Felipa de las Mercedes Suárez Ramos – trabajadores.cu.- Solo por encontrarse herido y con su arma inservible, pudieron capturarlo el 8 de octubre de 1967, en la Quebrada del Yuro, Bolivia. Un día después, lo asesinaron cobardemente en la escuelita de La Higuera. Mas el Comandante Ernesto Guevara nació para no morir jamás.

 


 

A su paso por Cuba, donde con desinteresada entrega contribuyó a derrocar la tiranía y a echar a andar el país esquilmado por el imperialismo yanqui y sus lacayos, este revolucionario de América y el mundo dejó una indeleble huella.

Su entrega a la Revolución cubana desde los preparativos iniciales para desembarcar en la isla y desencadenar la lucha por la liberación nacional, en la cual alcanzó el más alto grado, y cumplió importantes misiones como la de dirigir la invasión hasta la región montañosa central, marcó profundamente a quienes lo tuvieron como jefe. De algunas de las anécdotas narradas por dos de ellos hace varios años a esta periodista, trata la presente entrega.

Varias veces invasor

El coronel retirado Miguel Ángel Álvarez Sánchez, quien fuera jefe del pelotón de la comandancia de la Columna Invasora No. 8 Ciro Redondo y ayudante personal del Comandante Ernesto Guevara, jefe de esa fuerza, rememoró:

“Lo que más me impresionó de aquella travesía fue su ánimo; su constante preocupación por el estado físico y moral de la tropa. Cuando acampábamos, mientras los demás dormíamos o descansábamos, se dedicaba a leer un rato, incluso de noche, alumbrado por un farolito.

“En los momentos más difíciles no cejaba hasta encontrar una solución que animara a los combatientes, fatigados por las largas marchas, la sed y el hambre.

“Siempre que nos deteníamos visitaba todos los pelotones y se interesaba por la situación de cada uno de los hombres; durante la marcha, iba de un extremo a otro de la columna y por ello nosotros decimos que él hizo varias veces la invasión”.

Me probó en La Federal

Para el coronel retirado Alberto Castellanos Villamar, hablar del Che no solo constituye un regocijo, sino también una necesidad porque “lo veo como al maestro, en todos los sentidos: de la guerra, de la industrialización, de la formación de cuadros, en fin, de toda la vida de un revolucionario”.

Y confiesa: “Yo siempre fui protestón y el Che, con sus enseñanzas, me reeducó”.

Durante la invasión, Che lo designó chofer de una guagüita Willy, en la punta de vanguardia:

“El 9 de septiembre de 1958 caímos en una emboscada en el batey de la finca La Federal, ya en territorio de la entonces provincia de Camagüey. Como yo iba desarmado, el Comandante Ramiro Valdés Menéndez, segundo jefe de la columna, me ordenó quedarme fuera del área de combate. Estaba amaneciendo y decidí ir al encuentro del resto de la columna para informar la situación.

“La encontré a la entrada de la finca. Después de escucharme, Che dispuso situar varias emboscadas en el camino. Ordenó que el resto de la tropa fuera hacia el monte, al fondo de la finca, y salió rumbo al batey con Leonardo Tamayo —el Urbano de la guerrilla por él comandada en Bolivia y uno de sus sobrevivientes—, y conmigo.

“Cuando nos hallábamos a unos 150 o 200 metros de la casa principal, desde ella comenzaron a tirarnos. De momento miro y no los veo, me vuelvo y, como a 25 metros, agachados a la orilla del terraplén, se hallaban los dos. Che me hizo señas para que regresara y me dijo que era mejor seguir por entre la hierba de guinea, pues por allí nos podían matar.

“Yo me pregunté: ¿Y por qué me dejo seguir? La respuesta me la dio Tamayito: ‘¿Tú sabes que Che te probó? Me tomó de la mano y te dejó seguir. Parece que él pensó que tú habías corrido’”.

Fidel: “El ejemplo del Che debe ser el modelo ideal para nuestro pueblo”

Cubadebate.- En el aniversario 49 de la muerte del Che por agentes de la CIA, Cubadebate comparte fragmentos del discurso realizado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la velada solemne en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967.

“Che era una de esas personas a quien todos le tomaban afecto inmediatamente, por su sencillez, por su carácter, por su naturalidad, por su compañerismo, por su personalidad, por su originalidad, aun cuando todavía no se le conocían las demás singulares virtudes que lo caracterizaron”.

“Desde el punto de vista revolucionario, desde el punto de vista de nuestro pueblo, ¿cómo debemos mirar nosotros el ejemplo del Che? ¿Acaso pensamos que lo hemos perdido? Cierto es que no volveremos a ver nuevos escritos, cierto es que no volveremos a escuchar de nuevo su voz. Pero el Che le ha dejado al mundo un patrimonio, un gran patrimonio, y de ese patrimonio nosotros —que lo conocimos tan de cerca— podemos ser en grado considerable herederos suyos”.

“Nos dejó su pensamiento revolucionario, nos dejó sus virtudes revolucionarias, nos dejó su carácter, su voluntad, su tenacidad, su espíritu de trabajo. En una palabra, ¡nos dejó su ejemplo! ¡Y el ejemplo del Che debe ser un modelo para nuestro pueblo, el ejemplo del Che debe ser el modelo ideal para nuestro pueblo!”

“Che se ha convertido en un modelo de hombre no solo para nuestro pueblo, sino para cualquier pueblo de América Latina. Che llevó a su más alta expresión el estoicismo revolucionario, el espíritu de sacrificio revolucionario, la combatividad del revolucionario, el espíritu de trabajo del revolucionario, y Che llevó las ideas del marxismo-leninismo a su expresión más fresca, más pura, más revolucionaria”.

Para ver más imágenes como estas y conocer del ideario y la acción del líder de la Revolución cubana, visita nuestro sitio Fidel Soldado de las Ideas.

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