicán en Mayabeque.
Sobre este mismo particular intervino enérgicamente Israel Pérez del municipio Yaguajay en Sancti Spíritus quien dijo estar preocupado por el desperdicio de alimentos y por los altos costos que le genera al país.
“Veo esto más preocupante después de saber que el país invierte dos mil millones de pesos en la compra de alimentos, esta cifra debemos comenzar a bajarla. Estamos logrando que se produzca más y se han estabilizado los precios pero, cuánto tomate y mango votamos, cuántos tomates y pepinos no encurtimos. Hay un excedente pero no tenemos las condiciones para poder conservar alimentos”, agregó.
Sobre la producción de envases Reinaldo Luis González, vicepresidente primero de la industria Sideromecánica agregó que la producción de bidones está a plena capacidad y hay un sobrecumplimiento, en el caso de los envases de hojalata.
Continuando esta línea de intercambios, Alicia Fernández, diputada del municipio de Quivican en Mayabeque, alertó: “nos falta un sistema que integre todo lo relativo a las minindustrias, ya que es importante conocer cuál es la demanda porque con esos indicadores mencionados por los directivos no se sabe cuánto se va respaldar o no las necesidades productivas”.
Entre otras problemáticas que golpean un mejor desarrollo de las industrias locales de alimentos se señaló además que no se cuentan con la asignación necesaria de insumos para poder procesar los productos, provocando la necesidad de hacer gestiones por diferentes vías para poder adquirirlos, lo que incrementa los costos de producción y a su vez, se elevan los precios de venta minoristas a los consumidores; además en ocasiones se adquieren estos insumos de manera inadecuada.
