Lissy Rodríguez Guerrero (Foto: Ariel Cecilio Lemus) – Granma.- Cerca de un cuarto de millón de estudiantes llegarán a las aulas universitarias este 3 de septiembre. Más de 500 000 profesionales se superan cada año en los centros de altos estudios. Las universidades cubanas cuentan con alrededor de 500 puntos wifi.

Garantizar la voluntad política del Estado de priorizar la educación como un bien público, «con la mayor calidad posible», constituye propósito medular del curso que comenzará el próximo 3 de septiembre en las 22 instituciones de la enseñanza superior cubana, a la cual arribarán cerca de un cuarto de millón de estudiantes.

Caracterizan el nuevo calendario lectivo la incorporación de 14 000 nuevos estudiantes, motivado por un proceso de ingreso cuyos resultados superan a los anteriores, pues se incrementó la cifra de jóvenes que aprobaron los exámenes para la enseñanza superior, dio a conocer este viernes en conferencia de prensa el ministro del sector José Ramón Saborido Loidi.

La introducción de los planes de estudio E en el 92 % de las carreras –«la mayoría que reduce a cuatro años el tiempo de estudio»– es otro rasgo distintivo, y una de las transformaciones del perfeccionamiento permanente de la educación superior, aseguró.

Además, después de la integración estructural de las instituciones de nivel superior en el país –la del Ministerio de Educación Superior (MES), junto a la Universidad de Ciencias Pedagógicas y la Facultad de Cultura Física de cada territorio– en este año se continuará trabajando en el desarrollo de procesos que garanticen una «buena cultura organizacional», de manera que la universidad integrada sea capaz de cumplir con mayor -eficiencia su responsabilidad de formación de las nuevas generaciones.

Instituciones y docentes «de excelencia»

«Tenemos la responsabilidad de formar un profesional integral, con preparación y un alto compromiso social con el pueblo y la Revolución». Así definió Saborido Loidi la tarea principal del sistema de educación superior cubana.

Para ello cuenta –grosso modo– con el 86 % de las carreras con algún nivel de acreditación de la calidad y cuatro instituciones evaluadas de Excelencia: la Universidad de La Habana, la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), la «Marta Abreu» de Las Villas y la de Oriente.

Pilares indispensables en ese ¬empeño lo representan el claustro docente, con una vasta preparación y experiencia; el trabajo desarrollado para que «la ciencia y la innovación impacten de manera decisiva en el desarrollo económico y social del país», y el vínculo universidad-empresa.

«Hoy nuestras universidades son centros de ciencia. Más del 60 % de los premios de la Academia de Ciencia de Cuba están en ellas». No ¬obstante, aunque se gradúan cerca de 600 doctores en ciencia anualmente, la cifra se encuentra por debajo de lo esperado, e implica un desafío disminuir el promedio de edad de quienes alcanzan esa categoría científica, añadió el titular del ramo.

Los estudiantes, profesores y trabajadores de la educación estarán inmersos también en el debate del ¬proyecto de Constitución en los meses iniciales del curso, y deben otorgarle a ese proceso el esclarecimiento y análisis necesario, advirtió el Ministro.

Aseguramientos necesarios

Existen limitaciones materiales que impactan negativamente en las instituciones de nivel superior cubanas, pero ninguna impide que cada año abran sus puertas a docentes y estudiantes.

El principal problema radica en el transporte interno, aseguró Saborido Loidi, y se refirió –más allá de todo lo que resta por hacer– al esfuerzo de gobiernos locales para la recuperación de la infraestructura y el mantenimiento constructivo en algunos centros.

Respecto al programa de la informatización, «aunque hemos tenido que postergar algunos sueños», se ha logrado incrementar el nivel de conectividad, y hoy las capacidades superan los 600 Mb/s, además de contar con 500 puntos wifi, dijo.

Al referirse al impacto del bloqueo en la enseñanza, aseguró que incide en todos los procesos, por el ¬encarecimiento en la adquisición y reparación de equipamientos, insumos y reactivos; las limitaciones para la movilidad académica, el intercambio profesional, el acceso a la bibliografía de primer nivel y a importantes bases de datos.

Educación superior de ciclo corto: una opción para Cuba

El nuevo nivel superior de ciclo corto aprobado en el país es otra de las novedades del curso escolar ¬2018-2019, y para su comienzo se elaboran en este momento las normas jurídicas que lo respaldan.

La formación de ciclo corto está reconocida por la Unesco en su Clasificación Internacional Normalizada de la Educación, bajo la denominación de educación terciaria de ciclo corto.

«Esperamos en el mes de octubre iniciar el proceso de matrícula de esta modalidad de estudio, aunque ya la familia puede dirigirse a la comisión provincial de ingreso de cada territorio, donde se ultiman los detalles de su organización», afirmó la viceministra primera del sector, Martha del Carmen Mesa Valenciano.

La duración de este nuevo subsistema será de entre dos y tres años de duración. La oferta, para los jóvenes graduados del 12mo. grado, permite que en un periodo relativamente corto de tiempo puedan graduarse de un programa de estudios superiores, advirtió el Ministro, y recalcó que esta constituye «una figura intermedia entre el graduado de nivel medio superior y un graduado universitario».

Entre los programas que comienzan se encuentran ocho destinados a la formación de profesores de Secundaria Básica; 15 de los perfiles de Tecnologías de la Salud; el de Redes de seguridad informática, de la Universidad de Ciencias Informáticas, y el de la Aduana General de la República.

Para ordenar el ingreso, en caso de que la demanda sea mayor que la capacidad, Saborido explicó que cada universidad tendrá la posibilidad de aplicar un procedimiento o instrumento de evaluación para otorgar las plazas, como actualmente se realiza en el curso por encuentro.