Según trascendió en el balance, el año 2022 se caracterizó por el retorno de esa programación a la normalidad presencial, sin abandonar el desarrollo de actividades en formato virtual.

Asimismo, se prestó atención al trabajo comunitario, con la intención de incrementar las presentaciones del talento aficionado y profesional en los consejos populares alejados de los centros urbanos. Por otra parte, y pese a las dificultades económicas, la enseñanza artística garantizó la continuidad de los cursos en todos sus centros.

Destacaron en el informe del trabajo del año la aprobación por la Asamblea Nacional del Poder Popular de las Leyes de Derecho de Autor y del Artista intérprete, y General de Protección al Patrimonio Cultural y al Patrimonio Natural.

En el período se reportaron 900 970 actividades de la programación cultural, con más de 8 millones de personas beneficiadas. Se realizaron con éxito la 14 Bienal de La Habana, la 30 Feria Internacional del Libro, la 27 edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, la 43 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el 1er Congreso Iberoamericano de la Décima, y otra decena de eventos nacionales en las diferentes manifestaciones artísticas.

En la etapa destacan la aprobación del Programa Integral de atención al Ballet Nacional de Cuba; la presentación de 34 proyectos a la cuarta Convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano, acciones para promover y estimular la obra de artistas jóvenes menores de 35 años; la entrega de los Premios Nacionales en las diferentes manifestaciones; la producción discográfica que benefició a 315 proyectos y la actualización del Registro del Creador Audiovisual y Cinematográfico.

Entre las debilidades, señalan el escaso aprovechamiento de la política de financiamiento a proyectos artísticos; la insuficiente presencia de las unidades artísticas subvencionadas en la programación cultural a todos los niveles; el alto deterioro de la red de cines en el país; ineficiencia del sistema institucional para acompañar a los procesos de creación y promoción artística; y no siempre se logra una programación cultural de calidad, diversa e inclusiva.

Pedro de la Hoz, insistió en la importancia de fortalecer el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, una de las principales líneas de trabajo del gobierno cubano. “Es en los territorios dónde se va a resolver esa batalla y para eso hay que terminar la capacitación de las comisiones provinciales y constituir las municipales”, refirió el presidente de la Comisión Aponte de la UNEAC.

Agustín Adrián Pérez González, vicepresidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura, destacó que hay que integrar todos los factores para ponderar el papel del promotor cultural en la comunidad. “Hay que aumentar, en número y calidad, la programación cultural que se hace en las comunidades y garantizar la presencia de las unidades artísticas subvencionadas de la música y las artes escénicas”.

Además, dijo que en 134 municipios del país, menos del 30 por ciento del presupuesto se destina a la cultura, por lo que pidió el apoyo de los gobiernos locales para que la cultura llegue a una mayor cantidad de personas.

Sobre el trabajo en las comunidades, Alpidio Alonso señaló que la escuela sola no puede en ese empeño por convertirse en el centro cultural. Necesitan el apoyo del resto de las instituciones.

La viceministra Kenelva Carvajal destacó como en el año 2022 la enseñanza artística en el país tuvo que reajustar los planes de estudios, y a ello se sumó el éxodo de algunos profesores, principalmente en la música y las asignaturas teóricas.

En los últimos minutos del balance el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, se refirió a la guerra mediática contra el sector de la cultura y como los trabajadores del sector supieron salir adelante y tener resultados en un año tan complejo para el país.

Dijo que hay que dejar a un lado el autobloqueo y concentrarse en eliminar nuestras propias trabas e insuficiencias. “Debemos potenciar esos lugares de intercambios donde escritores y artistas puedan expresar sus ideas y plantear inquietudes”.

El dirigente cubano insistió en la importancia de concebir una programación cultural cada vez más diversa y de calidad y que en esas actividades se garantice la participación del público. Entre otros temas, habló de la importancia de cumplir el plan de mantenimiento en todas las Casas de Cultura y la exigencia en la conservación del Patrimonio de la Nación.