Arnaldo Mirabal Hernández. Esa fue la primera frase que me dijo José Ramírez Pantoja del otro lado del teléfono cuando logré contactar con él. En las últimas semanas su nombre ha retumbado una y otra vez en las redes sociales tras sufrir la expulsión de la emisora donde se desempeñó como periodista cultural durante más de una década.


La causa de tal desaguisado fue un post que publicó en su blog, reproduciendo textualmente la comparecencia de Karina Marrón en el pasado Pleno Nacional de la Upec. Aunque por momentos dudó si sería pertinente publicar las palabras de la subdirectora de Granma, decidió dar clic, y lejos estaba de imaginar el vendaval que sobrevendría contra su persona.

Recuerda que tras publicarlo en su blog verdadecuba.blogspot.com y enlazarlo a la red social Facebook, escribió el primer comentario apoyando las declaraciones de la joven periodista y reconociendo que así deben hablar los jóvenes revolucionarios: con valentía y sin pelos en la lengua.

Pero semejante osadía del radialista holguinero le jugó una mala pasada. No pasó mucho tiempo para que cayeran sobre él los dedos acusadores y las miradas adustas, y no tuvo más salida que retirar aquel post de su blog, algo que de nada le valió, la intervención de Karina se volvió viral y varios medios extranjeros replicaron el contenido.

Desde principios del mes de julio José Ramírez Pantoja sufre un calvario, le retiraron la conexión a internet desde su casa, lo separaron de la Emisora de la cabecera provincial Radio Holguín, y hoy se encuentra inmerso en un proceso de apelación con la esperanza de que quienes tomaron la injusta decisión recapaciten y lo restituyan a su medio de prensa.

El próximo 12 de septiembre, cuando Pantoja arribe a los 40 años, quizás no esté de ánimo para festejar. Nunca imaginó que se pudiera borrar de cuajo y sin miramientos la trayectoria de un profesional con la facilidad que se tachan tres palabras en una hoja en blanco. Así parece que sucedió en Holguín, donde a muchos les cuesta hasta mencionar su nombre.

Pantoja no es un improvisado. Egresado en la especialidad de Comunicación Audiovisual en la Universidad de la Artes en Holguín, llevaba 16 años vinculado al periodismo radiofónico. Primero como corresponsal de CMBF Radio Musical Nacional, y luego en radio Holguín, siempre desempeñándose como periodista cultural.

Pero de nada servirá un extenso currículo cuando se cae en desgracia, bien lo sabe Pantoja, “al parecer siempre estamos en el filo de la navaja, en la cuerda floja”, asegura.

“Si hay algo que me duele en el alma, te lo juro por mi madre que está en el cementerio, es el poco apoyo de la Upec, organización a la cual pertenezco desde el 2006”.

Él cree que los directivos de radio de su provincia poco tienen que ver con este asunto, solo se hicieron eco de la decisión que vino de arriba.

“En un inicio las palabras fueron conciliadoras, me pidieron que quitara el escrito con urgencia y lo hice; cuando me retiraron mi cuenta de internet, me aseguraron que sería por unos días, que luego me la restablecerían”, pero el tono fue cambiando, y el 11 de julio le informan que la decisión era separación definitiva de su centro de trabajo, y nada de internet.

Todavía hoy defiende a los directivos del sistema de radio en Holguín, cree que todo responde “a un telefonazo de arriba”.

Pero aun más le dolió la decisión de la Comisión de ética de la Upec en su provincia, por el prestigio y valía de los profesionales que la integran. “Decidieron separarme indefinidamente de la organización, por eso me preocupan y molestan tanto las palabras de la Vicepresidenta de esa organización en momentos en que espero el fallo de la Comisión Nacional de Ética”.

“Ahora quienes me injurian intentan virar la tortilla alegando que yo pedí visa para México en el pasado, como si fuera un delito viajar, además, es una decisión muy personal”.

Sobre una entrevista concedida a 14 y medio, y que también ha suscitado el resquemor de muchos, asegura que prefirió permanecer en silencio durante el proceso de apelación al cual se enfrenta.

“Traté por todos los medios de permanecer callado mientras durara este suplicio. Creo que un periodista independiente de Holguín fue el primero en publicar el caso en Cubanet, pero yo nada le dije; en esos días mi teléfono no paraba de sonar. Me llamaban de Univisión, Radio y Tv Martí, y yo solo respondía que tenía plena confianza en mi órgano de justicia laboral. Me preocupó la insistencia de esos medios y la repercusión que estaba tomando el tema. Incluso llamé al Minint y al Partido pero nadie me respondió. También llamé a la Presidencia de la Upec”, comenta.

“Un día me llamó un tal Reynaldo de 14 y medio pero decliné hablarle. En otra oportunidad me llama un periodista de Miami, y solo le comenté que me encontraba en un proceso de apelación. Salió publicado en 14 y medio, pero lo que dije ahí bien pudo publicarlo el periódico Granma. Yo no hablé mal de la Revolución. Nunca hablaré mal de la Revolución, solo cuestiono a quienes en nombre de ella hacen toda esta mierda.”

“Me duele y mucho el silencio de los colegas holguineros. Me ven en la calle y algunos me extienden frases de apoyo, pero públicamente el mutismo es general.”

Pantoja cree que quizás en Holguín le vean como un reincidente, ya que una vez publicó sobre una marcha de cuentapropistas que se dirigían hacia la sede del gobierno en la ciudad en rechazo a algunas medidas tomadas por esa instancia gubernamental, pero en aquella ocasión salió ileso gracias al apoyo de la Upec nacional.

“Esto que me está pasando a mí bien le puede suceder a cualquiera de nosotros. Ahora salen los oportunistas diciendo que me equivoqué. Esa intervención yo la hubiera publicado igual si la decía Pepe que María, porque algunos alegan que mi decisión fue malsana ya que se trataba de la subdirectora del órgano oficial del PCC. Solo reproduje lo que me pareció más valiente y necesario compartir. Si en esa intervención no se hubiera mencionado el nombre de Fidel Y Raúl seguramente nada hubiera pasado, pero si quitaba esa parte de la intervención tampoco sería honesto.

“Esto me ha dejado un sabor muy amargo. Para algunos soy un valiente, para otros el villano que se quiere hacer un historial. Tengo un desencanto tan grande…a veces me pregunto si vale la pena pasar por todo esto, solo me reconforta los comentarios de tantos amigos que ni conozco, por ustedes vale la pena echar la pelea y sentarme nuevamente en Radio Holguín, aunque a decir verdad, cada vez tengo menos esperanzas de que el fallo final me favorezca”.

ARTÍCULO PUBLICADO ORIGINARIAMENTE EN EL BLOG "REVOLUCIÓN" DE ARNALDO MIRABAL HERNÁNDEZ Y PUBLICADO CON EL CONSENTIMIENTO DEL AUTOR

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