Dianet Doimeadios Guerrero - Cubadebate.- Hace exactamente un año Fidel regresó a Santiago de Cuba, para siempre. Como aquella, esta noche la Ciudad Heroica evoca al hombre de la Revolución, al líder que tanto veneró esta tierra que escogió descansar en paz sobre ella. El Teatro Heredia está repleto.


En la sala, más de dos mil espectadores escuchan el discurso que el hermano de mil batallas pronunciara el 3 de noviembre de 2016. En la grabación, visiblemente emocionado, Raúl dice: “Ese es el Fidel invicto que nos convoca con su ejemplo y con la demostración de que ¡Sí se pudo, sí se puede y sí se podrá!”. Y la ovación, otra vez, rompe el silencio.

En la primera fila está el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José Ramón Machado Ventura, acompañado del primer vicemandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, y otros miembros del Buró Político y del Secretariado del Comité Central.

Inicia la velada que el Maestro Pepe Ordaz ha bordado con poesías y cantos del alma, cada escena revive momentos trascendentales de la vida del Comandante en Jefe, de la Isla que multiplica la fiereza de vivir lo hermoso aun en los días rotos.

Eduardo Sosa regala el Verso Amigo de José Martí, “¡Verso, nos hablan de un Dios adonde van los difuntos: verso, o nos condenan juntos, o nos salvamos los dos!”, canta el trovador hoy en Santiago. Los saxofonistas César López y Evaristo Denis interpretan, inigualable, La Lupe.

Un virtuoso del arte, el pianista Frank Fernández, interpreta Bocetos, lo acompaña la Orquesta Sinfónica, bajo la dirección del Maestro Enrique Pérez Mesa. Luego, un Tema de Amor corona un momento especialísimo de la noche.

De un lado del escenario, el Quinteto Rebelde, cantores vestidos de montaña, sus voces nos trasladan a la Sierra que los unió. La actriz Corina Mestre recita la Marcha Triunfal del Ejército Rebelde, del Indio Naborí, y Raúl Torres estrena en la ciudad caribe Laureles y Olivos.

Este domingo, los tambores no podían dejar de sonar en el Centro Cultural Heredia, el Conjunto Folclórico de Oriente danza fragmentos de Cimarrón y el público palpita.

Hermoso homenaje rinde Santiago al Comandante en Jefe, voces consagradas del teatro cubano, la música sinfónica y el repentismo han pasado por el escenario: la actriz Fátima Paterson, el Septeto Turquino, Miriela Mijares y su grupo, Annie Garcés.

Cerca de dos horas ha durado la gala, que no debe concluir sin los versos que se hicieron himno en los días del dolor más profundo: Raúl Torres, Sosa y Annie, acompañados por la Orquesta Sinfónica, cantan Cabalgando con Fidel. Al cierre, Kike Corona entrega el corazón en un tema que tantas luchas de pueblo trae a la memoria: Saberse cubano.

Esta noche de domingo, en el primer aniversario del regreso definitivo del Comandante en Jefe a esta tierra, Santiago de Cuba le ha cantado, desde el amor y el arte.

 

Entre versos y canciones, velada político cultural en homenaje a Fidel en Santiago de Cuba

Juventud Rebelde.- En sus palabras, el General de Ejército recordó el recorrido que en sentido inverso al de la Caravana de la Libertad de enero de 1959, realizó el cortejo fúnebre con las cenizas del Comandante en Jefe hasta concluir su viaje en Santiago de Cuba, cuna de la Revolución.

Al día siguiente, 4 de diciembre de 2016, sus cenizas serían depositadas en una sencilla ceremonia en el Cementerio de Santa Ifigenia, muy cerca del mausoleo del Héroe Nacional José Martí; de sus compañeros de lucha en el Moncada, el Granma y el Ejército Rebelde; de la clandestinidad y las misiones internacionalistas.

Raúl también señaló como desde que se conociera la noticia del fallecimiento en la noche del 25 de noviembre, el dolor y la tristeza se adueñaron del pueblo que, profundamente conmovido por su irreparable pérdida física, demostró entereza, convicción patriótica, disciplina y madurez al acudir de forma masiva a las actividades de homenaje organizadas y hacer suyo el juramento de fidelidad al concepto de Revolución, expuesto por Fidel el Primero de Mayo del año 2000.

Igualmente anunció como en la siguiente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular se propondría cumplir con la voluntad de Fidel, quien rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida, insistiendo en que, una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos, ni erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo.

«Vienen a mi mente las reuniones del Partido en los territorios: oriental, en la ciudad de Holguín; central, en la ciudad de Santa Clara, y occidental, en la capital de la república, La Habana, efectuadas en julio de 1994 para analizar cómo enfrentar con mayor eficiencia y cohesión los retos del período especial, el creciente bloqueo imperialista y las campañas mediáticas dirigidas a sembrar el desánimo entre la ciudadanía. De esas reuniones, incluyendo la de occidente, que presidió Fidel, salimos todos convencidos de que con la fuerza y la inteligencia de las masas cohesionadas bajo la dirección del Partido, sí se podía y se pudo convertir el período especial en una nueva batalla victoriosa en la historia de la patria», rememoró.

