Un concierto ofrecido por Bis Music, Casa Discográfica y Editora Musical de Artex S.A.
Lenier Waño: “Ya no existe la posibilidad de que regrese a Qva Libre”
Redacción Cuba Noticias 360
Lenier Waño fue uno de los cantantes principales de Qva Libre durante varios años. Al salir de la agrupación creó su propio proyecto en solitario y grabó su primer disco “A cualquiera le gusta”, con estilos vinculados a la música urbana. El músico ya concluyó su segundo álbum “A mover el esqueleto”, que resume lo que quiere lograr en la nueva etapa de su carrera, según cuenta en entrevista a Cuba Noticias 360.
El artista conversó además sobre su paso por Qva Libre, y los nuevos proyectos de su carrera, entre otros temas.
¿Cómo viste la recepción entre el público de tu primer disco tras salir de Qva Libre?
Yo estuve en Qva Libre 8 años. Al salir de la agrupación el público que nos seguía estaba pendiente de lo que iba a hacer en cuanto a música. Muchas personas pensaron que me había quedado en España durante aquel tiempo. Mi nueva carrera empezó con un proyecto junto Reyner Mariño y Ultrasonic, un productor musical conocido sobre todo por su trabajo con reguetoneros. Él había colaborado con Gente de Zona, Ángeles…
El disco se concibió como un proyecto entre todos. Hicimos cuatro canciones y después invitamos a otros músicos y grabamos el disco A cualquiera le gusta, que cuenta con 12 temas. La aceptación ha sido bastante buena. El público lo recibió muy bien. El disco está en todas las plataformas digitales y en las tiendas de la empresa Artex.
Pienso que el público cubano es bailador, siempre tiene esa energía. Cuando estaba en Qva Libre fui coautor de muchos de los temas del grupo. Muchas personas me dicen que hago la música que hacía en Qva Libre. El hecho es que siempre tuve esa energía y como componía muchos de los temas de la banda de cierta manera arrastré esa singularidad para mi proyecto en solitario, para la música que hago.
Mucha gente consume ahora el morfa y el reguetón. Realmente el primer disco “A cualquiera le gusta” colinda con el reguetón, con lo urbano.
¿Qué géneros de la música cubana te interesa cultivar con mayor ahínco en tu obra marcada por la fusión?
Ya terminamos una segunda propuesta que presentaremos a la casa disquera Bis Music, que es más bailable, autóctona. Tiene son, timba, merengue, conga, kizomba y todos esos ritmos que le gustan al cubano. Será muy variada por su diversidad musical.
Me interesa toda la música cubana. Me caracteriza esa energía y ponerme a la vanguardia de la música. Tengo mucho interés en rescatar todos los ritmos tradicionales cubanos como la conga, la timba, y fusionarlos con el merengue, la cumbia. Trato de hacer una mezcla sin olvidar la música cubana tradicional.
¿Has pensando trabajar a fondo el reguetón?
He fusionado el reguetón con ritmos tropicales, pero nunca lo he trabajado a fondo. Mi primer disco fue más urbano. Porque si escuchamos parte de las canciones percibimos que tienen la célula rítmica del reguetón, pero está lo cubano, lo autóctono.
Mi segundo disco, “A mover el esqueleto”, es más cubano, resume lo que yo quería hacer realmente. Conformé una banda de 10 músicos y di con lo que quería lograr con mi proyecto y mi música.
¿Existe la posibilidad de que regreses a Qva Libre?
“Ya no existe la posibilidad de regresar a Qva Libre. Yo no estoy cerrado si algún día se hace un homenaje a lo que fue Qva Libre, un DVD o un recordatorio sí estaré porque esa fue mi banda por 8 años. Sin embargo, nunca me voy a arrepentir del paso y la decisión que tomé al salir del grupo.
Las personas deben estar en el lugar en que se sienten cómodas y ya yo no me sentía bien en Qva Libre. Tenía esa inquietud de hacer mi propia música y tomé mi camino. Llevó 4 años con mi grupo y se trata ahora de continuar hacia adelante, de no tener miedo a los cambios y las decisiones. Mi decisión fue muy bien tomada y estoy súper contento de haberlo hecho.
¿Cómo son las relaciones con tus ex colegas de Qva Libre?
