Canal Caribe.- El Primero de Mayo es para los cubanos una fecha de conmemoración histórica y de apoyo al proceso revolucionario. La celebración popular tuvo especial significación este año en Cuba: una expresión de victoria tras dos años de enfrentamiento a la pandemia de la COVID19. Así lo expresaron participantes en el desfile.
Las razones de nuestro desfile
Redacción CubaSí
Foto: Aday del Sol
Los intentos por desmovilizar a un pueblo resultaron infructuosos., aunque promovieron campañas en las redes sociales y trataron de manipular, de segmentar, de desunir... pero este 1 de Mayo cientos de miles de cubanos desfilaron en las plazas de todo el país. No fueron obligados, como aseguran ciertos voceros y medios de comunicación al servicio de la industria del odio. Marcharon por convicción. Marcharon en apoyo a un proyecto de nación que se sustenta en el esfuerzo de los trabajadores.
Los enemigos más recalcitrantes de la Revolución afirman que la mayoría de los ciudadanos de este país adversan al sistema político y social que varias generaciones de cubanos dignos han construido y consolidado. No es, por supuesto, una sociedad perfecta. Pero incluso desde una crítica responsable y un compromiso con la justicia, millones de cubanos la siguen defendiendo y apoyando. Fue notable la decisión mayoritaria de aprobar una Constitución. Han sido ilustrativas las imágenes de desfiles y concentraciones que durante años sucesivos tienen lugar cada Día Internacional de los Trabajadores.
El país enfrenta complejas circunstancias. Los efectos de la pandemia de COVID-19, los rigores de un reordenamiento financiero, la inflación ante la insuficiente disponibilidad de recursos... no pueden desligarse de las afectaciones de un férreo bloqueo económico, financiero y comercial. Los llamados a la subversión se han incrementado; los ataques oportunistas e hipócritas a las instituciones se suceden; las estrategias desestabilizadoras se asumen como un negocio que mueve millones de dólares en los epicentros de la guerra no convencional contra este país.
Y sin embargo, Cuba vive. Cuba trabaja. Cuba resiste. En la Plaza de la Revolución José Martí, en cientos de plazas de todo el país, se reunió un pueblo a reafirmar valores esenciales. Sobran las razones y motivos:
- Porque demostramos que Cuba sigue defendiendo su proyecto social.
-Porque desfilamos también ante los ojos del mundo, ese que a veces pareciera ciego y sordo ante tanta demanda de justicia y paz.
-Porque fue un modo de agradecer al de al lado, al de más allá y al coterráneo que no conocemos, tanto esfuerzo y entrega en bien de todos.
-Porque hay banderas y razones que brillaron y resonaron más desde la unidad.
-Porque fue una nueva muestra de confianza y apoyo a quienes llevan las riendas del país, apegados al sentir del pueblo y sus necesidades, y también a las brújulas de la Ciencia.
-Porque nos comprometimos por todos los días que vendrán a seguir forjando una Cuba cada vez mejor. Y ese compromiso vale hacerlo público una y mil veces para que los cobardes corran a sus cuevas.
-Porque nos ganamos, con cada día de sacrificio y resistencia cotidiana, el derecho a ocupar un espacio en ese pedacito de historia que fue el desfile.