Canal Caribe - Foto: Endrys Correa Vaillant / Granma.- El desfile de los Trabajadores de Cuba colmó hoy las principales plazas del país, entre ellas, la Plaza de la Revolución José Martí. Allí se vivió una fiesta de pueblo que se traduce en emociones continuas, solidaridad y optimismo por el futuro de Cuba.
Díaz-Canel: Pintamos juntos el paisaje de la unidad y la continuidad
La celebración por este Día Internacional de los Trabajadores, bajo el lema Cuba vive y trabaja, ya histórico, ratificó el compromiso de construir una nación soberana, independiente y socialista
Yenia Silva Correa - Granma
Desde la madrugada, la histórica Plaza de la Revolución José Martí de La Habana, y sus calles aledañas, testigos de innumerables batallas, eran un hervidero de entusiasmo: una muchedumbre alegre y comprometida con la Patria y la fiesta internacional de los trabajadores la copó. Así también amaneció Cuba toda en esta jornada especial de domingo en reafirmación de nuestro Socialismo.
Y no faltaron las voces de respaldo a nuestra hermosa Isla y a Fidel de los amigos de otras tierras, llegados de 60 países y más de 200 organizaciones sindicales, porque Cuba no está sola en su titánica lucha por el desarrollo de nuestro país y en el enfrentamiento a los complots del imperialismo yaqui.
Allí, en la tribuna, a los pies del monumento dedicado a nuestro Apóstol, estaban el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana; Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, y otros dirigentes del Partido, el Estado y las organizaciones de masas. Allí estaban asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, expedicionarios del yate Granma, héroes del trabajo.
Allí estaban también nuestros cinco héroes, quienes sufrieron injustas condenas de prisión en EE. UU., y el pueblo convocaba, una vez más, en el altar de la Patria. Allí estaba Fidel en el pecho de cada cubano.
La celebración por este Día Internacional de los Trabajadores, bajo el lema Cuba vive y trabaja, ya histórico, ratificó el compromiso de construir una nación soberana, independiente y socialista.
Bien lo recordaba Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, en las palabras centrales, al señalar que el contexto internacional es complejo y desafiante, al recrudecerse el bloqueo económico, comercial y financiero que impone el Gobierno de EE. UU. contra nuestro país.
Pese a todo, «Cuba no se detiene, implementa políticas para el fortalecimiento de sus actores económicos y sectores primarios de su base productiva, la transformación integral de sus barrios y la disminución de personas en situaciones de vulnerabilidad», dijo.
Destacó el desarrollo por científicos cubanos de cinco candidatos vacunales, tres de ellos convertidos en vacunas, en medio de la pandemia, y la certeza de que Cuba vive y trabaja por su presente y su futuro, vivenciado en este desfile por el 1ro. de Mayo, una demostración de unidad y de respaldo al proyecto social que construimos.
Y fue así desde que más de 50 000 trabajadores del bloque de la Salud abrieron la marcha. Era nuestro ejército de batas blancas: médicos, enfermeras y personal paramédico, cuya entrega salvó al país. Ellos fueron la vanguardia en este contundente apoyo al socialismo, a la Revolución y a sus líderes.
Junto a ellos, los trabajadores de BioCubaFarma, científicos, los de nuestras vacunas Soberanas, Abdala, Mambisa. Eran 10 000, que portaban en sus corazones el agradecimiento de millones de cubanos y de todos los que, fuera de nuestras fronteras, burlaron la muerte y vencieron a la COVID-19, gracias a los logros de la ciencia cubana.
Y no podían faltar los maestros, encabezados por estudiantes y trabajadores de las escuelas pedagógicas de la capital, por alfabetizadores; por decenas de miles de constructores, y por representes de los servicios comunales; de instituciones y organismos estatales, quienes, codo a codo con representantes de las formas de gestión no estatal, marcharon en una plaza atiborrada de obreros, intelectuales, combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior…, por el pueblo todo junto a su Revolución.
Al final, en un cierre colorido con banderas cubanas y del 26 de Julio, el bloque de la juventud resaltó con integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), la nueva generación, ratificando el compromiso de seguir la lucha contra el bloqueo y continuar construyendo nuestra Patria.
La Plaza de la Revolución José Martí fue la tribuna de un pueblo que resiste y vence cada desafío.