Oscar Figueredo Reinaldo, Dianet Doimeadios Guerrero, Ania Terrero, Edilberto Carmona Tamayo - Foto: Irene Pérez - Cubadebate - Video: teleSUR.- Para el próximo año, Cuba se propone respaldar una tasa de crecimiento mínima del 1,5 por ciento, ajustada a los propios recursos del país e invirtiendo en el desarrollo, sin incrementar el endeudamiento, premisas que permitirán crear las bases para una tasa de un ligero crecimiento en los próximos años, aseguró el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El titular presentó los principales objetivos que componen el Plan de la Economía del 2019, al que calificó de “realista” y que habrá que cumplirlo bajo el principio de que los gastos se ajusten a los fondos disponibles, sin incrementar el endeudamiento externo del país y contribuyendo al desarrollo continuo de la nación. Como principales objetivos, enumeró:
1. Emitir un Plan realista y cumplible, bajo el principio de que los gastos se ajusten a los recursos disponibles y que a su vez, garantice crecimiento y desarrollo, potenciando la utilización de las reservas internas, sin incrementar el endeudamiento externo del país.
2. Asegurar un proceso inversionista eficiente, capaz de cubrir con su rendimiento los financiamientos otorgados y que respalde los programas priorizados.
3. Incrementar los ingresos por exportaciones y garantizar su cobro oportuno.
4. Potenciar la industria nacional, con el objetivo de sustituir importaciones, buscando un mayor aprovechamiento de las capacidades productivas existentes en el país.
5. Lograr mayores niveles de encadenamiento de la economía en general, fundamentalmente de las entidades exportadoras y de la inversión extranjera directa con la industria nacional.
6. Garantizar los niveles de actividad que tributen al desarrollo.
7. Garantizar el abastecimiento de los principales productos priorizados y una mayor presencia en la circulación mercantil minorista de productos de líneas económicas.
Refiriéndose a las tres prioridades sobre las que se diseña la estrategia económica del país, insistió en que no basta con ajustar los gastos a los niveles de recursos disponibles.Es un desafío complejo pues es necesario además, lograr que la economía no decrezca y mantener la inversión en el desarrollo del país. Además, explicó que para asegurar el proceso inversionista es necesario garantizar que las inversiones se amorticen con su propio rendimiento.
Sobre la necesidad de incrementar los ingresos por exportaciones, Gil explicó que “los recursos disponibles entendidos en el Plan tienen dos fuentes: los ingresos que seamos capaces de exportar y cobrar y los créditos que nos presten. Los primeros son nuestros pero los segundos, aunque pueden ser utilizados para el desarrollo, a largo plazo hay que devolverlos”.
Por lo tanto, es necesario alcanzar un crecimiento gradual y sostenido de las exportaciones, para no aspirar a resolver los problemas de la economía del país con créditos externos. Señaló además que tampoco se puede exportar y no cobrar, un punto en el que el país tiene cuentas pendientes.
Las seis líneas de trabajo para el año próximo:
1. Incremento y diversificación de las exportaciones.
2. Eficiencia del proceso inversionista y la participación de la Inversión Extranjera Directa.
3. Análisis integral de las operaciones de importación y ejecución de los créditos.
4. Sustitución de importaciones mayor participación de la Industria nacional.
5. Gestión de las cuentas por cobrar en el exterior. Fuente de ingreso que debe potenciarse.
6. Gestión de los inventarios.
Gil Fernández explicó que los inventarios representan alrededor del 25 por ciento del PIB del país. De ahí que, para el 2019, se propone rebajar el 2 por ciento en este indicador, lo que le aportaría 400 millones de dólares a la economía nacional.
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El Plan de 2019 tiene equilibrio en sus cuentas macroeconómicas y en sus cuentas financieras, aseveró. Comentó que entre sus características destaca la flexibilidad, para garantizar su cumplimiento, “lo que no contradice el concepto del General de Ejército de que “el Plan de la Economía es sagrado”, aseguró el diputado.
Ante el máximo órgano de poder en Cuba, el ministro reconoció que el nivel de endeudamiento del país es alto, “y nos genera tensiones”. “No vamos a tomar más créditos que la deuda que estamos planificando pagar, para no incrementar el nivel de endeudamiento, hay que tomar medidas de ahorro e ir desplazando las inversiones, sustituyéndolas por la producción nacional”, indicó.
Entre las acciones para reducir el coeficiente importado, identificó la sustitución de importaciones, la utilización eficiente de los inventarios, así como el análisis integral y puntual de las importaciones.
Informó que el grupo de productos identificados a sustituir, a partir de las capacidades productivas existentes, contribuiría a un ahorro en el entorno de los 160 millones de dólares.
En 2019 se considerará la disminución 400 millones USD de importación que se gestionará en el I trimestre 2019, derivado de los saldos reales de inventarios, señaló.
Alejandro Gil aclaró que la restricción importaciones proyectada en un 11.2% respecto a 2018 no significa ausencia de estas, solo que se realizarán en sectores estratégicos, como los alimentos y los combustibles, que representarán el 36 por ciento del total a realizar.
El ministro de economía informó que se planifica crecer en un 20 % las inversiones en 2019, concentradas en los sectores estratégicos. “Sabemos que debemos invertir no menos del 20% del PIB y en la actualidad este valor solo alcanza un 11%. Es una tasa de inversión baja, tenemos una brecha que hay que ir incrementando gradualmente porque es lo que permite el crecimiento de la economía. Hay que crear las bases para un crecimiento en los años futuros”, recalcó.
Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación de Cuba. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.
