Waldo Mendiluza - Prensa Latina.- Cuba llega a 2019 con prioridades como el crecimiento económico, los pasos hacia la materialización de una nueva Carta Magna que deberá ser respaldada el 24 de febrero por el pueblo en las urnas y el impulso a la informatización de la sociedad.

Al intervenir el 22 de diciembre en la clausura del segundo período ordinario de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el presidente Miguel Díaz-Canel señaló que se prevé un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,5 por ciento respecto a 2018, con la recuperación de la industria azucarera y el avance de sectores claves como la construcción, el transporte y las comunicaciones.

'Hemos expresado que la batalla económica sigue siendo la tarea fundamental y también la más compleja. Es esa la tarea que más exige hoy de todos nosotros, porque es de la que más espera nuestro pueblo', subrayó.

De acuerdo con el jefe de Estado, 2019 será un año de ordenamiento, con un Plan de la Economía centrado en los ingresos en divisas del país y su cobro, pagando más deudas que créditos a obtener y cumpliendo con la mayor puntualidad posible el pago de los compromisos.

El crecimiento previsto si bien es discreto y sigue lejos de satisfacer las necesidades de los cubanos, sería un buen resultado, porque se enmarca en un complejo escenario caracterizado por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos y los retos y las tensiones globales.

En ese sentido, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, recordó que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectó un crecimiento regional de 1,7 por ciento.

Gil insistió en que el camino trazado para los próximos 12 meses consiste en el avance a partir de los recursos disponibles, en aras de garantizar que el PIB crezca sin incrementar el endeudamiento externo del país.

El titular llamó al cumplimiento del Plan trazado, lo cual pasa por el apego a principios como la diversificación de las exportaciones, la eficiencia y la sustitución de importaciones.

La Nueva Constitución

Más de ocho millones de cubanos están convocados a las urnas el 24 de febrero para respaldar en un referendo la nueva Carta Magna de la República, aprobada por unanimidad el 22 de diciembre en la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Según expertos, materializar el revolucionario texto representará un gran reto, que pudiera traducirse -en principio- en unas 50 leyes.

En sus disposiciones transitorias, la Constitución establece un plazo de seis meses para que la Asamblea Nacional apruebe una nueva Ley Electoral.

Asimismo, señala que luego de adoptada esa ley, la Asamblea tendrá tres meses para elegir de entre sus diputados la presidencia del Parlamento, a los demás miembros del Consejo de Estado y al presidente y al vicepresidente de la República.

Una vez electas las máximas autoridades del Estado, el presidente del país propondrá al legislativo la designación del primer ministro, los viceprimeros ministros, el secretario y el resto de los integrantes del Consejo de Ministros.

También será necesario redactar los reglamentos que regirán el trabajo de los órganos citados, así como de las asambleas municipales del Poder Popular.

Uno de los temas que más expectativa genera es la actualización del Código de Familia, a partir de cuestiones como la forma de constituir el matrimonio, considerando la decisión de sacar la misma del universo constitucional.

En ese sentido, la nueva ley de leyes prevé en un plazo de dos años iniciar el proceso de consulta popular y referendo del Código, en medio de opiniones a favor y contra sobre sentar las bases para el matrimonio igualitario en la isla.

De cualquier manera, el artículo 82 del texto que los cubanos deberán apoyar el 24 de febrero en un referendo fija una postura revolucionaria, al definir: 'el matrimonio es una institución social y jurídica. Es una de las formas de organización de las familias'.

Además, reconoce la unión estable y singular con aptitud legal, que forme un proyecto de vida en común.

La diputada, sexóloga y activista por la igualdad de derechos, Mariela Castro, consideró que la Carta Magna está en total sintonía con el principio de igualdad y no discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género.

Castro explicó en la Asamblea Nacional que la referencia sobre el matrimonio en el documento está ahora en un capítulo novedoso, en el cual se abordan las familias en toda su diversidad.

