Granma.- La voluntad de trabajo de Cuba quedó manifiesta a partir de los resultados que ostenta el país, que a pesar de su situación geográfica logró repelerel tráfico de drogas, gracias a lo cual dicho problema no golpea de forma significativa la sociedad cubana.
El flagelo de las drogas tiene su causa en un orden internacional injusto, un modelo económico y social que privilegia la búsqueda de ganancias a toda costa, declaró, en Viena (Austria), el ministro de Justicia cubano, Oscar Manuel Silvera Martínez, en el contexto del Sexagésimo Segundo Periodo de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes.
La voluntad de trabajo de Cuba quedó manifiesta a partir de los resultados que ostenta el país, que a pesar de su situación geográfica logró repelerel tráfico de drogas, gracias a lo cual dicho problema no golpea de forma significativa la sociedad cubana.
La Isla, en voz de su Ministro de Justicia, dejó claro que no se solucionaría el azote de las drogas politizando el asunto, arrasando países en nombre de la lucha contra el narcotráfico, ni mediante el empleo de mecanismos que menoscaben la soberanía y la identidad de los pueblos.
Tampoco la legalización funciona como un freno, al contrario, se entiende como un reconocimiento tácito de la incapacidad estatal de capear el mal de las drogas, que además no son inofensivas.
Cuba no reconoce esos mecanismos como válidos, pues dan paso al crimen transnacional, sino que promueve políticas preventivas, con participación activa de la población, la cual tiene derecho a la rehabilitación, el acceso a los servicios médicos y la no discriminación. (Redacción Internacional)