Juventud Rebelde.-Bajo la autoría de dos investigadores cubanos, el texto revela el periplo del pequeño grupo de la guerrilla que logró escapar a la persecución del Ejército boliviano tras el asesinato del Che.

El libro De La Higuera a Chile. El Rescate, de los cubanos Adys Cupull y Froilán González, sobre los sobrevivientes de la guerrilla del Che en Bolivia salió a luz en Argentina, reporta Prensa Latina.

La presentación la realizaron anoche en el Auditorio Eva Perón de la sede en Buenos Aires de la Asociación de Trabajadores del Estado sus autores y el director de la Editorial Cienflores que lo publicó y pone en circulación, Maximiliano Thibaut.

Por su epopeya revolucionaria Ernesto Che Guevara pocos conocen que una vez capturado y asesinado centra la atención de todos los análisis, pero el 9 de octubre de 1967 en el selvático pueblo de La Higuera, un pequeño grupo de sus combatientes logró burlar el férreo cerco que les tendió el Ejército, señaló Thibaut.

En los días siguientes a la muerte del Che, los sobrevivientes del último ataque fueron despiadadamente perseguidos y ejecutados. Solo los cubanos Pombo, Urbano y Darío, y los bolivianos Inti y Ñato consiguieron escapar de los miles de hombres armados que cuadrillaban el sector.

Esta obra testimonial revela el estremecedor periplo de esos cinco sobrevivientes —comentó el editor— que lograron salvar sus vidas y aparecieron meses más tarde en una región de los Andes chilenos gracias a la ayuda de amigos bolivianos.

Los tres cubanos lograron viajar a Cuba donde llegaron el 7 de marzo de 1968, en tanto los dos bolivianos inspirados en el ejemplo del Che, retomaron la lucha armada y murieron en combate posteriormente.

En esa delicada y riesgosa operación de rescate jugó un papel descollante para el recibimiento y paso por Chile, Beatriz Allende, la hija del entonces senador Salvador Allende, resaltó Froilán González al comentar el libro.

La obra basada en los testimonios de los protagonistas trata de hacer justicia —recalca el coautor— con los pobladores y militantes bolivianos que los ayudaron en aquel crucial combate, conduciéndolos, hospedándolos o simplemente guardando el silencio necesario.

El embajador cubano, Orestes Pérez, calificó de esclarecedor el trabajo testimonial que da continuidad —dijo— a las investigaciones que por 30 años han realizado Cupull y González en torno a estos episodios, esfuerzo que dejan una huella sólida en la búsqueda de la verdad histórica, recalcó.