Canal Caribe.- A la edad de 66 años falleció el otrora receptor de los equipos Cuba, Vegueros y Pinar del Río, Juan Castro García. Su deceso ocurrió en La Habana a las 2:50 pasado meridiano del domingo 14 de junio, luego de una dura batalla contra el cáncer.


Rogelio García: “No ha nacido ni nacerá un receptor como Juan Castro”

Evelyn Corbillón Díaz - Cubadebate - Video: Canal Caribe / TV Cubana.- Pocas veces en la historia del béisbol mundial un elenco ha podido contar con una batería de élite, y en la provincia más occidental de Cuba el dúo Rogelio García- Juan Castro escribió gloriosas páginas, tanto en su terruño como vistiendo la franela de las cuatro letras.

El pícher García recuerda a su compañero, fallecido este domingo, víctima del cáncer a los 66 años de edad, con la nostalgia de quien añora la adrenalina de aquellos tiempos y afirma que por sus manos prodigiosas y habilidades“no ha nacido ni nacerá un receptor como él”.

A veces me decía “tira lo que tú quieras”, y entonces yo acudía al tenedor, difícil de recibirlo; pero él no era un receptor que mascoteaba ni mucho menos; él fildeaba los lanzamientos, incluso los de más de 95 millas, aseveró en declaraciones exclusivas a la ACN.

Teníamos una confianza extrema. En tres y dos me indicaba: Tíralo para el piso, y no pifiaba el lanzamiento, apuntó el Ciclón de Ovas, recordado por su destreza para ponchar a los adversarios, con poco más de dos mil 500 estrucados.
Rememoró los comienzos de ambos, allá por 1976 con los Vegueros, una unión que se mantuvo hasta el punto de retirarse juntos del béisbol activo, en 1989.

Julita Osendi (periodista cubana) lo dijo en ese momento, que sería la primera y la única batería en Cuba que se retiraría unida, y así mismo fue, precisó el serpentinero derecho, autor de un tenedor muy temido.

Para muchos especialistas Juan Castro constituye el mejor cátcher defensivo de la pelota cubana y Rogelio García se considera afortunado de disfrutar de su amistad dentro y fuera del terreno de juego.

En ocasiones era un poco caprichoso, pero siempre quedábamos en lo mismo; el 99. 9 por ciento de las veces que salía a lanzar y él estaba detrás de home, me sentía seguro.

“Cuando pases del tercer episodio a ti no hay quien te gane”, me estimulaba, y la mayoría de los partidos era así; con él era como estar en casa, remarcó.

Pinar del Río tenía siete lanzadores del equipo Cuba y a todos les decía “tira aquí”; aseguraba que por el movimiento sabía el lanzamiento.

Una de las anécdotas más alegres fue en 1983, en los Juegos Panamericanos de Caracas, Venezuela, porque me indicó:“Ni mires para el dugout, aquí no hay nadie, este es un juego entre tú y yo”.

Y esa fue la victoria ante Estados Unidos- acotó- con el equipazo que tenía, conformado por Mark McGuire, Tino Martínez, entre otros; y una medalla de oro que ganamos.

La historia más triste, el jonrón de Agustín Marquetti en el estadio Latinoamericano (1986). Ya yo tenía calambres en los dedos y no podía lanzar el tenedor y él se encaprichó en que lo tirara. A pesar de saber que no tendría efectividad en el lanzamiento lo hice porque era mi receptor y mi guía.

Luego del juego - en el que venció Industriales- salieron las lágrimas porque sentíamos lo que estábamos haciendo en ese momento por nuestra provincia; pero me dijo: tranquilo, seguimos palante, explicó García.

Conmovido aún por la partida física del amigo, a quien recordará como el gran atleta y el hermano que fue, agregó: Juanito, aquí estamos para seguir ayudando a la familia.

No pudo fildear el cáncer. Que Dios lo tenga en la gloria; siempre habrá un pedazo de su corazón en mí, puntualizó.

(Tomado de la ACN)

 

 

 

Juan Castro: Elegante no solo detrás del home plate

Angélica Arce Montero

Ayer sobre las cuatro y cuarenta de la tarde llama José Manuel Cortina y me dice que alguien falleció. Los que saben de lo que hablo, conocen que Cortina cuando se emociona pronuncia con dificultad y por teléfono se agrava la comprensión de su verbo audaz.

Al no entender cuál era el nombre que decía, mi primera reacción fue normal. Pensé que se trataba de algún ex pelotero, amigo suyo, que por mi aún incipiente acervo beisbolero desconocía. Pero por el afligido mensaje que trasmitía en su voz, al instante me di cuenta de que debía ser alguien muy querido. Entonces, volví a preguntar. Al repetir, fue que comprendí que hablaba de Juan Castro. La noticia me enmudeció.

Luego me conecté a Internet, y ya varios amigos lo habían puesto en Facebook. Las redes sociales estaban llenas de semblanzas al elegante receptor, oriundo de San Cristóbal.

Rápidamente me remonté al 2015, cuando en mi natal Pinar del Río daba los primeros pasos en la televisión y en el periodismo deportivo. Imagínense, todavía hay quien me dice por ahí “Ñeca, la jugadora de cuadro”, por mis “profundos conocimientos beisboleros” en aquella etapa.