«Nos demostró “que sí se podía llegar a las costas de Cuba en el yate Granma; que sí se podía resistir al enemigo, al hambre, a la lluvia y el frío, y organizar un ejército revolucionario en la Sierra Maestra tras la debacle de Alegría de Pío; que sí se podían abrir nuevos frentes guerrilleros en la provincia de Oriente, con las columnas de Almeida y la nuestra; que sí se podía derrotar con 300 fusiles la gran ofensiva de más de 10 000 soldados”, que al ser derrotados el Che escribió en su Diario de Campaña, que con esa victoria se le había partido la columna vertebral al ejército de la tiranía; “que sí se podía repetir la epopeya de Maceo y Gómez, extendiendo con las columnas del Che y Camilo la lucha desde el oriente hasta el occidente de la isla; que sí se podía derrocar, con el respaldo de todo el pueblo, la tiranía batistiana apoyada por el imperialismo norteamericano», dijo.

Una voz entrecortada por la tristeza del hermano de causa y de sangre, concluyó su discurso de la siguiente manera:

«Ante los restos de Fidel en la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, en la heroica ciudad de Santiago de Cuba,  ¡Juremos defender la patria y el socialismo! (Exclamaciones de:  “¡Juramos!) Y juntos reafirmemos todos la sentencia del Titán de Bronce: ¡Quien intente apropiarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha! ¡Fidel, Fidel! ¡Hasta la Victoria!»

Gala político cultural en homenaje al Comandante en Jefe

SANTIAGO DE CUBA.- Entre versos y canciones se ve renacer este 3 de diciembre al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz . Y es que un canto a su vida de gigante rebelde y tierno es la velada político cultural que tiene lugar en el Teatro Heredia esta noche por el primer aniversario de su desaparición física.

Asisten a la velada los miembros del Buró Político del PCC, su Segundo Secretario, José Ramón Machado Ventura, Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez; el Presidente de la Asamblea Nacional, Juan Esteban Lazo; y el Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, así como Teresa Amarelle, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas.

También se encuentra el Comandante Guillermo García, el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales, José Ramón Balaguer Cabrera, la primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, Susely Morfa González, y el primer secretario del PCC en Santiago de Cuba, Lázaro Expósito Canto y la presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Beatriz Johnson.

Por una hora y veinte minutos más de 2500 santiagueros de las más diversas edades presencian este espectáculo que, bajo la dirección artística del Maestro Pepe Ordaz, recorre el Moncada de Martí y Fidel, las emociones de la travesía del Granma, proa al amor y la libertad; los días estremecedores de la Sierra Maestra y de Girón, o las misiones internacionalistas.

Para la evocación, se emplean temas antológicos del pentagrama cubano como Verso Amigo, musicalización de la obra poética martiana del trovador Eduardo Sosa; La Lupe, del Comandante Juan Almeida, interpretada por César López y Evaristo Denis; Hay que ciudar a Fidel, del Quinteto Rebelde; La victoria, excelsa demostración danzaria de alumnos de la Escuela Profesional de Arte y Canción para mi soldado, de Silvio Rodríguez, interpretada por Eduardo Sosa y el septeto Turquino, respectivamente.

Los grandes momentos en los que brilló el genio y estatura del eterno Comandante en Jefe llenan la noche desde la magistral interpretación de Frank Fernández, con el tema de amor de La gran Rebelión; la fuerza interpretativa de los bailarines del Folclórico Oriente, en fragmentos de Cimarrón; la voz límpida de María Isabel Prado cantándole a El gran día de enero; el verso de Amaury Pérez en voz de Eduardo Sosa: No lo van a impedir; el sentir de todos amplificado por Annie Garcés: Su nombre es pueblo.

Un momento de alta emoción constituye la interpretación por el trovador Raúl Torres de su nuevo tema Laureles y Olivos, un poema escrito por él hace unos 10 días que se convirtió en canción porque, según dice, para recordar a Fidel hay que escribirle mucho.

Y esto que la sombra se volviera luz/ solo tiene un nombre: Fidel Castro Ruz, dice otra vez el Indio Naborí en voz de Corina Mestre; gracias por todo..., repite en nombre de cubanos y cubanas el verso de Carilda Oliver, musicalizado por Miriela Mijares; Escribo Fidel, recuerda Cos Causse y lo repite Fátima Patterson; Hasta la victoria siempre, vibra cálida la voz del líder.

Un coro de agradecidos acompaña la interpretación de Cabalgando con Fidel y en un final a la altura del ejemplo y la vida del fundador de la Revolución, Kiki Corona junto a todo el elenco, con el acompañamiento de una orquesta gigante integrada por músicos de las orquestas Sinfónica Oriente, la Sinfónica Juvenil del Conservatorio Esteban Salas y la Banda de Conciertos de Santiago de Cuba, deja en el aire una certeza: que no habrá mejor promesa que cumplir con el deber de saberse cada día más cubanos, como en la canción.

Y otra vez se ve a Fidel vivo y vital, recorriendo el Santiago en el que dijo muchas veces que se oxigenaba, en el que conoció el mar y se abrió a la rebeldía.

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