Círculo Infantil Amiguitos del Minint, de la provincia de Las Tunas, Cuba, 5 de febrero de 2021. Foto: ACN.


Cubadebate - Video: Canal Caribe / TV Cubana.- El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, celebró hoy el aniversario 62 de la fundación de los Círculos Infantiles en el país.

Feliz cumpleaños, gracias infinitas a educadoras y educadores en una etapa fundamental en la vida de nuestros hijos, declaró en Twitter el mandatario cubano.

A propósito de la fecha, Díaz-Canel recordó el legado de Vilma Espín (1930-2007), fundadora y guía de estas instituciones que se convirtieron en imprescindibles para la mujer y la familia cubana.

 

El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, envió en un tuit felicitaciones los profesionales de la educación que laboran en estos centros y mantienen viva una de las más genuinas y nobles obras de nuestra Revolución.

Mediante la misma red social, Teresa Amarelle Boué, secretaria General del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubana, rememoró el hecho que partió de la voluntad política de la naciente Revolución de brindar respuesta a las necesidades educacionales y de salud de la infancia, así como transformar la poca presencia de las mujeres en el mercado formal del trabajo.

Obra de infinito amor son los círculos infantiles, que con el aliento y amor de Vilma nacieron hace 62 años, declaró Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

El 10 de abril de 1961 fueron abiertos oficialmente los tres primeros círculos infantiles en Cuba, Camilo Cienfuegos, Ciro Frías y Fulgencio Oroz, inaugurados en esta capital gracias a las ideas de la heroína de la Sierra Maestra, Vilma Espín quien al frente de la FMC puso en práctica múltiples iniciativas para recaudar fondos.

(Tomado de ACN)

Festejo espirituano por aniversario 62 de círculos infantiles en Cuba

Sancti Spíritus, Cuba, 10 abr (Prensa Latina) Con canciones, bailes, trajes multicolores, declamación de versos del Héroe Nacional José Martí y una piñata festejó hoy esta central ciudad el aniversario 62 de la creación de los círculos infantiles en Cuba.

En declaraciones a Prensa Latina Yanexsy Moreno, jefa del Departamento de la Primera Infancia en la Dirección Provincial de Educación, expresó que cada uno de los centros del territorio celebró la fecha.

Mientras, los 11 círculos infantiles (jardines de la infancia) pertenecientes a la cabecera provincial tienen aquí este lunes una representación cultural con las diferentes manifestaciones que desarrollan las instalaciones, señaló.

Además, dijo, este es un momento en que participan de conjunto la familia y la comunidad, lo cual forma parte de la labor educativa.

Moreno destacó la tarea que desempeñan en la provincia las 33 instalaciones de este tipo y las dos Casitas Infantiles, una de ellas en Banao y la otra en la comunidad de Iguará, en el norteño municipio de Yaguajay.

Resaltó el hecho de que la actividad haya tenido como sede a la filial provincial de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba –enclavada en el céntrico bulevar espirituano- por la entrega de los intelectuales y su trabajo cultural en favor de la comunidad.

En la provincia contamos con una matrícula de cuatro mil 908 niños, aunque “estamos apostando por la apertura de Casitas Infantiles, con la colaboración de los organismos”, subrayó.

Como colofón, un grupo de niñas interpretó la canción Cuba, qué linda es Cuba y un chico declamó los Zapaticos de Rosa, poema de José Martí (1853-1895), considerado el más universal de los cubanos, y quien escribió para los niños La Edad de Oro.

Pequeños del Círculo Infantil Gilberto Zequeira concluyeron con el emblemático pasacalle –conocido más allá de las fronteras- Si tú pasas por mi casa, de Gerardo Echemendía (Serapio), y para el final quedó la infaltable piñata de los cumpleaños y festejos.

El 10 de abril de 1961 fueron abiertos oficialmente los tres primeros círculos infantiles en Cuba, gracias al impulso para su creación de Vilma Espín, al frente de la Federación de Mujeres Cubanas, y al líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz.

 

Yuderkis, los círculos infantiles y una obra de infinito amor

Evelyn Corbillón Díaz

ACN

Yuderkis Pérez Díaz aún conserva el espíritu infantil de hace muchos años, cuando vivía en el municipio de San Cristóbal y no cargaba sobre sus hombros tantas responsabilidades sociales y familiares; quizás por eso reinventa su rutina diaria con la ilusión de que la vida es un cuento de hadas.

Y como todo cuento, no pueden faltar los colores y los finales felices en la historia que ha escrito durante casi un cuarto de siglo, consagrado a los círculos infantiles en la provincia de Pinar del Río bajo la premisa martiana de que solo el amor engendra la maravilla.

De aquella joven egresada en la especialidad de Maestra Primaria en la escuela formadora de maestros de San Cristóbal, hoy perteneciente a Artemisa, queda mucho todavía, sobre todo porque sigue siendo la misma inconforme que no paró hasta cursar la licenciatura en Educación Preescolar, cautivada siempre por los niños pequeños.

