Giusette León García - CubaSí.- Aparecer de noche donde los necesiten se ha vuelto como un ritual, pero la primera vez que Daniel Abner convocó a sus amigos para llegar hasta Matanzas en medio del incendio de la base de Supertanqueros, el horario no fue intencional, sino fruto del apasionamiento de un grupo de jóvenes emprendedores cubanos, que no podían esperar al amanecer para acompañar a quienes batallaban incansablemente contra el fuego: "Mi mujer y yo estábamos fuera de La Habana cuando sucedió la primera explosión", nos cuenta Daniel, " andábamos en carretera y no teníamos conexión, pero enseguida que comenzamos a recibir las noticias de todo lo que estaba sucediendo sentimos que queríamos ayudar, hacer algo...
La primera imagen que vimos fue la del Ministro de Energía y Minas en una camilla, que se había accidentado. Mi mujer vio que yo no cabía dentro del carro y me dijo: yo te conozco, vamos a llamar a los amigos, a ver qué podemos recopilar, quién se nos une y vamos para allá con lo que sea".
Daniel y su familia no andaban de paseo, habían ido a Pinar del Río a buscar a la abuelita recién operada de la cadera. Sin embargo, ni los problemas personales, ni la algarabía de los cuatro nenes que venían en el carro, nada les impidió mover rápidamente las neuronas para encontrar el modo de apoyar:
"En ese momento llamo a un hermano, Alejandro Calzado, dueño del restaurante Caray, de 3ra y 70 y le digo: "hermano, te tengo una noticia y una petición". Empezó a reírse, porque a mí me tienen por loco y le expliqué: "me voy para Matanzas con lo que sea que pueda conseguir en esta hora, con lo que pueda comprar", me responde, "ya yo sé cuál es la petición, que me vaya contigo" y aceptó..."
Entonces le tocó el turno a otro amigo, Raúl, dueño de la panadería Paneque, que también se sumó. Serían las diez y media de la noche cuando comenzaron "a comprar por restaurantes, cafeterías, armamos las meriendas, compramos con la gente DelChef, una MiPyme que se encarga de abastecer a restaurantes, es su función, nos apoyó con jamón, compotas, yogurt, hicieron donaciones y algunas cosas nos las dieron a precios por debajo del costo, todo eso se armó entre las 10:30 de la noche y las 2:00 de la madrugada.
"Buscamos coordinación con el gobierno, enseguida tuvimos tremendo respaldo por parte del gobierno aquí en La Habana. Sobre las cuatro y pico, cinco de la mañana, llegamos a Matanzas. La idea era apoyar a los bomberos, ambulancieros, a todo el que estaba ahí sin dormir y peleando contra el fuego, en medio de aquella situación. Entonces la decisión fue regresar cada día".
Y así lo hicieron. Llegaban en la madrugada con mil y pico de meriendas y "mucho amor, sobre todo amor". Hoy, cuando la gente les pregunta cómo surgió la iniciativa, antes de hacer el cuento completo aseguran: "surgió porque, primero que todo somos seres humanos, esa es nuestra gente y eso fue algo que salió completamente del corazón en ese momento".
Ángeles Nocturnos
Daniel Abner Ramírez Rodríguez es el dueño de la marca de pinturas Prodanco y al equipo de la primera entrega en Matanzas se unieron Juanky's pan, el bar EFE, entre otros como Carlos Miguel, líder de la primera Mipyme que se creó en el país, quien los apoyó en el tema de la logística y la promoción y también participó la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU). Llegaban en varios carros, en caravana, la policía y todos los controles de acceso a la zona industrial les abrían paso, una matancera les escribió por aquellos días: "no dejen de venir que ustedes son los ángeles que cada noche nos traen alegría".
Ella los bautizó. Desde aquel mensaje, ya dejaron de presentarse individualmente, se borraron las marcas y hasta los nombres propios, ellos eran "Los ángeles nocturnos" y tenían una esencia común: "hacerles saber que el corazón de Cuba entera estaba con ellos allí".
Ángeles para Pinar del Río
Cuando Ian se ensañó con la más occidental de las provincias cubanas, nadie necesitó convocarlos: "tomamos la decisión de activarnos y articularnos una vez más. Hicimos el llamado a través de las redes, muchas personas se nos unieron. Buscamos bien donde poder comprar y optimizar el dinero que aportarmos y el que nos donaron, porque esto sobrepasa desde el punto de vista logístico a Matanzas, allí todo estaba concentrado en un mismo lugar, ahora son varios municipios, diferentes lugares de evacuación..."
Aunque a Pinar llevaron otro tipo de insumos: alimentos, artículos de aseo, camas fowler, el plan y la carga principal se mantenían: "lo que más llevamos es amor, que es la esencia de lo que somos nosotros, hacerles saber en cada lugar donde vaya este equipo que el corazón de Cuba entera está con ellos, es la manera que tenemos de que sepan que nosotros estamos ahí y que Cuba está con ellos ahí".
"Entonces es eso, la idea surgió del amor por la gente, eso que está en la genética como seres humanos y más en la genética del cubano: querer ayudar siempre a nuestra gente y, también, como agradecimiento a la oportunidad que el país nos dio de poder hacer crecer nuestros negocios, esta generación de emprendedores somos privilegiados, ya que con las nuevas políticas económicas del país nuestros negocios se han podido desarrollar y es una manera también de agradecer al Gobierno, al Estado, todas las cosas que están haciendo, de que sepan que los jóvenes emprendedores, empresarios, estamos para sumar, para apoyar, y no para restar y estamos, como dijo el General, con el pie en el estribo y en la primera línea de combate para defender aquí todo lo que es nuestro".
El diálogo con Daniel ocurrió por Whatsapp y él quiso cerrarlo con una frase del Héroe de la República de Cuba Ramón Labañino que, asegura, siempre tienen presente: "el amor de todos hará crecer la felicidad de muchos".