Cubadebate.- Reportaje del Sistema Informativo de la Televisión Cubana desde Baracoa, en Guantánamo, sobre el impacto del huracán Matthew a su paso por Guantánamo.
Fuerza compatriotas
A Baracoa llegarán brigadas de diferentes sectores para poner en funcionamiento los servicios básicos e iniciar la recuperación del territorio. Entre otras estructuras afectadas destaca el puente sobre el río Toa, del cual solo quedan en pie 50 de los 200 metros que tenía
Granma
En Baracoa, el Ministerio de la Construcción, Etecsa, la Organización Básica Eléctrica y los Servicios Comunales trabajan para restablecer lo antes posible los servicios básicos, según reportó la periodista Arelis Alba Cobas, @labaracoesa, a través de su cuenta en la red social Twitter.
La periodista asegura que se está garantizando la elaboración de alimentos y su traslado a los centros de evacuación. Sin embargo, «se hace necesario la construcción de nuevos locales para la producción de suministros, pues colapsaron los existentes». Se dispondrá de un grupo electrógeno para dar servicio al combinado cárnico y comenzar a producir, agregó.
En Baracoa brigadas de linieros de Las Tunas, Camagüey y Guantánamo se incorporarán y también de otras provincias.
En La Farola trabajan brigadas de movimiento de tierra, una de Villa Clara y otra de Granma.
Por otro lado, la tuitera aseguró que para desobstruir vías y botar escombros se montaron cinco frentes simultáneos.
Además, afirmó que las autoridades ya comenzaron la demolición de las viviendas con afectaciones totales.
Entre otras estructuras afectadas destaca el puente sobre el río Toa, del cual solo quedan en pie 50 de los 200 metros que tenía, compartió la reportera en su perfil de Twitter.
A través del hashtag Fuerza Baracoa, la tuitera estuvo enviando mensajes, minuto a minuto, desde la Ciudad Primada durante el paso del huracán Matthew, reseñó los destrozos y también las labores de recuperación.
Baracoa después de Matthew, sin pérdidas humanas
Así quedó la ciudad primada de Cuba tras el paso del poderoso huracán Matthew. Como se sabe, también fueron azotados con fuerza los municipios de Maisí, Imías y San Antonio del Sur, de los cuales no se han obtenido imágenes debido a la interrupción de las comunicaciones con esos territorios
Jorge Luis Merencio Cautín, Ortelio González Martínez, Ángel Freddy Pérez Cabrera - Granma
BARACOA, Guantánamo.—«Matthew devastó a esta ciudad. Ni siquiera los famosos Hilda, Flora e Ike se aproximan por sus daños a los dejados aquí por este poderoso huracán», dice con tristeza Ricardo Suárez Bustamante, uno de los baracoenses que más ha demostrado querer a su urbe.
Especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en la Primada de Cuba, Ricardo y su familia se cuentan entre las afectadas por el fenómeno climatológico, ensañado inmisericordemente con el techo de su vivienda.
Sin tener datos precisos, solo por lo visto, puedo decir que destruyó cientos de casas (total o parcialmente) y arrancó no menos cantidad de techos, los cuales en la noche volaban como meteoros, acompañando el estruendo de árboles derribados, relata este vecino del barrio Bohorque.
Ahora, debido a los estragos de Matthew veo desde mi casa el suelo de las terrazas de Majayara y las alturas de Joa, ilustra el ambientalista.
Baracoa parece incendiada, una urbe sin colores, pues perdió el verde de la floresta, y el rojo, el amarillo…, y el azul de los inmuebles, cuenta por su parte la joven periodista Lisandra Sabó Vega, directora del telecentro Primada Visión.
«Creo que los perjuicios máximos están en las viviendas. Ha sido desastroso, demoledor, lo que ha pasado con el fondo habitacional», refiere la comunicadora.
«Empleando un término actual puedo decir que Baracoa quedó destruida, en ruinas, llena de escombros, pero también desbordada de solidaridad, expresada por el apoyo entre familias y vecinos o en la asistencia, ya palpable, de hombres y medios de otras provincias del país», narra la también joven baracoense Mável Toirac Suárez.