Para poder recibir clases los sábados viajaba los viernes para el municipio capital- donde se estudiaba- y mis compañeras y yo prácticamente estábamos todo el fin de semana en la carretera debido a los problemas con el transporte en pleno Periodo Especial; pero no me arrepiento de ese sacrificio, aseveró a la Agencia Cubana de Noticias.

Casi una década se desempeñó como maestra de preescolar, primero en su territorio natal y luego en el cabecera, al cual llegó luego de casarse.

Posteriormente asumió el reto de dirigir el círculo infantil Los Criollitos y más tarde, el Pioneritos del 2000 al cual ha entregado 14 años de su vida.

El círculo es la casa a la que regreso feliz todos los días, donde me siento útil y realizada, confesó.

Me gusta estar rodeada de niños y risas; a veces estoy estresada y salgo al área de juegos a interactuar con ellos, porque eso renueva mis energías.

Trabajar en ese tipo de instituciones educativas demanda mucha sensibilidad, humanismo y amor, pues laboramos con seres muy puros y sinceros a los que preparamos para su futuro desde la primera infancia, apuntó Pérez Díaz, de 48 años de edad.

Inquieta, exigente, solidaria, comprensiva, trabajadora figuran entre la larga lista de adjetivos enumerados por quienes la conocen- que no son pocos- y guardan estrecha relación con su personalidad creativa y dedicada por entero a su proyecto profesional.

Ser la primera en llegar a tu centro laboral y la última en marcharte durante 19 años ha sido un sacrificio también para mi familia; y todos me han apoyado muchísimo, sobre todo mi esposo, apuntó.

Máster en Ciencias de la Educación, Yuderkis es miembro de la Asociación de Pedagogos y, más recientemente, de la de Combatientes de la Revolución Cubana; mereció la distinción Por la Educación Cubana, la medalla José Tey y la condición de Vanguardia Nacional, por solo mencionar algunos reconocimientos durante su amplia hoja de servicios.

Por si fuera poco, representa al sector de la Educación en la zona de defensa Hermanos Barcón, de la ciudad pinareña, responsabilidad que la mantiene vinculada de forma activa a todo cuanto sucede en su comunidad.

Desde hace unos 20 días contribuye a tiempo completo a la concreción de la casita infantil Futuros Galenos, en el hospital pediátrico Pepe Portilla, que pronto abrirá sus puertas a hijos de los trabajadores de ese centro asistencial, de segundo a quinto años de vida.

Era algo que necesitaba, porque la ayuda metodológica brindada me ha puesto a “mover” la mente en función de la creación, y algunos de mis compañeros también me ayudan en este empeño, dijo.

Nada la reconforta más que saberse querida por su nieta de cinco años, esposo y dos hijas, una de ellas continuadora del amor profesado hacia los círculos infantiles pues es logopeda en uno; y que las familias agradezcan su quehacer.

Cuando este 10 de abril esas instituciones cumplan 62 años de su fundación por la heroína Vilma Espín, sin dudas habrá que ovacionar a quienes como Yuderkis Pérez Díaz les entregan la mayor parte de su tiempo. ( Evelyn Corbillón Díaz, ACN)

 

Universidad de Cuba extienden sus brazos a los círculos infantiles

Camagüey, Cuba, 10 abr (Prensa Latina) Aparejado a la felicitación del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a los trabajadores de las guarderías infantiles, la Universidad de Camagüey dejó inaugurada en su sede un centro dedicado al cuidado de los niños.

La idea anterior precisamente impulsada en los últimos años por el propio mandatario cubano, hace énfasis en crear las facilidades para trabajadores y estudiantes padres vinculados a instituciones universitarias en la mayor de las Antillas.

En el caso de la Universidad de Camagüey, justo cuando el país celebra los 62 años de haber sido inaugurados los tres primeros círculos infantiles, quedó abierta de manera oficial la casita infantil «El Principito» que a partir de hoy recibirá a unos 60 infantes.

“Emocionalmente las madres están más tranquilas porque están trabajando o estudiando en la propia institución, además esta facilidad les permite ejercer su función profesional, y el niño se desarrolla de la mejor forma, educado y cuidado”, expuso en declaraciones a Prensa Latina Anisy Fontes, responsable de la casita infantil, con siete años de experiencia como educadora.

Con la presencia de entidades gubernamentales de la región quedó inaugurada la sede, que se suma a otras 10 de su tipo en la región más extensa de Cuba, que tiene además un total de 66 instituciones educativas de la primera infancia en sus 13 municipios.

El mes anterior la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, que ostenta la Orden Carlos J. Finlay, también dejó inaugurada una casita infantil de este tipo. Todos estos centros pertenecen el Ministerio de Educación.

Las guarderías fueron creadas el 10 de abril de 1961 por iniciativa de la líder revolucionaria Vilma Espín con la intención de cuidar a los niños que aún no alcanzan la edad escolar, para tranquilidad de las madres en la ejecución de sus labores profesionales en la sociedad.

