Canal Caribe.- En Cuba se refuerzan las acciones de vigilancia y control para evitar la entrada al país del Coronavirus. En el Aereopuerto de Camagüey se adoptan oportunas medidas sanitarias.


Plan de prevención y control del COVID-19, estrategia para estar debida y oportunamente preparados

Yaima Puig Meneses - Cubadebate

Claras estrategias han sido definidas por el Gobierno cubano para contener el riesgo de introducción y diseminación del COVID-19 en el país. Como parte de ellas, en la mañana de este viernes el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, encabezaron en la provincia de Villa Clara la primera de las tres reuniones territoriales que se realizarán en la Isla para evaluar estos temas y aclarar cualquier inquietud que se pueda suscitar al respecto.

En presencia de más de 250 participantes de las cinco provincias de la región central –Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila-  donde se incluyen los secretarios de los comités provinciales y municipales del Partido Comunista de Cuba, los gobernadores, los directores provinciales y municipales de Salud Pública, los presidentes de las asambleas municipales del Poder Popular, intendentes y otros, el jefe de Estado insistió en que las acciones que se han comenzado a desarrollar no son para alarmar ni crear pánico, sino para hacer tanto como esté a nuestro alcance en materia organizativa y de concepción de estrategias para estar debida y oportunamente preparados, tanto a nivel de dirección como de la población.

El Plan para la Prevención y Control del nuevo coronavirus, que ya se pone en práctica, es una actualización del aprobado por el Consejo de Ministros en el pasado mes de enero y está enfocado en lo fundamental a prevenir y atenuar las afectaciones que pudieran suceder y, por tanto, debemos crear todas las condiciones necesarias para ellos, comentó Díaz-Canel.

Aun cuando en el país no se ha confirmado ningún caso positivo al COVID-19, el mandatario cubano reiteró que la actual situación requiere trabajar con responsabilidad, seriedad, exigencia y vigilancia permanente sobre cualquier suceso, de manera que sepamos cómo actuar ante cada escenario.

De igual forma, subrayó la necesidad de trabajar con agilidad y precisión para lograr eficiencia, lo cual inevitablemente debe ser apoyado con un control sistemático en todos los ámbitos.

Respecto a la campaña de comunicación social que se ha diseñado, refirió que está orientada a crear un ambiente de confianza y seguridad, y que a su vez permita preparar al pueblo y lograr su participación. “Si la población conoce bien la situación, a qué nos enfrentamos y cómo nos hemos organizado, entonces podemos propiciar que ella participe, y eso es fundamental para el enfrentamiento”, reflexionó.

Este plan no es una camisa de fuerza –precisó- puede y debe ser enriquecido a partir de las vivencias y experiencias que los diferentes territorios vayan aportando. De ahí la importancia que concedió al desempeño de los médicos y enfermeras de la familia, los grupos básicos de trabajo y los delegados de circunscripción, “porque es en la base donde podemos adoptar acciones más inmediatas”.

De vital trascendencia consideró también el control que se realice sobre la implementación de las diferentes medidas; la previsión oportuna de los aseguramientos necesarios; y la calidad con que se lleven a cabo las acciones de capacitación en los diferentes niveles.

El presidente  Díaz-Canel  aseguró que, “a partir de la voluntad política y de trabajo del Gobierno y las organizaciones políticas y de masas, el pueblo puede esperar una respuesta adecuada al enfrentamiento a esta situación, porque también el pueblo formará parte de esa respuesta, que entre todos, estamos planificando dar si fuera necesario´.

Previamente, el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, había explicado en detalles el amplio plan de medidas aprobadas que, en una primera etapa, están encaminadas a minimizar las vulnerabilidades que puedan existir en el país para impedir la entrada del virus. “Vigilancia, pesquisa y evaluación oportuna de los casos sospechosos son esenciales en este momento”, consideró.

A partir de la propagación del nuevo coronavirus en el mundo y particularmente en nuestra región –valoró- aumenta el riesgo para Cuba, de ahí la necesidad de fortalecer cada vez más las medidas higiénico-sanitarias en los diversos contextos.

Tras el propósito de disminuir los efectos negativos de una epidemia en la salud de la población y su impacto en las esferas económica y social del país, el Plan diseñado recoge, entre otros objetivos específicos, extremar las medidas de Control Sanitario Internacional en los puntos de entrada al territorio nacional; incrementar la vigilancia epidemiológica desde la etapa actual, así como el control de foco de casos sospechosos que se identifiquen para evitar su transmisión; y organizar el Sistema Nacional de Salud para garantizar la atención médica oportuna y de calidad a la población que resulte afectada.

De igual manera, Portal Miranda comentó sobre la disponibilidad de centros para casos de aislamientos, y la atención médica de manera general a pacientes sospechosos de infección por COVID-19.

Insistió, además, en el seguimiento diferenciado que se debe hacer ante la presencia de síntomas respiratorios en pacientes de instituciones sociales del sistema de Salud Pública como son hogares de ancianos, casas de abuelos y otros, donde se encuentran los grupos de población que por la edad pudieran ser más vulnerables a este virus, según demuestran las estadísticas de sus casos de incidencia y mortalidad a nivel internacional.

Por otra parte, informó que se decidió extender el diagnóstico virológico por biología molecular, que solo se estaba realizando en el IPK, a los laboratorios de las provincias de Villa Clara y Santiago de Cuba, para acercar esos estudios a los diferentes territorios. En estos momentos –aseguró- se llevan a cabo las correspondientes acciones de capacitación a los especialistas que desarrollarán estos trabajos.

El viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, enfatizó en que el Plan diseñado a nivel nacional ahora tiene que ser adecuado a cada provincia y municipio del país mediante un minucioso proceso de implementación, algo así como “un traje a la medida” para cada territorio, especificó. Señaló, además, que desde las diferentes estructuras de trabajo se continúa el estudio, discusión y evaluación de todo lo relacionado con el COVID-19, lo cual permitirá una constante actualización del Plan que se ha puesto en marcha y con ello su implementación en futuros escenarios.

Más adelante, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, definió que se deben priorizar en el trabajo cotidiano acciones como las visitas a los lugares donde mayores vulnerabilidades pueden existir para la introducción del virus, que en el caso de la región central del país incluye varios aeropuertos internacionales que en ella se encuentran enclavados.

La preparación sobre estos temas no puede ser formal –evaluó- porque para lograr prevenir hay que tener una adecuada y profunda preparación. De ahí la importancia que atribuyó además a sumar a las personas a las acciones de prevención y control sistemático para lo cual urge que la población esté constantemente informada.

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