¿Recuerdan la intervención de Barack Obama en el programa de humor cubano `Vivir del cuento´? El director del programa nos cuenta algunas claves... y secretos.


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Nota: esta entrevista fue realizada en el mes de noviembre, antes del fallecimiento de Fidel Castro.

Ignacio Hernández Benítez, "Nachi", nos invita a conversar en su casa de La Habana. Es el director del programa más visto y apreciado de la Televisión Cubana: `Vivir del Cuento´. El programa de humor `Vivir del Cuento´ y su personaje principal, `Pánfilo´, ya son un componente más en la mayor parte de los hogares de la Isla. Tiene un 77,8 % de audiencia y un 95 % de gusto, es decir, una altísima apreciación entre quienes ven el programa. No son cifras habituales en el mundo. El segundo programa más visto en Cuba es la serie policiaca `Uno´, con un 68% de audiencia y un 94 % de gusto.



El secreto nos lo descubre su director: `La gente siente que Pánfilo está hablando por ellos´. Y es que en esta serie `hemos logrado abordar ya cualquier tema´ de la sociedad cubana. `Nuestra meta es que la gente reflexione sobre lo que hacemos bien y lo que hacemos mal en nuestro país´, nos dice, remacando el papel social de este programa de comedia disparatada.

Sobre la crítica que aparece en el programa, Ignacio se reafirma: `La crítica va contra los malos funcionarios, no contra los funcionarios´. Además, señala que ´no hacemos concesiones, vamos al fondo y solo así podemos ser efectivos, en nuestra sociedad, mediante la crítica constructiva´.

En marzo de 2016, `Vivir del cuento´ contó con la participación del presidente Barack Obama en uno de sus episodios. Ignacio nos lo cuenta: `Cuando Luis Silva (el actor que interpreta a `Pánfilo´) recibió la llamada de la Casa Blanca pidiendo esta participación, en ese mismo instante, fuimos a las instalaciones de la Televisión Cubana. Se cursó la petición y se aprobó´.

`La negociación con el equipo de EEUU fue respetuosa y se cumplieron los acuerdos con altura diplomática. Y fue la demostración de que somos capaces de llevar a cabo de manera profesional cualquier reto´. `Ellos solo pusieron el actor (Obama), todo lo demás lo hicimos nosotros y creo que salió bien´.

`Estamos claros -explica- de cuál fue su estrategia de acercamiento a la popularidad, pero también nosotros pudimos poner en la misma escena a Pánfilo, que es el símbolo de los cubanos, que representa sus valores, que es solidario, hospitalario y orgulloso de su identidad´.

Incluso nos narra cómo el programa consiguió insertar el mensaje del bloqueo: `se bloqueó´, dice Pánfilo en un momento de su juego de dominó con Obama, justo cuando sale el 62, el año (1962) en que se impuso dicha política de guerra contra Cuba.

`Ahí estaba Cuba´, porque definitivamente `Pánfilo es... Cuba´.

`Vivir del Cuento´ es un programa que ha conseguido, según su realizador, que `se respete más el género de la comedia´, porque `hemos demostrado que en la comedia podemos colocar los temas más profundos y complejos de la sociedad´.

No pocos periodistas le han preguntado a Hernández por posibles problemas con alguna institución, incluso sobre una hipotética censura. Lo niega con rotundidad. `Solo ha habido, en 8 años, un programa que no salió y fue por falta de diálogo en aquel momento´. La razón no fue el contenido crítico del guión, sino la aparición de una marca comercial.

El guión del programa es construido `a la antigua´, nos dice. `Vemos muchas series de EEUU o España, como Aida, por ejemplo, donde hay un equipo de guionistas. En nuestro programa hay un solo guionista por programa´, que después socializa la historia con el equipo de actores y actrices, que a su vez la enriquecen.

`Pánfilo representa -afirma Ignacio Hernández- los valores que Cuba defiende como sociedad´: la solidaridad, la honestidad, el compañerismo, el no mentir´.

Equipo de producción de Cubainformación TV (video y fotografías): Patricia Moncada, José Manzaneda, Karoly Emerson, Emerio Rodríguez. Edición: Javier Matabuena.