 

Bárbara y sus amaneceres en el círculo infantil

Lubia Ulloa Trujillo

ACN

Desde 1978 estoy en estos menesteres, fue la mejor decisión que tomé a mis 18 años de edad.

Así se nos presenta Bárbara Delgado Masip, quien confiesa que desarrollar toda su vida laboral rodeada de niños la ha hecho más humana y exigente en el cuidado de los pequeños.

“Al terminar el duodécimo grado, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) ofertó un curso de un año para quienes deseaban formarse como educadoras, pues en la localidad abriría sus puertas Amanecer de América, un nuevo círculo infantil, y hacía falta personal preparado para asumir la tarea”.

No lo pensé dos veces y me inscribí, comenta con orgullo visible, pues desde hace 31 años es la directora de ese centro educacional de la primera infancia.

Las que acudimos a la convocatoria nos preparamos y recibimos el título de Educadoras. En aquel entonces no existía la plaza de auxiliar pedagógica, como sucedió después. Fueron tiempos muy lindos, de aprendizajes, de concientización, porque era otra oportunidad para que las mujeres nos realizáramos en el plano profesional y tuviéramos el lugar que nos merecemos en la sociedad, recuerda Bárbara.

Esta idea del Comandante en Jefe Fidel Castro de crear los círculos infantiles, concretada por Vilma Espín, entonces presidenta de la FMC, no solo ha contribuido a ello sino también a perfeccionar la educación desde edades tempranas, afirma la majagüense.

A los tres años de graduada la primera tarea fue ocupar la subdirección docente; al principio tuve un poco de temor porque sobre mis hombros recaía todo el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros infantes, pero en la medida en que fui viendo que tanto mis compañeras como yo le poníamos amor a todo cuanto hacíamos, me sentía más segura, refiere.

Su accionar en este tipo de institución ha inspirado respeto, no por lo seria que siempre se le ve, sino por la excelencia de lo que hace, confirmado por los padres, tanto de Amanecer de América, como de El Bebé, el otro círculo infantil de la localidad, donde también dirigió por dos cursos escolares a petición de Educación en el municipio.

El asumir desde jovencita este compromiso hizo que mi carácter fuera serio, de lo cual no me arrepiento, pues jamás he tenido que lamentar ningún suceso triste con “mis niños”, con quienes sí me río a carcajadas cuando me sueltan una ocurrencia o al verlos corretear felices y seguros por los pasillos y patios del centro, explica con una sonrisa esta mujer, abuela de dos jovencitas.

“Es bien difícil estar al frente de un lugar como este, donde no solo son los pequeñitos los que están gran parte del día bajo tu responsabilidad; también guías a un personal adulto que debe saber comportarse en un escenario infantil”.

Si tuviera un cronómetro sabría exactamente los kilómetros que recorro cada día, esta caminata es de resistencia y la hago a gusto para verificar que todos los procesos: recepción, meriendas, baño, almuerzo, sueño, docente-educativo y entrega, marchen bien, que no aparezcan peligros. Eso es lo importante, alega muy segura de lo que habla.

Nos corresponde velar que no haya estantes sueltos, sillas rotas, una puntilla afuera, un tornillo zafado, un objeto pequeño, que las cercas perimetrales y la puerta de entrada estén seguras, en fin, estar a la viva siempre, porque en el círculo debe existir protección en todos los temas y eso en primer lugar, es mi responsabilidad, y sus ojos no mienten.

Hay que ser muy celosa en esta profesión y tener tacto para tratar a los demás, incluso a los padres , pues te das cuenta de que muchos niños cuando comienzan el proceso de adaptación traen de los hogares hábitos de vida incorrectos, que aquí poco a poco se les corrige, y por suerte los llevan al seno familiar, agrega Bárbara, Licenciada en Educación Preescolar.

Reconforta, y mucho, ver que al final de ese camino que transitas con los infantes, de un año de vida- antes era a partir de los 45 días de nacidos- hasta los cinco o seis años, estuvo lleno de aprendizajes para todos, y mientras lo dice la satisfacción se adueña de su rostro.

Compensa ser partícipe de esas transformaciones, constituye un privilegio recibirlos sin saber hablar y con andar inseguro, y despedirlos al terminar el sexto año viéndolos conversar en oraciones largas y completas, más independientes y seguros de sí mismos, por supuesto para su corta edad, explica Bárbara.

“Ese es el mayor premio a tanto esfuerzo, que también se ha puesto en función de niños con necesidades especiales, como los autistas y los síndromes Down, quienes son atendidos en el círculo como parte del proceso de inclusión que materializa el sector educacional cubano”.

Bárbara ya está jubilada, sin embargo esa etapa no la ha disfrutado todavía, pues, por una parte es un dinero que sigue entrando a la economía familiar, y por la otra la salud y la mente las tiene al ciento por ciento.

“Sé que el día de quedarme en casa está al doblar la esquina, mas, necesito un tiempo para asimilar que cambiaré la rutina. Créame, será difícil llevarlo a la práctica, son muchos años que mis amaneceres se los dedico al futuro de muchos hogares”.

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