María Teresa Hernández Martínez – ACN.- Por su extraordinaria labor como bailarina y maestra Aurora Bosch, una de las cuatro joyas de la danza clásica cubana, recibió hoy en esta capital el título de Doctora Honoris Causa, la más alta distinción académica que otorga la Universidad de las Artes (ISA).

En el Aula Magna de esa casa de altos estudios tuvo lugar la ceremonia, donde Alexis Seijo, rector del ISA, entregó la condición a Bosch, en presencia de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso y de numerosas personalidades del ámbito social y cultural del país.

Emocionada ante extendidos aplausos, la maître recordó el apoyo del Comandante en Jefe Fidel Castro a la fundación y desarrollo del Ballet Nacional de Cuba y destacó la vasta cultura y espíritu transformador del líder de la Revolución.

Subrayó que es momento de reafirmar los valores sobre los cuales se levanta la dignidad nacional, rescatar nuestras raíces y comprometernos al perfeccionamiento de la sociedad cubana.

En las palabras de elogio, el dramaturgo y novelista Nicolás Dorr resaltó de Bosch “su fuerza interpretativa, humildad, comprensión, alegría de vivir y amor hacia todos”.

De ella dijeron que era bella, sabia y sensible y que su nombre estaba bien puesto porque nunca dejaba de iluminar el escenario, significó.

Nacida en La Habana en 1942, Aurora Bosch fue alumna de la Academia de Ballet Alicia Alonso y a partir de 1956 despuntó en los escenarios con una brillante carrera.

Actualmente sobresale como uno de los más sólidos pilares de la Escuela Cubana de Ballet y destaca por ser poseedora de una técnica reluciente, tan fuerte como el diamante, según críticos internacionales.

Ostenta desde 1966 el Premio Ana Pavlova y el Premio Especial de la Asociación de Escritores y Críticos de la Danza por su interpretación de Myrtha, la Reina de las Willis, en Giselle.