ACN.- Nuevamente el Ballet Folclórico de Camagüey (BFC) sorprendió al público por la capacidad creativa de sus bailarines y una proyección escénica que impacta por la fuerza interpretativa, aun cuando se trata de una temática histórica, esta vez relacionada con la Operación Carlota (1975-1991), contexto donde lucharon cubanos y angoleños en Angola.

Desde el Teatro Avellaneda de esta urbe, sentimientos como la solidaridad y la rebeldía se hicieron prácticamente palpables anoche por la perfecta simbiosis entre música y danza mediante una coreografía que logró integrar cada detalle para transmitir las emociones generadas por la epopeya.

La pieza evoca a la negra esclava lucumí de la dotación del ingenio matancero Triunvirato, quien el 5 de noviembre de 1843 organizó y llevo adelante una sublevación, y de la cual toma nombre la hazaña revolucionaria encabezada por cientos de cubanos en tierras africanas contra el régimen del apartheid.

De la autoría del maestro Reinaldo Echemendía Estrada, fundador y director de la referida compañía, la obra destaca el rojo como una referencia a la religiosidad y folclore del personaje principal, así como la empuñadura constante de una bandera de ese color, como símbolo del internacionalismo.

Es una dedicatoria a esa heroína que se alzó por la emancipación, y también una búsqueda de un espacio importante de cómo fue concebida a manera de símbolo para la historia moderna de Cuba, comentó Echemendía Estrada a la prensa local.

En varias ocasiones el BFC ha llevado al escenario representaciones de ese tipo, lo cual demuestra la versatilidad artística de sus integrantes, así como su sólido desarrollo coreográfico, lo cual les permite integrar la más variada sonoridad popular con las enseñanzas de la academia.

La Operación Carlota fue calificada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz como la más justa, prolongada, masiva y exitosa campaña militar internacionalista protagonizada por la isla.

Durante los casi 16 años que duró la guerra en Angola, alrededor de 377 mil 033 combatientes cubanos prestaron sus servicios militares en esa nación, junto a cerca de 50 mil colaboradores civiles de la nación antillana.

La referida gesta devino paso fundamental en la independencia de Angola y propició alcanzar la de Namibia, así como la desaparición del régimen del apartheid en Sudáfrica.