 

Ignacio Hernández Benítez, director del programa televisivo “Vivir del cuento”

“‘Vivir del cuento’ critica las cosas mal hechas y defiende los verdaderos valores de Cuba”

Entrevista: José MANZANEDA / Transcripción: Aurora VILAR / Cubainformación.- “Vivir del Cuento” es un programa de comedia con nueve años de andadura en la Televisión Cubana y, sin duda, su espacio más popular, con índices de audiencia del 78% y un 95% de aceptación del público cubano. Conversamos con Ignacio Hernández “Nachi”, su director.

- Ignacio, ¿cómo explicar a alguien de fuera de Cuba, que desconoce la televisión y el humor cubanos, qué es ‘Vivir del Cuento’?

- Es un programa de comedia de situaciones sobre la vida de un hombre cubano mayor, sin familia cercana pero rodeado de amigos. Representa a las personas con más de 60 años que viven con las condiciones que le ofrece el Estado cubano, como la libreta de abastecimiento y una pensión.

La mayoría de las situaciones que vive Pánfilo son generadas por sus amigos o vecinos. Es un personaje que reúne la mayoría de los valores de los que en Cuba nos sentimos orgullosos: es una persona honrada, honesta, que vela por la justicia y porque las cosas se hagan de manera adecuada. Pero siempre sus amigos introducen elementos que le sacan de su conducta habitual.

Pánfilo puede cometer errores, pero no es su voluntad. Es un personaje que simboliza al cubano en quien quisiéramos que los jóvenes o los niños se vieran representados. Pánfilo aborda todos los matices y situaciones de nuestra realidad. Creo que el éxito del programa se debe a que es el reflejo de nuestra realidad. A que en ese personaje colocamos muchas de las situaciones que vivimos a diario en nuestro barrio, en nuestro centro de trabajo, en nuestra familia. Eso genera mucha fidelidad al personaje. Además está interpretado por un actor muy carismático, Luis Silva, que encanta a los televidentes, rodeado de un grupo de actores y actrices de gran calidad entre los que hay mucha empatía y armonía para trabajar.

-Mucha gente dice que Pánfilo debería presentar el noticiero de la TV cubana. ¿Qué quieren decir con esto?

- Creo que la gente dice esto porque Pánfilo es auténtico contando su realidad. Pánfilo no se mide, no teme, conserva su criterio independientemente del entorno donde esté. Da la información quizás como los televidentes quisieran ver expresarse a periodistas o medios de información. Y a través del humor, una herramienta muy eficaz para generar la reflexión y la motivación.

Nuestra meta es que cada programa, además de divertir y entretener, deje un saldo de reflexión acerca de lo que estamos haciendo mal, porque las políticas pueden ser muy acertadas, pero son personas quienes las ejecutan, y si quienes las ejecutan se equivocan, todo sale mal. La crítica a lo que todos los miembros de la sociedad hacemos mal, colocar nuestros problemas en la mira, y el cuestionamiento desde una óptica simpática –acerca del transporte, del salario, del abastecimiento- hacen que las personas sientan que Pánfilo está hablando por ellos, o simplemente que trae al debate temas que quisieran se enfocaran en otros espacios de televisión.

- Sé que esta pregunta os la han hecho en muchos medios y entrevistas, y en la propia prensa cubana. El reflejo crítico de los problemas sociales, y las críticas directas que hacen los personajes del programa a las actitudes de algunos funcionarios, ¿os ha causado problemas con alguna institución cubana?

- Lo que se ha demostrado es que podemos colocar en un programa de comedia los temas más complejos y polémicos: si está bien tratado y bien argumentado el tema y hay una historia coherente y dramatúrgicamente bien realizada, puede dejar un saldo positivo. Yo creo que lo importante es lograr llamar la atención y motivar a la gente a que piense qué es lo que está sucediendo o qué está saliendo mal en nuestra sociedad.

Hubo capítulos en los que tuvimos que conversar, no con instituciones pero sí con funcionarios de la misma televisión, y en las mejores condiciones cada parte argumentó, puso sobre la mesa sus objetivos y sus preocupaciones. Creo que en los ocho años de historia hay un solo programa que no ha salido al aire, y pienso que lo que faltó fue diálogo, porque incluso el tema no era un asunto complicado. Se trataba de un turrón que estaba fabricando Pánfilo. Nos faltó ponernos de acuerdo para aclarar la mala interpretación de que se estaba generando algún tipo de publicidad comercial. Por cierto, no creo que fuese una buena publicidad un negocio que fracasa, como fue el caso...

