ACN.- Un Malecón colmado totalmente de público desde las inmediaciones del Parque Maceo hasta la Tribuna Antimperialista José Martí, caracterizó anoche, en su apertura, el carnaval habanero.
La fiesta está dedicada al cumpleaños 90 del líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, y a la proclamación de la capital como Ciudad Maravilla.
Con una exhibición de destrezas y habilidades por fuerzas motorizadas de la Dirección de Tránsito de la Policía, se iniciaron festejos, en los que la población disfrutó del desfile de carrozas, comparsas tradicionales y contemporáneas y muñecones, de la presencia de compañías danzarías, de bailables con populares orquestas y de una variada oferta gastronómica.
Colorido mayor, y derroche de creatividad y belleza por sus atuendos, impregnó entre esos grupos una representación de las Parrandas de Remedios, invitadas para la ocasión al igual que los Tambores de Bejucal, aunque cada conga, con sus ritmos contagiosos, puso a bailar a miles de personas a su paso por las distintas áreas del Malecón.
Durante la fiesta más antigua y popular de la capital cubana, que continuará esta noche, mañana domingo y los días 19, 20 y 21 de agosto, además del jurado emitir sus consideraciones, se otorgará el Premio de la Popularidad a la comparsa o espectáculo que mayor preferencia tenga entre los espectadores.
Según la Comisión Organizadora, son 17 las agrupaciones en competencia, y precisamente al aniversario 55 de una de ellas, la de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), ganadora el pasado año del Carnaval de La Habana, también están dedicados los festejos.
En la Tribuna Antimperialista, escenario de un concierto especial por el 90 cumpleaños de Fidel y el Día Internacional de la Juventud, también anoche miles de habaneros bailaron al compás de Enrique Álvarez y su Charanga Latina y de Elito Revé y Su Charangón.
Allí, junto a los delegados del Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes Antimperialistas, se le dio vivas y se le cantó felicidades al Comandante en Jefe cuando las manecillas del reloj indicaron la llegada de su onomástico, se picó un cake y fuegos artificiales hicieron saber a muchos que había llegado otro día bien histórico para Cuba y la humanidad.
