Ania Terrero.- Mientras la COVID-19 avanza por el mundo, Cuba envía profesionales de la salud hacia donde haga falta: incluso a Italia, el ojo de la tormenta. En paralelo, fortalece su sistema de prevención y detección temprana para evitar un crecimiento ilimitado de contagios con el nuevo coronavirus dentro del país, y atiende a los ya enfermos con lo mejor de su personal sanitario y recursos. Pero no faltan, como es usual en estos casos, quienes ponen en duda el sistema de salud de la Isla.

¿Existe rigor en la formación de médicos en Cuba?¿Cómo se asegura su constante superación? Preguntas como estas vuelven a estar sobre el tapete en tiempos donde los médicos, también los cubanos, se convierten en verdaderos superhéroes. Vale la pena entonces recordar algunas de sus respuestas.

En Cuba, el acceso a la enseñanza médica esbien riguroso. Los aspirantes deben aprobar pruebas de ingreso y luego competir a partir de los resultados. Cada año, aproximadamente el 70% de los estudiantes que optan por la carrera de medicina logran acceder a ella.

Una vez dentro, el diploma de médicos no está garantizado. Los estudiantes se enfrentan a seis años en una carrera compleja que requiere sacrifico y estudio. El alto nivel académico del programa, el sistema de evaluación sistemático y la exigencia de los profesores así lo aseguran.

El programa académico de la carrera está diseñado para combinar los estudios teóricos con la práctica en el terreno. Comprende el estudio de ciencias básicas en una primera etapa y luego, desde tercero hasta sexto año, la comprensión de patologías y curas a través de la relación directa con el enfermo.

La gran cantidad de médicos que se gradúan cada año en Cuba no es sinónimo de una educación defectuosa. Una red de universidades de Ciencias Médicas por todo el país, con programa académico y exámenes comunes, asegura que todos accedan a una formación de calidad.Además, la enseñanza médica está subordinada al Ministerio de Salud para asegurar una conexión entre facultades y centros de salud.

Esta red de universidades estáen permanente evaluación. Las distintas carreras han sido acreditadas por la Junta de Acreditación Nacional (JAN) a partir de exámenes integradores a estudiantes, visitas a escenarios docentes, entrevistas a los empleadores y estudiantes egresados y análisis de las condiciones de infraestructura.

La educación médica en la Isla, así como su sistema de salud, está basada en la cultura de prevenir. Los futuros profesionalesse forman para curar enfermedades en pacientes puntuales y aún más, para preservar la salud como un todo. No se trata solo de estudiar los síntomas de un paciente, sino de entender la situación en que vive, su familia, la comunidad y el medio ambiente.

En paralelo, el Ministerio de Salud desarrolla un programa que equipara conocimientos y adelantos médicos en el mundo con la formacióny superación. Profesionales de la nación caribeña son enviados a centros educativos de prestigio internacional y expertos de todo el mundo imparten seminarios en la Isla.

En los últimos años se han introducido en el país 44 nuevas tecnologías para tratar diferentes enfermedades y condiciones. Esto asegura la superación constante del sistema de salud y de sus médicos.

Por si fuera poco, la enseñanza médica en Cuba está reconocida internacionalmente. Allí se formaron más de 45 mil médicos de 115 países del mundo a partir de convenios o intereses de estudiantes individuales. Además, profesionales cubanos se han desempeñado como presidentes de la Unión de Universidades de Medicina de América Latina y de la Asociación Latinoamericana de Facultades y Escuelas de Medicina.

Como los datos anteriores indican, en Cuba se asegura una enseñanza médica rigurosa y con altos niveles de calidad. Pero, aún más importante, estos procesos se construyen sobre principios de buena educación, respeto al paciente y trato de cercanía. No se trata solo de enseñar medicina, sino de aprender humanismo.