Miguel Febles Hernández - Granma.- Desde la apertura de la institución se han atendido 128 personas, a las cuales, tras un periodo de tratamiento, se les han buscado diferentes variantes de reinserción a la sociedad.
Tras someterse a necesario remozamiento, acaba de reabrir sus puertas el Centro Provincial de Protección Social, institución encargada de asistir y proteger a personas con conducta errante y necesidades sociales hasta lograr su reinserción al trabajo y a la familia.
Ubicado en lo que otrora fuera una escuela de capacitación sindical, el centro comenzó a funcionar el año pasado y de inmediato, junto con la atención personalizada a cada ciudadano, se inició la reparación por etapas de las instalaciones para elevar el confort y ofrecer un servicio de calidad.
Esta vez, gracias al concurso de varias empresas y organismos de la localidad, se concluyeron cuatro dormitorios, un centro de prestación de servicios, un puesto médico, una sala-teatro y un ranchón, mientras en fecha próxima se sumará una cafetería, una lavandería y una peluquería-barbería.
Según información ofrecida por Martha Adán López, directora provincial de Trabajo y Seguridad Social, desde la apertura de la institución en el 2015 se han atendido 128 personas, a las cuales, tras un periodo de tratamiento, se les han buscado diferentes variantes de reinserción a la sociedad.
Entre estas, explica Martha, las más frecuentes son la reincorporación al medio familiar, la ubicación en algún trabajo socialmente útil, el regreso a las provincias y municipios de origen, el ingreso en los hogares de ancianos y otras soluciones que en ningún caso significan dejar a la persona desamparada.
“Este es un colectivo que debe ser ejemplo de solidaridad, humanismo y esmero en el cuidado de los recursos disponibles”, refiere la directora provincial de Trabajo y Seguridad Social, en relación con el papel a asumir por el personal del centro asistencial, cuyas instalaciones acogen hoy a 23 ciudadanos.