Canal Caribe.- Hoy se cumplen 30 años del horrendo Crimen de Tarará. En el sepelio del mártir Rolando Pérez Quintosa, el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, sentenció: "Asesinar a hombres desarmados y amarrados es sencillamente monstruoso". En su cuenta de Twitter, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseveró que 30 años después, Cuba recuerda los hechos con profundo dolor e indignación. El 9 de enero de 1992, nuestro país vivía una de los episodios más violentos, producto de la incitación al odio y a la migración a cualquier precio, desde Estados Unidos. Pero también forma parte de la historia de la entereza de un pueblo en la defensa de su Revolución, y la soberanía.
Presidente de Cuba rememora 30 años del crimen de Tarará
La Habana, 9 ene (Prensa Latina) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, recordó hoy el 30 aniversario del crimen de Tarará y los asesinatos de cuatro combatientes revolucionarios que defendían las costas de la isla.
A través de su cuenta en Twitter, el mandatario citó la frase del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, en el sepelio de las víctimas: «Asesinar a hombres desarmados y amarrados es sencillamente monstruoso».
Treinta años después, #Cuba recuerda los hechos con profundo dolor e indignación, agregó el jefe de Estado en la red social.
Con anterioridad el primer ministro Manuel Marrero también rememoró aquellos aontecimientos a través de su cuenta en Twitter.
El Ministerio del Interior de Cuba realizó este domingo un acto por el 30 aniversario de ese hecho para rendir tributo a aquellos héroes y condecorar a jóvenes combatientes de la institución.
En esta fecha de 1992 un pequeño grupo de contarrevolucionarios penetró en la Base Náutica de Tarará para apoderarse de una embarcación y salir de manera ilegal hacia La Florida, Estados Unidos.
Según documentos oficiales, Rafael Guevara, de 30 años, custodio de la Base Náutica, y el sargento de las Tropas Guardafronteras, Orosmán Dueñas, de 20, se encontraban de guardia en el lugar cuando un individuo conocido se les acercó para entablar conversación.
Era una distracción para que otros cuatro delincuentes los agredieran por detrás con machetes, una bayoneta de fusil de ceremonia, una navaja, tubos de hierro y otros objetos contundentes de metal.
Golpeados y heridos fueron abandonados en la garita por los contrarrevolucionarios que intentaron infructuosamente arrancar una lancha para abandonar el país.
Como no lo lograron, regresaron a la instalación y ametrallaron a los combatientes que, en ese momento, eran auxiliados por los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria Yuri Gómez, de 19 años, y Rolando Pérez Quintosa, de 23.
Tres de ellos murieron en ese momento y otro falleció después en el hospital a causa de las heridas.