Las relaciones con Qva Libre están muy bien. Extraño mucho a mi hermanito Súper Russo, y a todos los que estuvieron en la agrupación. El disco estuvo nominado al Cubadisco en la categoría de música urbana, en el programa Cuerda Viva y otros festivales.
Mi segundo disco cuenta con diez temas. Hay muchos que tienen que ver con la madurez que he adquirido y con lo que quiero mostrar a mi público: una banda más bailable. Consumo mucha música brasileña, inglesa, americana, me gusta mucho la música de los años 50 y 60 y eso también se refleja en mi obra.
¿Qué otros proyectos has realizado durante la pandemia de COVID-19?
Durante este tiempo he realizado varios proyectos entre ellos mi segundo disco. También he creado un proyecto con el “Sinsonte”, cantante de la orquesta Dan Den, relacionado con un homenaje a Elpidio Valdés. Ya empecé a grabar mi tercer álbum, que tiene una sorpresa lindísima que no puedo adelantar. No he dejado de crear con la premisa siempre de ahondar en mis raíces y buscar mi propio sello en la música cubana.
Lenier Waño: “Todavía no me he encontrado musicalmente”
"El primer disco nació de un sueño, el de hacer mi carrera independiente. Ya estoy mezclando mi segundo fonograma y responde más a lo que busco".
“Musicalmente Qva Libre cambió mucho. Cuando yo entré la música de la banda era bastante atípica. Se sostenía sobre la base del rap con rock and roll y elementos rítmicos cubanos. Eran muy freakys. Sin embargo, el público freaky no quería a Qva Libre y el público en una escala más amplia también se sentía raro con la banda. Después tuvo más aceptación con videos de canciones como ‘Buena suerte’. Me fui en una etapa en que ya su música no era a lo que yo estaba acostumbrado”, recuerda el cantante en una conversación con OnCuba.
¿Reconoces algún detonante que haya impulsado tu salida de la banda?Cuando yo salí ya la banda estaba rozando mucho la música urbana. Uno no puede perder la esencia aunque abarque otros géneros. Yo no me sentía bien en los conciertos porque tenía otros intereses. Soy muy espiritual y me gusta sentirme bien en los lugares donde estoy. Entonces decidí separarme del grupo para emprender mi carrera independiente. Hoy en día pienso que fue lo mejor que hice.
En meses recientes publicaste tu primer disco «A cualquiera le gusta» (Bis Music). ¿Crees que este álbum define totalmente el territorio que quieres marcar en la música cubana?Cuando salí del grupo le presento la propuesta de mi primer disco al productor José Manuel y a Bis Music. Es un disco que está sobre la música urbana, pero tiene mucha fusión. Me motiva fusionar géneros como la kisomba, el funk, el songo, el son. Mis intereses son muy variados. Yo era productor de muchos de los temas de Qva Libre. Me quedé siempre con esa visión referente a la música en cuanto a escena y performance. Para mí este disco es una fusión entre lo urbano y lo tropical. Cuando lo publiqué me encasillaron en el género urbano, incluso en el Cubadisco, donde fue nominado en esa categoría. Yo estuve de acuerdo con la categoría pero no me quedé contento. Cuando uno escucha el disco se da cuenta que no es solamente música urbana, que tiene otros matices de géneros como el pop, y la música tropical.
Yo produje este disco hace 3 años pero ahora fue que se licenció. Para mí ya resulta una propuesta vieja. Incluso, tengo un segundo fonograma que se lo presenté al productor José Manuel. En Cuba hay público para todo tipo de música, para cada estética. Hasta ahora he tenido aceptación en los escenarios donde he tocado en mi corta carrera como solista. La gente lo ha recibido de manera positiva.
¿No temes que se etiquete estrictamente dentro de la música más comercial?
En Cuba está ocurriendo un fenómeno marcado por la música facilista. Uno anda en la calle y oye mucho el reguetón más urbano, una música muy facilista que, sin embargo, es la que el público pide. No creo que mi música sea tan comercial. Si bien incluye géneros comerciales, su abanico es muy variado. Le permite a la gente con diferentes intereses no encasillarse con un tipo de música, sino identificarse con otros estilos.
