Omara García Mederos, José Armando Fernández Salazar - Cubadebate.- Una de las siluetas más distintivas del paisaje urbano de esta capital, la cúpula del Capitolio de La Habana, se somete a una compleja y profunda restauración, que le devolverá, entre otras características, su antiguo color dorado.
A más de 90 metros sobre el nivel de la calle laboran especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) quienes se encargan de realizar labores de limpieza en la fachada, fortalecer las estructuras de hormigón y acero y rescatar elementos decorativos.
En las obras participan, además, expertos rusos, los cuales serán los encargados de colocar láminas bañadas en oro en la cima del emblemático edificio, tal como fue originalmente. A cargo de ellos también está la realización de un proceso similar en la Estatua de la República.
El centellador, un artificio que hizo del Capitolio cubano un pionero en su época en este tipo de tecnología, también será rescatado, junto a la instalación de un moderno sistema de luces LED alrededor de toda la fachada.
Mariela Mulet Hernández, jefa del grupo de inversiones Prado, de la unidad presupuestada inversionista de la OHC, explicó en exclusiva a la ACN que la rehabilitación de la cúpula es una de las labores más complejas en el programa de conservación integral de la institución.
Antes de comenzar la intervención constructiva se realizó un estudio para comprobar la fortaleza de las placas que conforman la cúpula y afortunadamente arrojó como resultado que no era necesario reforzarlas, no obstante, fue preciso sustituir en determinados casos las piedras que componen algunos nervios, para fortalecerlos, explicó.
Al igual que en el resto del edificio, en este nivel se procede a la instalación de modernos sistemas de seguridad, electricidad, hidráulica, entre otros, lo que supone un reto adicional para los técnicos y especialistas, toda vez que deben ser colocados de forma tal que no rompan con la imagen original.
Por la simetría y el detalle en todos sus elementos decorativos y arquitectónicos, la cúpula es una de las zonas de mayor relevancia en el Capitolio, cuyas obras de restauración se encuentran alrededor del 80 por ciento de desarrollo y deben concluir el año próximo.
Actualmente trabajan en el Capitolio alrededor de 350 obreros y los departamentos inversionistas Prado y Obispo, de la OHC, que también asumen las acciones de mantenimiento en las áreas restauradas, las cuales se encuentran ocupadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular, máximo órgano legislativo cubano.
Inaugurado en 1929, bajo el gobierno del sanguinario dictador Gerardo Machado, el Capitolio ha sido sede de importantes acontecimientos de la historia cubana y tras el Triunfo de la Revolución se convirtió en asiento de varias instituciones científicas cubanas hasta que en 2010 fue entregado a la OHC para su restauración.
