Lissy Rodríguez Guerrero - Granma - Video: Televisión Cubana.- En la jornada colofón de los días nacionales de la Defensa, una maniobra táctica de agrupación de fuerzas de la Marina de Guerra Revolucionaria del Ejército Occidental demostró la preparación de los órganos de dirección y de mando, así como de sus fuerzas.
Pocos minutos pasaron desde la salida del sol en la Bahía de Cabañas este domingo, cuando el enemigo inició una supuesta invasión aérea y naval contra nuestro país.
La calma del amanecer y la singularidad del paisaje típicos de esta parte de la costa norte occidental del país, pronto se tradujeron en ruido y pólvora, deseo de victoria. Y eso significaba, también, un enorme orgullo para los encargados de defender ese pedazo de tierra tan suya.
Así lo demostró el joven de 19 años Orlando Luis Sánchez Díaz, jefe de escuadra de cohete antiaéreo portátil, cuando minutos antes de la maniobra llamó a su hazaña como una «experiencia única», y «un honor el hecho de poder demostrar desde una posición de fuego, cómo la defensa antiaérea reaccionaría ante un golpe del enemigo».
Y no se hicieron esperar esas acciones del contrincante para neutralizar nuestras defensas y lograr la ocupación de la bahía, que fueron resistidas por una maniobra táctica de agrupación de fuerzas de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR) del Ejército Occidental, en la jornada colofón de los días nacionales de la Defensa.
En la primera línea protagonizaron el combate cohetes antiaéreos portátiles, elementos del dispositivo defensivo territorial, pequeñas unidades de destino especial de la MGR, formaciones especiales navales que intentaron obstaculizar la entrada al puerto, instalaciones de lanzamiento coheteril y torpederos…, que evidenciaron el nivel de modernización alcanzado por la técnica y los medios de combate.
A pesar de la victoria escalonada que propinaban las fuerzas de la MGR, el adversario creó las condiciones para desembarcar sus refuerzos y «capturar» la bahía. Sin embargo, acciones especiales de nuestra avanzada materializaron la neutralización total del enemigo.
La maniobra táctica fue entonces un éxito; precisamente la palabra que utilizó la teniente de navío Alina Bea Ledesma, jefe de compañía antiaérea, al ser interrogada. En la «cohesión de las fuerzas y la preparación», resumió que consistía la victoria, y explicó que las acciones permitían la demostración de los conocimientos alcanzados después de un año de preparación combativa.
Para esta mujer con 22 años de experiencia en las Fuerzas Armadas Revolucionarias estar al frente de una compañía prácticamente integrada por hombres resulta «difícil, pero a la vez interesante. No solo es dirigir, sino lograr que te quieran y te respeten a la vez, que te defiendan, alcanzar la cohesión y la unidad entre las tropas, y que siempre el estado de ánimo sea positivo entre los jóvenes».
Permeada de ese espíritu se hallaba también la teniente de corbeta Milaidis Lobaina Hernández, joven de 25 años que es jefe de servicios médicos y pareciera que lleva tatuado en el alma el espíritu del Guerrillero Heroico. A un año y tres meses de graduada, admitió que este ejercicio constituye una forma de demostrar sus conocimientos en un escenario de guerra.
Mientras, el capitán de corbeta Raidel Padrón Martiato, jefe de comunicaciones de la Base Naval Occidental, comentó que la maniobra constituye un testimonio de la preparación alcanzada por los oficiales y los marineros, desde que comenzó el actual periodo de instrucción.
Vuelve a la calma este domingo la Bahía de Cabañas, el mismo sitio donde Fidel, dirigiéndose a los marinos en fecha tan temprana como el año 1963, afirmara: ¡Que sea esta siempre una marina de Patria o Muerte!
¡El pueblo preparado!
Juventud Rebelde.- La maniobra de la Agrupación de Tropas 60 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias se efectuó de manera exitosa en el Centro de Estudios del Ejército Central
Como parte de los Días Nacionales de la Defensa, este sábado se ejecutaron diversas acciones en todo el país, en las cuales se evidenció la preparación del pueblo para enfrentar el ataque del enemigo.
La maniobra de la Agrupación de Tropas 60 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) se efectuó de manera exitosa en el Centro de Estudios del Ejército Central, y fue presenciada por los viceministros de las FAR, generales de cuerpo de ejército Álvaro López Miera y Joaquín Quintas Solá, y el general de división Raúl Rodríguez Lobaina, jefe del Ejército Central, entre otros.
