Un concierto ofrecido por el Ministerio de Cultura de Cuba.
Sigrid y sus Confluencias
La cantante y compositora, a partir de la Beca de Creación de la AHS, presenta este disco con gran aceptación de la crítica y el público, aunque muchos aún no la conozcan...
Ana María Domínguez Cruz - Cubahora
Fue una sorpresa. Para los periodistas, para los músicos, para los propios trabajadores de la Empresa de Grabaciones Musicales (EGREM).para todos los que asistimos a la primera sesión del XIV Coloquio Internacional de Jazz Leonardo Acosta in memorian en Fábrica de Arte Cubano, a propósito del Jazz Plaza 2019.
Cuando la disquera expuso sus obras vinculadas al jazz desde hace décadas y los recientes fonogramas dedicados al género, destacó que el Cd Confluencias, de la cantante y compositora Sigrid Armenteros ocupa el primer lugar en lo referido a la comercialización en espacios digitales. Y justo en ese momento, se desató el asombro. ¿Quién es ella?, preguntaron algunos. ¿No se dedicaba al hip-hop?
Hija de Máximo Armenteros, músico de los Zafiros, ella quiso ser bailarina, escritora o actriz. Estuvo en espectáculos musicales Estilo Propio Abo Tombí, luego en la Steel Band Habana, dirigida por Emilio Piñeiro, en el ámbito del calipso, el merengue, el son y la guaracha. Sigrid tocaba la Steel hasta que en una actuación, cantó, y sintió la fuerza que necesitaba.
“Después integré la banda Sonido 5, dirigida por mi padre, en la percusión menor y ya tenía la inquietud de interpretar mis composiciones. Paso tras paso, colaborando con distintas agrupaciones, me vinculé a Obsesión y desde ahí, a la Agencia de Rap”.
Confiesa Sigrid que sus temas, más cercanos a lo poético, a lo trovadoresco si se quiere, no se acercaba mucho al estilo directo y contestatario del rap, pero aun así, se sentía inspirada y profundizó en esa dinámica. Pero siguió siendo esa muchacha aferrada a la balada, el son, el bolero, el feeling, la guaracha, pero sobre todo el R & B, el soul y el neo-soul.
Ahora tenemos, en físico y en plataformas digitales, el disco Confluencias. Pero antes está Camínalo, un álbum que demoró cuatro años en terminarse y que en sus temas (Mala manía, Camínalo, Fiebre, Ay, amor, La música, entre otros) se percibía su interés por reflexionar racialidad, el amor, la pareja, la defensa femenina, la ruptura familiar y de pareja.
“Confluencias es el sueño de traer mis canciones, sumar a los amigos y poder, además, invitar a gente que quiero. En la batería estuvo Ernán Cortés, en el bajo Omar González, en la percusión Irán Farias, el menor…José Portillo en el piano, Víctor Benítez en el saxo y algunos teclados y bajos sintéticos, además de asumir la producción. Invité a grabar en algunos temas a El individuo, Pancho Amat y Albertico Lescay.
Intro, Tuya, Silencio, Ni tan, Te quedarás (Alberto Barreto), Trayectoria (Arlindo Cruz), Overjoyed (Steve Wonder) Nada con todo son los títulos de los temas que integran esta placa, que sorprende por la limpieza de las interpretaciones, la calidez de la voz y la irreverencia en la fusión.
“Para mí es significativo haber podido realizar este disco gracias a la Beca de Creación El Reino de este Mundo de la Asociación Hermanos Saíz, y a partir de ahora hay que darle más vida al álbum con audiovisuales y en los conciertos que tenemos previsto. Estoy feliz”.
¿Cómo no estarlo, si ha logrado que confluyan, como su nombre indica, todo lo que ha aprendido y sus inquietudes, aún sin saciar?
