Bajo el lema de “Diversidad, inclusión y medio ambiente”, compañías artísticas, grupos de activismo social, proyectos y emprendimientos compartieron junto a familias una jornada lúdica y de esparcimiento en la Quinta de los Molinos, en esta capital, el pasado  15 de enero.

El primer evento de este tipo que realiza en 2023 el personal del conocido jardín botánico reunió a más de 400 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. La iniciativa solidaria se dedicó sobre todo a quienes tienen necesidades especiales y a quienes viven en hogares sin amparo familiar.

Al respecto, valoró Marisol Reyes, del Departamento de programas educativos y sociales de la Quinta de los Molinos: “Potenciar las habilidades sociales y de relación interpersonal en infantes y jóvenes con necesidades educativas especiales es siempre un logro”.

Además, la especialista agradeció la activa participación del colectivo de esa institución perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, así como el coauspicio que recibe para efectuar ese tipo de acciones.

Según refirió, contribuyeron esta vez, entre otros integrantes de la Red de Emprendimientos Solidarios, empresas y colaboradores, el Grupo de Construcciones Pilares, Autoviajes SURL, la Empresa Eléctrica de La Habana, Estudio 50, Aire de Fiesta Cuba, Hábitat, Grados, A3, Juanky´s Pan, Picos de Cristal SRL, Rutami Estudio, Nihao53 y Evolución SRL.

Se sumaron los habituales apoyos de las representaciones en Cuba de los Fondos de Naciones Unidas para la Alimentación y para la Infancia (FAO y Unicef, respectivamente, por sus siglas en inglés).

Tal como lo resaltó la convocatoria del festival, muchos emprendimientos, empresas y otras personas solidarias aunaron voluntades para lograr un evento con muchas atracciones gratuitas disponibles para la infancia y la adolescencia.

Programa inclusivo

El grupo infantil de teatro La Colmenita inauguró la propuesta cultural, se sucedieron actividades de modelaje, de trabajo con barro, pintura, realización de origamis, ejercicios de motricidad, didácticos, manualidades y cantajuegos.

Como de costumbre, Zona Quinta incluyó el espacio para el cuidado de mascotas, esta vez con revisiones clínicas, corte de uñas, limpieza de oídos y desparasitación por parte del grupo Bienestar Animal Cuba.

Niños, niñas y adolescentes acompañados de sus familiares compartieron la jornada con estudiantes de la escuela de enseñanza especial Solidaridad con Panamá, liderados por su directora y maestra, Esther María La O, conocida como Teté, así como con infantes de hogares sin amparo filial.

Sobre el significado del festival reflexionó La O: “Todos y todas necesitan de esta alegría y, si tienen necesidades especiales, este tiempo lo agradecen lo que nadie se imagina. Esto les da vida y muchos más deseos de luchar por ella”.

Por su parte, Ernesto Villaverde calificó como “una experiencia maravillosa” la oportunidad de asistir al festival con su sobrino, Marcus Cabrera.

“Niños y niñas necesitan mucho de este ambiente sano y que se garantice en ellos entretenimiento sano también. Salen de la rutina diaria y aquí encuentran libertad, mucha limpieza y dedicación de artistas que les ofrecen sus diversas maneras de expresión”, apuntó Villaverde.

Volver con más

“Este festival sobrepasó todas las expectativas y puso a prueba la capacidad organizativa del equipo de la Quinta. Lamentamos algunos inconvenientes que las largas horas de espera pudieron ocasionar. Tomamos nota de las lecciones aprendidas y mejoraremos para el futuro”, expuso un post en el perfil de Facebook de la institución.

En un comentario sobre esa publicación, Yisel Ávila resaltó: Esta vez, enfrentaron todo un reto cuya dimensión real no lograron calcular… y fue todo un éxito. Una vez más, el equipazo de La Quinta demuestra la necesidad de continuar contando con sus diversas y variadas opciones para la educación/formación y disfrute de nuestros hijos y también para compartir en familia”.

Asimismo, Milagros Ruiz opinó: “(…) ciertamente, la cola para entrar fue algo molesta, pero mi nieto de un añito disfrutó mucho el festival. ¡Ah!, una sugerencia, deben prever un parqueo para las bicicletas”. (2023)