Me ha pasado que estando en un escenario el público me exige reguetón. No estoy en contra del reguetón que se está haciendo, pero siento que la mayoría consume el más sencillo, menos elaborado. La mayoría de los artistas de las nuevas generaciones hacen este mismo género. Es algo muy raro… Yo, hasta ahora, no he recurrido a eso. Sí tengo a muchos productores que trabajan conmigo que siempre me lo sugieren, pero no he querido hasta ahora hacer una música fusionada con esos ritmos.
¿Aceptarías en algún momento colaborar con exponentes del reguetón?
Decir no ahora mismo es algo bastante atrevido. Uno siempre va cambiando en cuanto a deseos y pretensiones. Siempre estoy abierto a grabar propuestas nuevas, a hacer colaboraciones. A lo mejor mañana grabo con algún artista de reguetón y no pasa nada. Pero hacer una producción mía con ese ritmo solamente no me interesa. Si me invitan a hacer una colaboración, no obstante, podría hacerla.
¿En qué segmento de la música cubana concibes tu obra?
La veo dentro de la música fusión. En Cuba hay muchos grupos de este estilo. A pesar de que colinde con lo urbano y que tenga que ver con la sonoridad tropical. Pienso que la gente pueda aceptar mi música. Lo que siento es que uno nunca puede perder su sello, aunque pueda desdoblarse y apropiarse de este género para hacer su propia música, como lo han hecho JG y La Charanga Habanera.
¿Cómo fue el proceso que te llevó a la grabación de este disco luego de salir de Qva Libre?
Mucha gente piensa que los artistas son afortunados por el solo hecho de ser artistas. Pero un artista pasa mucho trabajo no solamente en Cuba. Salí de Qva Libre con la idea de armar una banda. Al principio tenía un proyecto con Reiner Mariño y el dj UIltrasonic. Con ese mismo formato nos presentamos en algunos escenarios. Pero no me sentía cómodo. Tenía el deseo de hacer otra cosa. Venía de una banda con una potencia musical grandísimo y que sonaba “macho”. Yo quería hacer una banda que sonora así. Por eso creé una agrupación con un formato bastante arriesgado. En escena somos 11 músicos, quienes ya han logrado un sello. Este camino me costó mucho. Estuve seis meses esperando para entrar a la empresa, a estar legal para poder trabajar. En ese tiempo mucha gente me llamaba para tocar porque no tenía papales ni tenía una plantilla en el Instituto Cubano de la Música ni el Ministerio de Cultura.
Un músico pasa mucho trabajo. Perdemos mucho tiempo en el que uno pudiera estar con la familia. También pasa que uno trabaja y no sabes cuándo te van a pagar. A veces demora mucho que te entregan el cheque para ir a cobrar por tus actuaciones. Es un poco incómodo, diría yo. A veces tienes que alquilar el audio, la guagua. Después me exigen el 10 por ciento de las ganancias. Uno gasta mucho dinero en la producción sin saber si se va a llenar el concierto. A mí me ha pasado muchísimas veces y hay muchos artistas que están en mi pellejo. El problema es que si no lo haces de ese modo no tocas en ningún lado. La mayoría de los trabajos lo consiguen los propios músicos cubriendo todos los gastos. Las empresas muy pocas veces te ofrecen la posibilidad de hacer conciertos.
¿En qué etapa de tu carrera te encuentras luego de presentar «A cualquiera le gusta»?
Sigo creciendo como músico y madurando. No me he encontrado musicalmente. El primer disco nació de un sueño, el de hacer mi carrera independiente. Ya estoy mezclando mi segundo fonograma y responde más a lo que busco. Es muy cubano. En las siguientes producciones espero seguir encontrándome y madurando espiritualmente. Mi principal propósito es tener como base de mi obra la cubanía, para rescatar géneros que se han perdido de Cuba como el songo, el pilón, o el mozambique.
Yo no he pensado vivir de la música. Soy un tipo muy campechano, muy natural. Mis padres nunca pudieron ponerme en una escuela de música aunque desde niño siempre cantaba y quería ser músico. Hoy mi pretensión es brindar mis canciones sin pensar si puedo vivir de mi trabajo del arte. Quiero hacer música para que la gente baile y se divierta.