Fue precisamente en julio de ese año cuando conocí a Juanito. Había escuchado mucho sobre él, aunque todo por referencias, porque cuando nací en 1991 ya hacía dos años que se había retirado, junto con el estelar pitcher Rogelio García.

El luminotécnico Carlos Trujillo, amigo personal de Castro, y el productor, Juan Carlos Baños, ambos de Telepinar, me motivaron a entrevistar a Juanito para el noticiero del canal Telenoticias, pues muchos pinareños estaban preocupados por su salud. Había tenido un neumotoráx (colapso pulmonar), pero ya estaba bien. Me dijeron que para la cobertura no hacía falta ningún tipo de gestión con el transporte, pues Castro vivía al frente del Telecentro, y ya habían hablado con él.

Sobre las once de la mañana llegamos a su casa. Allí me recibió junto a su esposa Bárbara. Tras conversar unos minutos, comenzamos a grabar. La parte de Castro muy bien, pero yo debía hacer dos presentaciones en cámara, y novata al fin, me puse nerviosa. Tuve que repetirlo tres veces.

Antes de la tercera cámara, Castro se paró y me dijo: “Niña tranquila, tú crees que cuando yo empecé lo hacía todo al 100 por ciento. La maestría te la da los años. La receptoría es así y el Periodismo también. No te preocupes que hasta que no salga bien, no iré a descansar. Ya salí del hospital, por suerte, y ustedes vinieron a reportar eso. Mucha paciencia que en la vida todo sale”.

Finalmente así fue. Hicimos la entrevista. Pero al irme, me di cuenta que no habíamos hecho planos de detalles de la conversación, que nos sirvieran para graficar.

Audiovisualmente quedaron unos cortes bruscos en la edición. Recuerdo que ese trabajo se mandó para el Noticiero Nacional Deportivo, y por eso fue criticado. Pero como dijera Castro, “lo más importante es que el pueblo sepa que estoy bien, y eso se entendió”.

Volví a su casa a finales de 2016. Lo entrevisté para ponerlo de contraparte de Rogelio García en un material sobre el manejo del pitcheo. Ese día conversamos como dos amigos. Me dijo que ya me veía desenvuelta ante las cámaras y la pelota, que solo faltaba la elegancia de la seguridad: “Esa es con los años”, recalcó.

Después de eso, no lo vi más. Supe que se mudó para La Habana, y aunque un tiempo después también lo hice, no volvimos a vernos. Sabía de él por Cortina, que me actualizaba a cada rato.

De todo esto pude comprobar que más que impresionantes números defensivos detrás del home y la controversia de si fue o no el más grande, Castro amó siempre su afición y por ella llegó a ser elegante.

Nunca lo vi jugar con Vegueros, pero me hubiese gustado. Me conformo con haber aprendido de él sobre la elegancia, detrás y delante de las cámaras. Para todos los que amamos el béisbol, Juan Castro seguirá ahí, haciendo señas en home.

¿Qué dicen quienes lo vieron jugar?

  • Rogelio García: “Coño mi hermano, me dejas solo en este duro juego de la vida. Hoy te llevas un pedazo de mi corazón. Descansa en paz. Siempre, pero siempre, vas a ser mi receptor favorito, el mejor del mundo. El único que me decía en los momentos difíciles, tira lo que quieras. Yo estoy aqui”.

(Testimonio recogido vía Facebook. Según Rogelito García, todos estaban festejando el cumpleaños de su niña y al conocer la noticia, Rogelio entró en shock. No pudo probar ni el cake).

***

  • José Manuel Cortina: “Cada día me convenzo más de que la vida es un soplo, nada. Una duda, una clemencia, una ráfaga de ausencia por el suelo lanzada. Hemos perdido al amigo, al compañero, al jugador. Hemos perdido la mano izquierda más precisa del béisbol cubano. Nuestro deporte está de luto”.

(Testimonio recogido vía Facebook, minutos después de que llamara para confirmar la noticia)

***

  • Jorge Fuentes: “Ha fallecido la destreza, la magia, la habilidad increíble. He visto mucho béisbol, pero nada se compara con ese don especial que tenía Juanito Castro, detrás del home.Tuve el privilegio de participar en muchas series nacionales junto a él. Nacimos en el mismo pueblo San Cristobal, tuvimos una comunicacion casi perfecta manager- pitcher- receptor, tan necesaria en la conducción del juego. En varias ocasiones lo vi impartir conferencias: fueron brillantes, y ni hablar de sus demostraciones prácticas. Quizás soy una de las personas que más pudo disfrutar la magia de Juanito".

(Testimonio recogido gracias a la colaboración del grupo de Facebook Alto Average)

***

  • Jesús Guerra: “Castro era en home un portento, al que solo bastaba con decirle "confío en ti", y la defensa de esa zona estaba garantizada. Es de los hombres más inteligentes que he conocido en el terreno. Creo que nació para receptor”.

(Fragmento de una entrevista realizada en julio de 2017. Jesús Guerra falleció el 17 de diciembre de 2017)

Cuba
Cuba realizó este sábado 16 de marzo la tradicional carrera contra el cáncer Foto: JIT...
Iván Silva, campeón en los 90kg. Foto: Archivo/CD....
Lo último
La Columna
La Revista