Así lo reconoció Lianet Kamila Salina Gimeno, miembro del Secretariado Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), una de las participantes de la feria de adopciones que tuvo lugar este sábado en el Parque Metropolitano de la capital, la cual estuvo organizada por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), las organizaciones estudiantiles y los movimientos juveniles y en la que también participaron Aylín Álvarez García, primera secretaria de la organización juvenil y los miembros del Buró Nacional.

Según Lianet Kamila, futura estomatóloga, esta es la primera actividad de este tipo que organiza la UJC; y la razón que motivó este evento tuvo que ver con el interés de divulgar el Decreto-Ley No. 31 de Bienestar Animal, que entró en vigor en julio pasado. Apuntó que es una de las tantas acciones que deben hacerse para concientizar a la población, en aras de lograr una relación armónica entre los seres humanos y las demás especies.

Precisó que la UJC convocó a jóvenes comprometidos con el medio ambiente para promover lo regulado, al tiempo en que apoyó con garantizar la presencia de médicos veterinarios y especialistas que realizaron, además de una labor educativa, otras acciones encaminadas a garantizar la salud de los animales, como la aplicación de la vacuna antirrábica.

Otra de las jóvenes asistentes a esta feria fue Elizabeth Meade Esperón, quien alterna su labor como fisioterapeuta —ahora apoyando la lucha contra la pandemia—, con una intensa actividad a favor de mejorar la vida de animales callejeros. En su casa, convertida en santuario transitorio para criaturas abandonadas, abundan gatos que van desde días de nacidos a añosos que han encontrado en esta menuda muchacha la salvación.

También asistieron autoridades de Centro Nacional de Sanidad Animal, como la doctora María Gloria Vidal Rivalta, presidenta del Comité Nacional de Bienestar Animal en Cuba, quien explicó a los participantes cómo en el país se consolida todo lo relativo a la política de bienestar animal.

Muchas personas salieron del emblemático parque citadino con cachorros de perros y gatos en brazos. El joven Osmani Rodríguez López fue uno de ellos. «Con este animalito voy a hacer muy feliz a mi hijo de seis años, que hace tiempo quiere un perrito», declaró.

Y quiso que su mensaje llegara a todos los rincones de esta Isla: «Salvar a un animal de la calle es un acto de mucho humanismo. Quien haga eso es capaz de solo hacer cosas hermosas y grandes, como las que ahora mismo demanda nuestro país para salir adelante. También salvar animales es ponerle corazón al país».

Con esta feria de adopciones se saludó la fecha del 4 de octubre, Día Mundial de los animales.

(Tomado de Juventud Rebelde)