Estaban presentes las máximas autoridades del Partido y el Gobierno, representantes juveniles y de organizaciones de masa, los Héroes de Cuba Gerardo, René, Antonio y Ramón con sus familias, junto a invitados internacionales, que colmaron las instalaciones.
Se vivía un clima de alegría y expectativa, el teatro virtualmente explotó al ingresar Raúl Castro junto a Nicolas Maduro, cuya visita había sido anunciada por la mañana en el periódico Granma, se sientan en la primera fila, rodeados de viejos combatientes y amigos, además de autoridades, cuando en eso se abre la puerta lateral y llegó Fidel.
Imposible relatar lo vivido en ese momento, delirio, amor, éxtasis, no hay adjetivos para describir lo que se sintió al ver ingresar, caminando en medio de su guardia de seguridad, al Comandante en jefe Fidel Castro Ruz, con sus 90 años de victorias a cuesta, y todas las que vendrán impulsadas por su ejemplo.
Saludó y se sentó entre Raúl y Nicolas, a quién no dejó de hablar en toda la noche, mientras desde las plateas y los palcos los cantos se sucedían en medio de las lágrimas que desbordaban a todos, quién no lloró allí, no estaba vivo o era de piedra.
Fidel, Fidel, que tiene Fidel, que los imperialistas no pueden con El. Coreaban los presentes, junto a vivas al Comandante, a la Revolución, momento apoteótico, desbordante de afecto, cariño, reconocimiento, cantando el feliz cumpleaños en reiteradas oportunidades.
Es Fidel, el hombre que viaja hacia el futuro y vuelve a contarnos que tenemos que hacer, el estratega y visionario, el defensor de la humanidad y la dignidad de los pueblos, el día anterior, daba a conocer una nueva reflexión, para que no queden dudas de su forma de interpretar el mundo y la vida, haciendo un breve pantallazo de cómo inició su vida allí en Birán, como era la sociedad Batistiana y finaliza haciendo una denuncia por los riesgos de destrucción atómica y un llamado a preservar la paz mundial. Fidel sigue siendo Fidel a los 90 y por muchos más.
Es Fidel, el hombre que sobrevivió a más de seiscientos atentados, y jamás dejó de estar junto a su pueblo, en cualquier parte del mundo donde estuviera, en Nueva York, en Buenos Aires, en Johannesburgo, o en un reparto de provincia.
Es Fidel encabezando siempre la lucha por las causas justas, el dirigente que jamás se doblegaría ante cualquier adversidad, transformando la derrota en victoria, como en el Moncada o en el desembarco del Granma, que se pareció más a un naufragio que a un desembarco al decir del Che.
Es Fidel el que derrota a los mercenarios de la CIA en Playa Girón, y a los sudafricanos del apartheid en Cuito Cuanavale. El imperio doblegado por un hombre que encarna para todos los revolucionarios del mundo el ejemplo, el camino a seguir.
Finalizada la obra, los niños y niñas integrantes de la agrupación teatral, volvieron a cantarle el feliz cumpleaños a Fidel desde los pasillos y junto a él, acompañados por todo un auditoria delirante de emoción y alegría, “te queremos, Fidel, te queremos”, es que todos interpretamos que con su presencia era Fidel el que le había hecho un gran homenaje a su pueblo.
Fidel de pié, se va retirando, saludando a todos a su paso y es en ese momento que Raúl, a voz en cuello y haciendo bocina con sus manos grita a los presentes “Fidel sigue dando un mitin en todas las esquinas”
Que decir, solo: COMANDANTE, PA LO QUE MANDE