El texto también establece en sus disposiciones transitorias que corresponderá a la Asamblea en el plazo de un año aprobar el cronograma legislativo que dé cumplimiento a la elaboración de las leyes requeridas.

La nueva Constitución ratifica el carácter socialista de Cuba y el papel rector del Partido Comunista en su sociedad, amplía las garantías y los derechos de las personas, modifica la estructura del Estado para hacerlo más eficiente y reconoce varias formas de propiedad, entre ellas la socialista de todo el pueblo, la cooperativa, la mixta y la privada.

En declaraciones a Prensa Latina, el primer vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés, calificó la Constitución de un proyecto de futuro, para que haya continuidad en la construcción del socialismo y lograr una patria libre, independiente, soberana, democrática y próspera.

La informatización de la sociedad

El ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo, informó a finales de año a la Asamblea Nacional acerca de la marcha de la informatización de la sociedad, proceso que Díaz-Canel ratificó en ese propio foro como una de las prioridades de 2019.

De acuerdo con Perdomo, la informatización -una política aprobada el año pasado por el Consejo de Ministros- se basa en cuatro pilares, entre ellos el desarrollo de infraestructura.

Otro elemento esencial responde a la creación de contenidos y servicios digitales, en aras de ocupar nuestro ciberespacio y enfrentar una subversión política e ideológica muy activa en las modernas tecnologías de la información y la comunicación, agregó.

El titular destacó como otro pilar la ciberseguridad, cuestión vital para garantizar la estabilidad de los servicios y la defensa ante ataques, errores y la piratería, además de permitir la protección de la identidad y los datos de las personas.

Según Perdomo, no menos importante es el marco regulatorio destinado a soportar la informatización de la sociedad, un proceso indispensable para el desarrollo socioeconómico de la mayor de las Antillas.

Respecto a los componentes de la informatización, compartió con los legisladores la ejecución de 22 proyectos, que van desde el gobierno y el comercio electrónicos hasta la infraestructura tecnológica, los contenidos y servicios digitales, los buscadores en la web, la producción nacional de dispositivos y la ciberseguridad.

En el caso del acceso a Internet en Cuba, señaló que beneficia a más de cinco millones de personas por diversas vías, el 60 por ciento de ellas desde sus centros de trabajo y estudio.

El ministro de Comunicaciones recordó la activación en diciembre del servicio de Internet en la telefonía celular, la existencia de más de mil 200 zonas públicas WiFi, la presencia de la red de redes en 67 mil hogares y las posibilidades de conexión en 34 mil entidades del país.

Asimismo, se refirió en la plenaria de la Asamblea Nacional a los pasos dados en función del gobierno electrónico, considerado una herramienta para estrechar la interacción con el pueblo y potenciar el desarrollo nacional.

Sobre este tema, Perdomo informó que el 95 por ciento de los organismos de la Administración Central del Estado ya tienen sitios web, mientras que se prevé para el año próximo lograr que esas páginas permitan el contacto activo con la población.

El funcionario también adelantó que en 2019 se avanzará en el comercio electrónico.

Por su parte, el presidente Díaz-Canel afirmó en la Asamblea que la Isla continuará su avance en materia de informatización de la sociedad sin injerencia extranjera ni imposición de plataformas de dominación.

Avanzaremos sin dejarnos encandilar por propuestas perversas desde el imperio, sentenció al referirse a la fuerza de tarea activada este año por Washington bajo la supuesta intención de llevar una Internet libre a la mayor de las Antillas.

Díaz-Canel calificó de hipócrita la postura del gobierno de Estados Unidos, porque esgrime una Internet libre el mismo que bloquea a la Isla y le impide el acceso a infraestructura en el área de las telecomunicaciones.

En ese sentido, denunció el verdadero objetivo de tales programas: subvertir el orden de Cuba e implementar en el país una plataforma colonial e injerencista que destruya la identidad nacional e imponga los valores del imperio.