Yolaidy Martinez Ruiz - Prensa Latina.- El público de China despidió en Dalián con grandes vítores al Ballet Nacional de Cuba (BNC), que lo deleitó con una impecable puesta en escena de su versión de Don Quijote, confirmó hoy la bailarina Grettel Morejón.

La artista dijo a Prensa Latina que la ciudad portuaria (noreste) acogió anoche la última presentación de la pieza, esta vez, protagonizada por los primeros bailarines Claudia García, en el papel de Kitri, y Rafael Quenedit como Basilio.

Al igual que en las funciones de Hefei, Wuxi y Shanghái -apuntó-, la compañía recibió interminables aplausos de la audiencia tras regalarle otra maravillosa interpretación de la obra, inspirada en pasajes de la famosa novela 'El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha', del escritor español Miguel de Cervantes.

Morejón resumió que la gira fue exitosa y agradeció la excelente acogida tanto del público como de quienes los atendieron durante este nuevo paso del BNC por China.

Destacó, en especial, las muestras de admiración a la coreografía cubana de Don Quijote el pasado día 22 en el cierre del vigésimo Festival Internacional de Artes de Shanghái, en el cual el Ballet participó por primera vez.

De hecho, medios locales de prensa alabaron la esmerada adaptación del drama que hizo la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, al combinar orgánicamente el estilo de la danza española con las connotaciones literarias de la obra original.

Los críticos señalaron, además, que la pieza se diferencia de la variante rusa y transcurre en una escena roja y vivaz, donde la historia es más clara, la trama es vívida y hasta ligeramente humorística.

El BNC abrió su gira en China el pasado 16 de noviembre con un elenco también compuesto por Dani Hernández, Sadaise Arencibia, Ginett Moncho, Chanell Cabrera, Bárbara Fabelo, Ely Regina Hernández, Glenda García, Chavela Riera, Raúl Abreu, Yankiel Vázquez, Félix Rodríguez, Ernesto Díaz y Adrián Sánchez, entre otros artistas.

La versión cubana completa de Don Quijote tuvo su primera presentación el 6 de julio de 1988 en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, aunque desde 1950 el Ballet incorporó a su repertorio el grand pas de deux del III acto.

Alicia Alonso dirigió un cuidadoso trabajo alrededor de la legitimidad de las referencias folclóricas en el montaje coreográfico de este ballet, persiguiendo la dignificación y respeto al personaje de Don Quijote, un ícono del idioma castellano y de la cultura hispánica.