Prensa Latina.- Cuba demandó el pasado 3 de noviembre en Naciones Unidas una postura transparente de los gobiernos en el enfrentamiento al terrorismo, alejada de su empleo con fines políticos y la manipulación.
En su intervención ante la Sexta Comisión de la Asamblea General, comité que se ocupa de los temas legales en la ONU, la diplomática Tanieris Diéguez señaló que la comunidad internacional no puede aceptar el uso de la lucha antiterrorista como un instrumento para agredir a Estados soberanos o cometer flagrantes violaciones de los derechos humanos.
De acuerdo con la funcionaria cubana, los principios de la Carta de la organización y del Derecho Internacional son pisoteados cuando algunos países acuden a la práctica de financiar, apoyar o promover actos subversivos y de cambio de régimen contra otros.
También se violan esos principios con los mensajes de intolerancia y odio contra otros pueblos, culturas o sistemas políticos, mediante el empleo de las modernas tecnologías de la información y las comunicaciones, advirtió.
Diéguez reiteró que La Habana rechaza cualquier vínculo del terrorismo con religiones, nacionalidades, civilizaciones o grupos étnicos, y condena el flagelo en todas sus formas y manifestaciones, así como los actos destinados a alentarlo, apoyarlo, financiarlo o encubrirlo.
El enfrentamiento al terrorismo debe ser holístico, directo y centrado en la prevención, con acciones concretas para erradicar sus causas raigales, subrayó la diplomática en la Sexta Comisión, que este lunes comenzó sus reuniones dentro del 71 Período de Sesiones de la Asamblea General.
Recordó en la sesión que Cuba es uno de los países azotados por el terrorismo, como resultado de su empeño en defender la independencia y la dignidad.
Ha sufrido durante décadas actos de esta naturaleza, con un saldo de 3 mil 478 muertos y 2 mil 99 discapacitados, precisó la representante de la isla.
Diéguez afirmó que el pueblo de la mayor de las Antillas no olvida que sigue en Libertad el terrorista Luis Posada Carriles, responsable de la voladura de un avión de Cubana de Aviación con 73 seres humanos a bordo, el 6 de octubre de 1976.
Pese a sus confesiones y al reclamo de extradición que pesa contra él desde Venezuela, de donde escapó de una cárcel en 1985, Posada Carriles vive impunemente en Estados Unidos.