Yo estoy satisfecho de mi relación con la institución. Hemos logrado que, en cierta medida, se respete más el género de la comedia, y hemos obtenido mucho prestigio abordando temas no sólo relacionados con lo económico o político, sino también con lo social, como la preferencia sexual, la inclusión de personas que deciden cambiar de sexo… temas muy delicados. Para ello, siempre hemos contado con el asesoramiento de las instituciones que manejan estos temas de forma seria y científica.

- En los grandes medios internacionales una de las matrices acerca de Cuba es el de la violación de la libertad de prensa y de expresión, y el de los estrechos márgenes de libertad en general. Parece una contradicción con la existencia de programas como ‘Vivir del Cuento’ y otros, que hacen una crítica –a veces punzante– a la realidad social cubana, incluidas sus instituciones. ¿Cómo se explica esto?

- Siempre que manejes tus criterios y puntos de vista como artista o como equipo de realización y lo hagas con respeto y sentido de pertenencia a la institución para la que estás trabajando, se pueden abordar los temas y se pueden decir las cosas. No podemos ir a la televisión o a cualquier otro medio siendo irrespetuosos o agresivos, o no siendo consecuentes con fundamentos que te den pie para desarrollar una historia. Debemos ser fieles a lo que pensamos y sentimos.

Abordar los temas desde un punto de vista crítico, o en ocasiones con una crítica aguda, lejos de hacer daño lo que hace es motivar. La crítica nuestra va contra los que han hecho lo que no deben hacer, contra los que son corruptos, contra los que se aprovechan de los cargos para obtener beneficios personales. Hay excelentes funcionarios, pero nuestra crítica va contra los que lo hacen mal, no contra los que lo hacen bien. Yo creo que la misión de cada miembro de la sociedad es luchar contra los que hacen las cosas mal y aparentan no ser responsables de lo mal hecho.

Nuestra comedia enfoca desde un punto de vista crítico lo mal hecho en la sociedad, esté hecho por una institución o por un funcionario o por un ciudadano común y corriente, y creo que es bueno que sepamos que está mal hecho, que no podemos estar de acuerdo con ello. A veces es tan elemental como llamar la atención sobre las personas que tiran papeles o ponen los pies en la pared o maltratan el patrimonio, pero otras veces es señalar al corrupto que se apropia de los fondos del Estado, que es la economía del pueblo, el dinero de las personas que trabajamos, y lo usa en beneficio personal. Lo que importa es ser consecuente y honesto, y no hacer concesiones ni tener miedo a la hora de abordar los temas en toda la profundidad que sea necesaria para que sea efectivo.

Es obligación de quienes trabajamos en los medios llamar la atención sobre estas cosas, para que nuestros jóvenes, niños y nuestra sociedad se acerquen cada vez más al ideal de los valores que queremos para las próximas generaciones.

- Me gustaría que nos explicaras cómo se produce el programa ‘Vivir del Cuento’, porque no se utiliza el estilo de trabajo habitual en las grandes producciones de humor en otros países, donde hay un equipo de guionistas, sino que se trabaja con un solo guionista y con la participación de todo el equipo actoral. ¿Cómo es este mecanismo?

- Somos muy estudiosos del género, tratamos de ver lo que se hace en el resto de mundo en comedia de situaciones, para saber cómo abordan los temas. Vemos mucho “Aída”, “La que se avecina”, o series norteamericanas como “Friends” o “La teoría del Big Bang”. Nosotros no contamos con equipos de guionistas, no lo tenemos concebido así. Y aunque así fuese tampoco disponemos de cuatro, cinco o seis guionistas que podamos poner a trabajar en equipo. Ojalá se consiga en el futuro, creo que daría buenos resultados.

Nosotros tenemos un guionista que lleva el peso del programa, Jaime Fort, que de los cuatro guiones generalmente hace tres; y a Antonio Berazaín, que se mantiene desde los comienzos del programa, y a veces hace uno. Creo que el éxito de nuestras historias tiene que ver con el estilo de trabajo. Una idea que puede venir de cualquier persona, de un amigo, de una noticia en un periódico, o ser algo que escuchamos en una parada de guagua, se discute con el escritor, que escucha todos los puntos de vista.

Cuando tiene un esquema de guión lo volvemos a debatir, para ver si el planteamiento de la idea se corresponde con lo que queríamos hacer. El escritor, con absoluta libertad para crear la historia, regresa con el guión y volvemos a hacer un debate colectivo, e incluimos o excluimos alguna escena para que el capitulo quede lo más cercano a lo que aspirábamos. Incluso con el capítulo terminado hay libertad para la creatividad del equipo de actores en el ensayo y en la grabación, e incluimos cualquier elemento que favorezca la situación simpática.

