Vladia Rubio/ CubaSí.- El doctor Antonio Aja, director durante los últimos 15 años del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de la Habana (CEDEM), lo decía en una entrevista concedida el mes pasado a la revista Juventud Técnica: «(…) Los estudios sociodemográficos desempeñan un papel fundamental en un país como este, porque aportan los datos, las reflexiones, y deben sumar las propuestas que la política ha de implementar ante este complejo escenario demográfico».

Y ahora, a la vuelta de la esquina —del 1ro. al 30 de abril venidero—, tendrá lugar en la Isla un importante estudio de este corte: la Encuesta Nacional de Fecundidad (ENF), que incluirá a personas de entre 15 y 54 años de edad de todo el territorio nacional.

Seminarios preparatorios tributan a los confiables resultados de la Encuesta Nacional de Fecundidad 2022. Foto. periodico26.cu

La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y su Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde) estarán a cargo de dicha encuesta, cuyos resultados científicos serán una importantísima brújula en este paisaje cubano marcado por una baja natalidad, que no asegura el reemplazo generacional.

Con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dicha encuesta será la primera a realizarse en hogares cubanos después de iniciada la pandemia, y aportará información bien actual sobre decisiones y expectativas reproductivas de hombres y mujeres en nuestro país, incluyendo adolescentes.

La dinámica demográfica resulta tan decisiva para cualquier país, que, en esta Isla, aun en medio del vendaval de la COVID-19, se han implementado acciones gubernamentales en ese sentido.

Para estimular la natalidad

Entre las acciones para estimular la natalidad destaca la construcción y mejoramiento de viviendas a madres con tres niños o más menores de 12 años, sobre todo dirigido a determinados municipios donde es más urgente la situación.

Foto: Ismael Batista

Los gobiernos locales tienen una responsabilidad directa en esa tarea, cuyo chequeo se ha constatado durante visitas gubernamentales, partidistas, así como de otras entidades e instancias.

En abril del 2020, el periódico Granma informaba sobre una veintena de medidas para estimular la natalidad. Fue en el primer trimestre de ese año cuando por primera vez se constató una disminución natural de la población.

En un contexto de decrecimiento poblacional, bajos niveles de fecundidad y altos de envejecimiento, el mandatario cubano convocó a la búsqueda de soluciones eficientes y, entre las medidas, se mencionó una mayor atención y protección a las mujeres embarazadas, a las madres y padres trabajadores, así como a las familias encargadas del cuidado de los menores.

El proyecto del nuevo Código de las Familias que será llevado a referendo luego de un amplio proceso de consulta popular, resulta consecuente también con esos empeños.

No obstante, es sabido que son diversas las causas de que en esta geografía las cigüeñas no anden volando de casa en casa —como símbolo de la llegada de un bebé. Pero también se conoce que existe el absoluto convencimiento de que el demográfico «es un tema que cada vez adquiere mayor complejidad, porque es uno de los que más impacta en la vida presente y futura de Cuba, en su desarrollo económico y social», como asegurara el mandatario cubano.

De ahí la trascendencia de la Encuesta Nacional de Fecundidad que realizará Cuba el venidero abril.