Fue una acción de rechazo a una supuesta invasión del enemigo donde afloró contundente el arte militar reflejado en la precisión de las acciones realizadas por las milicias y las brigadas de producción y defensa, así como por las fuerzas regulares.
Ejercicios de evacuación y protección de la población tuvieron lugar la víspera también en los municipios granmenses de Buey Arriba y Manzanillo. En Buey Arriba, en un sitio cercano a las montañas, hubo acciones de evacuación y protección de los pobladores ante golpes aéreos y trabajos de salvamento.
El Consejo de Defensa Municipal en la Isla de la Juventud, asimismo, desarrolló acciones de preparación de los órganos de mando y dirección para el paso del territorio al estado de guerra. Se puntualizaron los planes y estrategias de evacuación de la población, con énfasis en la identificación de las regiones de concentración y aseguramiento de los alimentos, transporte, salud, agua, comunicaciones, energía y educación.
En otra isla, aunque mucho más pequeña, la de Turiguanó, al norte del territorio avileño, se efectuaron igualmente entrenamientos de exploración y defensa del litoral por parte de efectivos de la Marina de Guerra Revolucionaria, las Tropas Guardafronteras del Ministerio del Interior y el dispositivo de defensa territorial.
Una parte importante de estas maniobras lo constituyó el enmascaramiento de las fuerzas y medios de combate, y la colocación de obstáculos navales en las líneas de costas, los cuales deberán impedir o entorpecer los movimientos de un desembarco enemigo a gran escala por los litorales de la provincia.
También los jóvenes integrantes del batallón perteneciente a la región militar de Sancti Spíritus, desde diferentes posiciones y con la naturaleza a su favor, iniciaron un entrenamiento este sábado con el objetivo de bloquear el paso del enemigo y eliminar sus medios.
En Las Tunas, la primera jornada de los Días Nacionales de la Defensa previó emboscadas de aniquilamiento por parte de un grupo de tropas especiales con el apoyo de morteros y cohetes sin medios portadores. También se emplearon de forma combinada diferentes armas, como la BM-21 y el cañón de 130 milímetros modernizado.
Un hospital en campaña
No sabemos exactamente a cuántos metros bajo tierra nos encontramos, ni en qué punto preciso de nuestra geografía occidental, pero allí donde la luz completamente artificial lucha contra las sombras y el denso oxígeno golpea de repente a quienes lo visitamos por primera vez, se alza todo un hospital de campaña.
Brindar una atención médica de calidad constituye una prioridad para los galenos de las Fuerzas Armadas cubanas.
No es un centro asistencial ordinario con varias consultas, salas de espera y grandes corredores, más bien es un grupo apiñado de pequeños recintos que aparecen de repente a nuestro paso, pero ni el tamaño ni sus condiciones especiales opacan el equipamiento médico ni la calidad de los especialistas que recorren de un lado a otro el lugar optimizando los recursos ante la inminente llegada del primer paciente.
Desde horas bien tempranas de este sábado, cuando el Hospital Militar Central Doctor Luis Díaz Soto se declaró en completa disposición combativa y los integrantes de uno de sus batallones sanitarios se trasladaron hasta esta sede, el personal médico ha estado a la expectativa. La academia los prepara teóricamente para todo tipo de situación, pero nada como el terreno les permite demostrar cabalmente sus habilidades.
La medicina natural y tradicional, una fortaleza del sistema de salud cubano en tiempo de guerra
La ambulancia anuncia su entrada y todos se alistan para verificar los signos vitales. De inmediato lo remiten a la sala de medios diagnósticos. Necesitan realizarle análisis clínicos antes de su paso a los servicios de medicina natural y tradicional. Mientras, otro paciente es enviado directamente al quirófano. Para cuando sale ya suman varias experiencias ganadas por el equipo de batas blancas.
En la sala de posoperatorio los pacientes son atendidos hasta su total recuperación.
A lo mejor este domingo la situación se repita en este intrincado hospital de campaña, y las mismas circunstancias adversas del día anterior pongan nuevamente a prueba la capacidad de su personal médico, pero para entonces, coincidiendo con la segunda y última jornada del Día Nacional de la Defensa, no quedarán dudas de las habilidades y la preparación de nuestras tropas para enfrentar todo tipo de situación, incluso la guerra.