Nos dedicamos más en los ensayos al trabajo con el guión que a montar las escenas, porque me parece que el 90% de la batalla está ganada cuando tenemos un buen guión.

- En marzo de 2016 se produjo la histórica visita de Barak Obama a la Isla y el presidente de EEUU tuvo una participación en el programa. Aquel vídeo dio la vuelta al mundo. ¿Habéis recibido por esa participación en aquel programa más críticas que elogios?

- Hay personas a las que les pareció bien, que era un reto bien asumido y bien logrado, y personas que sintieron que no se debió haber hecho. Mi criterio personal es que no estamos acostumbrados a estas prácticas, cada vez más frecuentes en el mundo entero. Cada vez más los políticos y funcionarios públicos participan en estos shows de participación, buscando el acercamiento con la audiencia o hacerles llegar sus mensajes.

Como artistas, lo asumimos como un reto. No porque fuese el presidente de los EEUU (si hubiese sido cualquier otro mandatario o personalidad de la política o de la cultura lo hubiéramos asumido igualmente como un reto) sino porque esos retos son lo que hacen grandes a los programas. Salirte de lo que habitualmente haces y, sin ceder tu punto de vista ni tu postura, lograr un equilibrio entre los objetivos que pueden tener los que quieren participar en tu espacio y los tuyos como artista y el mensaje que transmites, creo que es digno de reconocimiento.

Desde que supimos que la Casa Blanca quería tener un contacto con el personaje de Pánfilo de ‘Vivir del Cuento’, inmediatamente fuimos a las instituciones que nos representan y en las que participamos. La información llegó a Luis Daniel Silva, el actor que interpreta a Pánfilo, a través de la embajada de los EEUU. Él vino a mi casa y de ahí fuimos a la televisión. No hubo un momento de vacilación sobre si empezar a trabajar y después informarlo. No: nosotros somos un programa que pertenece al Instituto Cubano de Radio y Televisión, y a esa institución nos debemos. Inmediatamente recibimos todas las aprobaciones necesarias para hacerlo.

Comenzó la negociación y confieso que todo lo acordado se hizo con absoluto respeto por ambas partes y con un nivel de diplomacia a la altura de lo que se estaba viviendo en nuestro país en aquel momento (la posición de acercamiento de los dos países). Creo que fue una demostración de que somos capaces de transmitir nuestros valores y puntos de vista en un intercambio de ese tipo, y hacerlo bien. Nosotros hicimos el guión, la grabación y la edición. Nosotros contamos la historia y ellos pusieron al presidente como actor. Pienso que el resultado fue bueno.

Teníamos claro cuál era la intención de la Casa Blanca poniendo al presidente en el programa de mayor audiencia, sabíamos que buscaban un acercamiento a la popularidad. Pero también sabíamos que lo podíamos hacer y que podíamos poner en la figura de Pánfilo al cubano que está orgulloso de su país, de cómo vive, orgulloso de su gente y de su historia y que además es solidario, capaz de brindar lo que tiene y de decir lo que piensa sin temor.

El juego de dominó con Obama se hizo porque el dominó significa la identidad de los cubanos: todos jugamos dominó. En el juego de dominó había textos y acciones que transmitían informaciones. Dado que no se quería abordar de manera directa el tema del bloqueo, y no es nuestro cometido en lo político elaborar un discurso, lo que nos correspondía desde la cultura era enfrentar el reto e incluir códigos. En un momento del juego de dominó Pánfilo dice: “Esto se bloqueó, ¿quién puso esta ficha aquí?”. Era el 6-2, que simboliza el 62, el año en que se impuso el bloqueo. Quiero decir que aparecen un grupo de informaciones y códigos que, tal vez a quienes no estén acostumbrados a hacer estas lecturas en el audiovisual, les habrán pasado desapercibidos.

El vídeo dio la vuelta al mundo. Tuvo una repercusión grande, y yo creo que contiene nuestro mensaje, el del pueblo cubano, el de Cuba, aunque Pánfilo hable con el presidente como hablaría con un ciudadano común y corriente. Me siento orgulloso, muy satisfecho con lo que hicimos. Aunque haya personas que no lo hayan visto bien, creo que es un buen resultado y de calidad buena.

 

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