Clase de Medicina. Foto: Granma.
Yilena Héctor Rodríguez - Cubadebate / Mesa Redonda.- Corría el año 1962 y cerca de la mitad de los médicos cubanos habían abandonado la mayor de las Antillas para establecerse en Estados Unidos, temerosos por los cambios de una Revolución que recién comenzaba.
La salud era de las áreas que el nuevo gobierno priorizaba, ante la necesidad de establecerla como un derecho universal y gratuito. Por ello, se hacía imprescindible formar médicos de manera masiva.
En ese empeño, Fidel fundó el 17 de octubre de 1962 el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas (ICBP) Victoria de Girón, centro pionero en la formación de estudiantes de Medicina y Estomatología durante el proceso revolucionario e institución rectora en la enseñanza de las Ciencias Básicas en Cuba.
Al pronunciar el discurso de inauguración, Fidel dejaba claro que, aunque era necesaria la formación masiva de profesionales de la salud, también resultaba imprescindible que la nueva institución abogara por transitar del modelo de medicina terapéutica a la preventiva.
Las necesidades del país en aquel momento y las palabras del Comandante, que avivaban el espíritu de los jóvenes, hicieron que muchos decidieran optar por las ciencias médicas como proyecto de vida profesional. Ese fue el caso del Dr. C. Nibaldo Hernández Mesa, quien inicialmente quería ser ingeniero eléctrico y, tras escuchar a Fidel, se convenció de la importancia de hacerse médico y formó parte del grupo de estudiantes fundadores de Girón.
Del primer año de la carrera, el hoy Profesor Emérito recuerda la exigencia, porque la formación masiva no era un ejercicio facilista, todo lo contrario: “los dos primeros años se daban en uno. Empezábamos la jornada a las ocho de la mañana y terminábamos a las seis de la tarde. También teníamos clases los sábados”, rememoró en la Mesa Redonda, el pasado 13 de octubre.
El profesor Nibaldo ha dedicado gran parte de su vida a la formación de profesionales de la salud y ha visto pasar por las aulas del ICBP Victoria de Girón a varios de los más prestigiosos especialistas del país y a estudiantes que devinieron pilares del desarrollo del polo científico.
Más allá de sus muros, la formación masiva de médicos en Girón proporcionó, en cantidad y calidad, un sustento de recursos humanos para el sistema nacional de salud. De la institución también salieron profesores para otras facultades del país y se apoyó el surgimiento de escuelas de Medicina en naciones tan distantes como Yemen y Guinea-Bisáu. Incluso, la primera misión médica internacionalista cubana hacia Argelia, en 1963, partió de Girón y estuvo formada por varios profesores del centro.
Desde 1962, el inmueble de la institución, que por su historia, estilo ecléctico y belleza arquitectónica fue declarado Monumento Nacional, ha visto salir de sus aulas alrededor de 100 000 profesionales y estudiantes de 91 países.
Los tiempos actuales
Con el año 2007 vinieron nuevos desafíos para la ya mítica escuela, que se convirtió una de las facultades integrantes de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Hoy la función primordial del centro consiste en la formación académica e integral de alumnos de Medicina, Licenciatura en Enfermería, Estomatología, Tecnología de la Salud y Psicología Médica en el pregrado. Cuenta con una matrícula de más de 3 900 jóvenes y un claustro conformado por 924 profesores.
En los estudios de posgrado, el centro se encarga de la formación de especialistas en las disciplinas de Ciencias Básicas y Ciencias Clínicas y se ocupa de la superación de profesores, investigadores y otros profesionales, a los que imparte especialidades, diplomados, maestrías y doctorados.
Tammy Fernández Romero, jefa del Departamento de Bioquímica del ICBP Victoria de Girón, explica que en el centro se desarrollan estudios en modelos experimentales, como los modelos de crecimiento intrauterino retardado, de diabetes, obesidad, de daño renal, biomodelos de cáncer, entre otros.
“Varias de estas investigaciones se hacen en colaboración con centros del polo científico, como Biocubafarma o el Centro Nacional de Genética Médica. En ellas no solo participan los profesores, también están incorporados los estudiantes de pregrado y los residentes que tienen que desarrollar una tesis de especialidad como parte de su formación”, señala Fernández Romero.
Los resultados de estas investigaciones se revierten en la gestión docente y en la esfera de los servicios médicos de Cuba y de países en desarrrollo a los que la Isla envía misiones médicas.
El ICBP Victoria de Girón y el sistema de salud cubano
“Si Fidel hubiera fundado solo Girón, la formación masiva de médicos hubiese tenido poca calidad. La fortaleza de ese proceso estuvo en el desarrollo, al mismo tiempo, del sistema de salud en el país y, en especial, de la red de hospitales”, explica el Dr. C. Jorge González Pérez.
El profesor comenta que en un primer momento se creó Girón, como la cuna de las Ciencias Básicas Biomédicas, encargada de la generación del conocimiento necesario en materias como Histología, Anatomía, Fisiología, Embriología, Genética, Inmunología, Bioquímica, etc.
En una segunda etapa, que Fidel tenía clara desde 1962, se concibió el desarrollo de la Atención Primaria de Salud y el vínculo entre la academia y las comunidades, en un contexto donde el escenario de trabajo coincide con el de formación, pues los estudiantes se vinculan a la atención directa al paciente desde el primer año de la carrera.
Solo en La Habana hay más de 700 instituciones de salud de algún tipo vinculadas con la universidad y son más de 13 000 los escenarios de formación en el país, según González Pérez.
Las facultades que nacieron en La Habana después de Girón están enclavadas en grandes instituciones hospitalarias de la ciudad. Si en 1962 se comenzaron a formar cerca de 840 profesionales de la salud en el ICBP Victoria de Girón y alrededor de 240 en Santiago de Cuba (las dos facultades que existían en el país), hoy solo la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana cuenta con más de 26 000 estudiantes, alrededor de 20 000 de ellos pregrado y el 15% de otras nacionalidades, afirma la rectora Mairim Lago Queijas.
Durante estos 60 años, el ICBP Victoria de Girón ha sabido cumplir con sus propósitos fundadores. Pero es preciso, según el profesor Nibaldo Hernández, continuar trabajando en el desarrollo de la medicina preventiva al que aspirara Fidel.
“No podemos seguir cazando enfermedades una por una, porque sería interminable el camino. Tenemos que desarrollar una filosofía del bienestar, encaminada a que las personas enfermen menos. Para eso es muy importante que la universidad tenga cerca a los centros del polo científico, y que los profesionales de esas instituciones sean profesores de Girón. Entonces podremos programar investigaciones que redunden en ese esfuerzo de medicina preventiva”, comenta.
Los nuevos tiempos imponen nuevos desafíos profesionales y tecnológicos a un colectivo que ha dado lecciones de superación desde 1962. Más que amedrentarse, los profesores y estudiantes de ese centro buscan en la historia que se celebra este 17 de octubre la fortaleza para continuar a la vanguardia de la formación en Ciencias Básicas Biomédicas en Cuba.