La trovadora Marta Campos. Foto: Juvenal Balán
Lisdanys Alfonso Rivas - Granma.- Marta Campos expresa sentirse muy feliz de representar un género estético musical, «la transformación más importante que se dio entonces en la música fue la canción trovadoresca, por eso se le puso “nueva”»
«Mi amor por Cuba es eterno», dijo Marta Campos, luego de cantar algunas canciones en el homenaje realizado en Granma por el Día de la Prensa. Fue un momento emotivo, enaltecedor, ese en el que Marta cantó. Muchos se unieron con aplausos, otros rieron, otros reflexionaron, todos amaron ese instante.
El periodismo y la trova se encuentran en esos lugares comunes, los que les dan sentido. «Los periodistas cuentan muchas historias. ¡Cuántas canciones no se han hecho a la Revolución como momento histórico! Yo creo que la palabra tiene que ver mucho con el vínculo. Compartir la palabra, la historia que hacemos nosotros desde la canción; y la de ustedes desde su oficio», nos dice.
A propósito de los 50 años que pronto cumplirá la Nueva Trova conversamos con la reconocida trovadora. «Un investigador nos regala una historia y nosotros la podemos recrear con nuestra música. Creo que cuando ya le pones música a algo toma otro vuelo», asegura esta mujer, miembro del Movimiento de la Nueva Trova, al cual se integró en 1978.
«Ya con el triunfo de la Revolución Cubana vino una transformación social muy grande. Fue un momento en que este movimiento empezaba a salir y a presentarse en Cuba con nuevas formas de abordar la canción, nuevas ideas, sobre todo los textos. A ese proceso revolucionario, a las escuelas al campo, a la alfabetización, a la guerra en Vietnam, a todos los cambios que teníamos como país, se cantaba de una forma muy bella y poética.
«El arte y la cultura se transformaron. Ya no pertenecían a una élite, eran un fenómeno social, del pueblo. La trova entra con nuevas formas de decir y de hacer», comenta.
–En este año cumple el Movimiento de la Nueva Trova 50 años de fundado y los 55 del primer concierto de la canción protesta en la Casa de las Américas… ¿Qué sentimientos la embargan cuando piensa en ello?
–Unas vivencias hermosas. Primero por verme inmiscuida en un fenómeno que marcó pauta no solo en América Latina, sino también en el mundo. Silvio, Pablo, Noel, y todos los que vinieron atrás hicieron historia.
Con respecto a su presencia en el escenario refiere: «Me encanta enfrentar al público, pero no hablo de enfrentamiento como tal, sino de disfrutar de él y ver que el público disfruta de mí. Cada cantor refleja su realidad. Los cantores cubanos somos muy especiales, en el sentido de que tenemos referencias importantes en la canción. Yo no puedo cantarle a Cuba con odio. Soy muy optimista, pienso que con el amor podemos hacer tantas cosas… Y a veces nos olvidamos de que existe el amor».
Marta Campos expresa sentirse muy feliz de representar un género estético musical, «la transformación más importante que se dio entonces en la música fue la canción trovadoresca, por eso se le puso “nueva”».
–¿Qué defiende usted con la trova?
–Mi identidad, la cultura genuina tan grande que hay en este país, y el compromiso con la trova, hacer una canción cada día mejor, más comprometida.