La furia de los vientos, ?asegura,? fue impresionante, terrorífica, jamás vista aquí por nadie, y fuertes las penetraciones del mar, responsables de la destrucción de escaleras de edificios y de otras afectaciones.
Si los vientos fueron al menos parecidos en otros sitios del municipio pienso que no haya quedado un plátano en pie y que hayan ido al suelo miles de cocoteros, mangos, aguacates y mapén, entre otros árboles, opina finalmente Mável.
En Baracoa, entre otros muchos daños por evaluar, fue derribada la torre de comunicación de Majayara, afectada la pista del aeropuerto y destruido el puente sobre el río Toa, lo que impide el paso hacia varias comunidades, como Nibujón, y con el holguinero municipio de Moa.
Derrumbes en el viaducto La Farola impiden por esa carretera la comunicación con Guantánamo. Interrumpido también está el tránsito por la Vía Mulata.
Hasta ayer en la tarde el municipio continuaba sin fluido eléctrico, para cuyo restablecimiento junto a los locales laboran colectivos de otras provincias, enviados allí previsoramente, antes del paso de Matthew, huracán del cual los baracoenses ya comenzaron a borrar las primeras huellas al activar cinco brigadas para la evacuación de escombros y la higienización de una ciudad que más temprano que tarde volverá a exhibir su belleza, sus atractivos, de los cuales ningún visitante, nacional o extranjero, ha podido sustraerse.
Tortuguilla no se fue con Matthew
Varios pobladores de Tortuguilla coinciden en que jamás habían visto el mar tan embravecido
Jorge Luis Merencio Cautín, Ortelio González Martínez, Ángel Freddy Pérez Cabrera - Granma
San Antonio del Sur, Guantánamo.—Si el viento es un enemigo en potencia, la lluvia no lo es menos, porque engorda los ríos que bajan de las lomas, y los que ayer enseñaban su espinazo pedregoso, como el Yateritas, hoy se desbocan hacia el mar, indetenibles, enfurecidos, arrasadores.
Esa fue la primera impresión en un recorrido a lo largo de unos 50 kilómetros de la franja costera sur de Guantánamo, conocido también como el semidesierto cubano, donde las precipitaciones son mínimas durante gran parte del año.
Entre la costa y el río, hacia Baracoa, aparecen poblados y comunidades: Maqueicito, Glorieta, Ocujal, Yateritas, Tortuguilla, y Bate Bate, a una docena de kilómetros de la cabecera del municipio de San Antonio del Sur, por demás, un lugar donde el mar jamás está tranquilo, según afirmaron residentes de la zona.
Varios pobladores de Tortuguilla coinciden en que jamás habían visto el mar tan embravecido. «Las olas pasaban y se estrellaban contra las elevaciones; el aire hacía un ruido ensordecedor, suerte que mi vivienda está fuerte y resguardó a varias personas de la comunidad, porque en momentos como estos la familia cierra fila, codo con codo. Lo importante es salvar la vida y después salir a combatir», afirmó Landy Sánchez Samón, quien asumió parte de las tareas pues su esposa estuvo ausente por tener ingresado al hijo de ambos.
Precisamente, en el momento de la visita, Yordany Mendoza Martínez, salía del hogar de Landy, donde él y sus tres hijos pasaron el vendaval. «Días antes nos habían comunicado que era muy probable que el ciclón entrara por las provincias orientales. Teníamos la experiencia del huracán Sandy, que le arrancó 12 viviendas a Tortuguillas, pero este fue peor, aunque no tumbó ninguna casa».
A sus seis años de edad, Yusnel Mendoza Domínguez afirmó a los reporteros que el ruido del aire y las olas no lo dejaron dormir, pero no está bravo con Matthew porque no pudo llevarle los juguetes que escondió debajo de la almohada.
En total, solo en Tortuguilla fueron evacuadas poco más de 500 personas, entre las viviendas de los vecinos y la escuela primaria Reinaldo Boris Luis Santa Coloma, donde estudia Yusnel.
Este fue el primer acercamiento del equipo de reporteros de este diario, en un intento baldío por acercarse a Baracoa, la Primada de Cuba, con quien Matthew no tuvo clemencia, ni creyó en su rejuvenecimiento ni en el cumpleaños 505, cumplido en agosto pasado.