Karina Marrón González - Granma.- Alrededor del 35 % de los presupuestos de salud de los países en vías de desarrollo está dedicado a los antibióticos. En Cuba la eficacia y seguridad de estos está controlada por el Cecmed. Foto: Cortesía organizadores del evento

Cada año se diagnostican en la Unión Europea alrededor de 400 000 casos de infecciones por bacteriasmultirresistentes y cerca de 50 000 personas fallecen en los Estados Unidos y Europa por esta misma razón.

Se trata de un problema de salud a nivel planetario que mantiene alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que además de las vidas humanas que cuesta, también tiene implicaciones económicas.

Sobre este asunto tan relevante para el panorama médico intercambiaron experiencias durante los días 6 y 7 de abril, en el hotel MemoriesHabana Miramar, especialistas cubanos y extranjeros.

Doctores, docentes, investigadores y productores compartieron conocimientos en la búsqueda de mejores respuestas ante la utilización inadecuada de los antibióticos por parte del propio personal de salud, el mal control y la automedicación; todo lo cual tributa a que se incremente la resistencia bacteriana.

Si la humanidad no para este fenómeno vamos a regresar a la era preantibiótica–comentó a Granma el doctor José PisoneroSocía, del hospital clínico quirúrgico Joaquín Albarrán–, uno de los ponentes de la Jornada Científica convocada por la Empresa Framacéutica «8 de marzo».

«La industria necesita 15 años para desarrollar una nueva molécula, sin embargo una colonia bacteriana es capaz de destruir eso en solo seis meses, hacerse resistente en seis meses.

«En nuestro hospital tenemos la experiencia, desde los años ochenta, de llevar adelante una política de antibióticos y nos dimos cuenta que la política sola no resuelve el problema; hacía falta un programa de control».

Sobre la experiencia del «Joaquín Albarrán» remarcó la importancia del grupo de expertos, que asesora el uso de estos fármacos.Prescribir medicamentos lleva estudio, mucho más en el caso de este tipo, y no siempre hay tiempo para abarcar el inmenso caudal de información existente, he ahí la relevancia de estos consultores, consideró.

Por su parte la doctora Ismary Alfonso Orta, del Centro para el Control Estatal de Medicamentos y Dispositivos Médicos (Cecmed), manifestó que esa entidad, cumpliendo su encargo social, de conjunto con el Ministerio de Salud Pública se ocupa de garantizar que los pacientes reciban antibióticos seguros, eficaces y con una calidad adecuada.

«Nuestro país, al igual que el resto del mundo, sufre la resistencia a estos medicamentos, por tanto estamos trabajando en la capacitación a los profesionales, en el diseño de cursos, jornadas como esta, estrategias.Además se actualizan los protocolos de tratamiento de diferentes patologías –las más frecuentes en el país– para garantizar una adherencia a estos protocolos y reducir de esta manera la resistencia a los antimicrobianos.

«Una jornada como esta contribuye a concientizar sobre el fenómeno, que es uno de los objetivos básicos de OMS en la contención de la resistencia a los antibióticos. Ello impulsa a que las personas comiencen a preocuparse y ocuparse, y a sentar lazos entre las instituciones, no seguir trabajando por separado, aplicar la intersectorialidad», añadió Alfonso Orta.

El Profesor Lars Bjerrum, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, enfatizó en la importancia de la atención primaria para frenar el uso indiscriminado de estos medicamentos, debido a que es el médico de familia quien está más cerca de las personas y prescribe la mayor cantidad de antibióticos.

En este sentido compartió la experiencia que han llevado a cabo en su país y otras naciones, donde a través del análisis de las indicaciones que hace cada galeno en sus consultas, así como las comparaciones con las de otros, los invitan a reflexionar sobre el uso real que hacen de estos fármacos y del cual no siempre son conscientes.

«Economistas del Reino Unido han calculado que en el 2050 morirán más personas por resistencia a los antibacterianos que por cáncer. Estamos en el 2017, por tanto no queda mucho tiempo, hay que hacer las cosas ahora», alertó.

Significó que para conseguir ese objetivo es muy importante la comunicación entre el médico y el paciente, para explicarles cuando no son necesarios.«Hay que informar a la población sobre las consecuencias negativas de los antibióticos y sobre el fenómeno de la resistencia. Cuba –con su sistema de salud– es ideal para hacer algo, para bajar la tasa de resistencia», concluyó.