Jesús Angel Díaz Loyola.- Hace año y medio, cuando Mailén Díaz Almaguer emprendía un viaje desde La Habana junto a otras 112 personas, tenía apenas 19 años. Toda una vida por delante para preguntarse por qué fue la única superviviente del accidente del Boeing 737, el 18 de mayo de 2018, un milagro que se produce en contadas ocasiones.

Mailén cumple hoy 21 años. No sé el nombre de todos a los que le sorprendió la muerte aquel viernes ingrato. Todos eran almas inocentes que dejaron rotas a familias enteras.

Aquel día, según pasaban las horas, fuimos conociendo los rostros inocentes de la tragedia. Como símbolo de todos ellos quedó Mailén. Cada vez aparece mas hermosa, a pesar de todo el amor que le rompió la desgracia llevándose también al hombre que amaba y una vida común por realizar todavía.

Pero mirar hoy a Mailén es como mirar el símbolo de muchas vidas que no pudieron seguir su rumbo aquel día.

Hoy todos abrazamos a Mailén, que estará sonriendo en algún lugar de Cuba. Celebra el segundo cumpleaños después del accidente. Pero, sobre todas las cosas, nos hace a todos mirarla feliz con la alegría también de saber que ha ido superando todo el proceso de recuperación, gracias a la entereza de los médicos y su innegable fuerza vital.

Los que aquellos días seguimos las noticias de la tragedia, pudimos percibir el dolor de las familias destrozadas por la desgracia y la pérdida de un ser querido, como se derrumbó el doctor Guillermo Eugenio García Rodríguez cuando supo que perdió a su mujer, Mónica Leyva García y a su bebita Alexia de 11 meses; como acabaron también las familias de Patricia Dayvin Crespo Llanes; de Manuel David Aguilar y su esposa María Salomé Sánchez Arévalo, y tantos familiares de todas las víctimas que dejaron un vacío infinito en sus seres queridos.

OTRAS HIJAS DEL MILAGRO

El caso de Mailén no es único. Es lo mismo que ha pasado a lo largo de los años cuando otros nombres han visto marcadas sus vidas por tragedias como esta.

Fue lo que pasó en el Océano Índico en 2009 con Bahia Bakari, que tras estrellarse el avión en el que viajaba, se aferró a un pedazo del fuselaje tratando de salvar su vida y no ahogarse. Y se salvó tras nueve horas de zozobra. 152 ocupante del avión de Air Yemenia, entre los que estaba su madre, murieron. Sólo Bakari con 13 años, sobrevivió. Los medios la llamaron "La niña milagro".

Algo parecido sucedió con Erika Delgado, otra niña milagro que tenía 10 años en 1995 cuando un DC-9 con 52 personas a bordo se estrelló en María La Baja, Colombia. Erika fue la única superviviente.

Cecelia Cichan tenía 4 años cuando otro avión se estrelló al oeste de Detroit (EEUU), en 1987. De los 155 pasajeros a bordo, sólo ella sobrevivió. Después de superar el trauma, se hizo psicóloga.

Y otra historia, la de Juliane Köpcke que ha dado lugar a dos películas. El 24 de diciembre de 1971, el avión en el que viajaba se desintegró en el aire con 93 pasajeros a bordo (murieron todos, menos ella). Juliane, que entonces tenía 17 años, salió despedida junto a su asiento y cayó sobre las frondosas copas de los árboles del Amazonas, que amortiguaron el impacto. Cuando despertó, después de varias horas inconsciente, estaba en tierra, sentada sobre su butaca y en mitad de la selva. Después de nueve días vagando por la selva fue encontrada por unos campesinos.

Todas son coprotagonistas de la huella cruenta de las desgracias y símbolos del milagro en este mundo, como lo fue Mailén en la tragedia de La Habana que cubrió de humo y luto a un país entero.

De cierto modo, todos hemos sido testigos a la largo de este año y medio,
de los muchos sacrificios que han hecho los médicos cubanos, primero
cuando eran tres las sobrevivientes y, luego, sobre la vida de la propia Mailén, muchas veces al borde del peligro. Solo ella podrá contar la proeza de su vida y el mundo se lo agradecerá algún día.

19 meses después, todo lo que se pude advertir de la evolución de Mailén es gracias a esa dosis extraordinaria del amor y la compasión de sus médicos en la lucha por salvarla.

Que sigas mejorando, y que te mantengas siempre tan hermosa y llena de esa dulzura y vitalidad increíbles.

FELICIDADES, MAILÉN

Retrato de Mailén por Graciela Borau.