Roberto Chile - cubaperiodistas.cu.- “La fotografía no puede cambiar la realidad, pero si puede mostrarla”. Fred Mc Cullin.
Representar y comunicar a través de la fotografía los acontecimientos más relevantes de la vida del país, ha sido durante cuarenta años la misión de Gilberto Rabassa, fotorreportero y jefe del departamento de fotografía de la Revista Bohemia.
—El profesional de la fotografía de prensa debe estar armado de talento y sensibilidad, pero también debe procurarse una elevada cultura, saber para qué trabaja, y por encima de todo, sentir amor por la profesión.
En Rabassa se unen ingenio y experiencia, eso le da seguridad a la hora de apretar el obturador de su cámara, sin negar el corrientazo que siente cuando da en la diana, que es, atrapar el instante decisivo.
—En mi vida como fotorreportero, me he enfrentado a disimiles acontecimientos que han marcado mi tránsito por la profesión.
La tradición fotográfica de Bohemia está en buenas manos. Gilberto, Martha, Eduardo, Yasset, Anaray, Jorge Luis y quienes les sucederán, siguen el camino de los fundadores y a la distancia de más de un siglo dejan su impronta en cada reportaje, crónica o noticia, para que los sucesos trasciendan las palabras, y queden perpetuados visualmente para hoy y para siempre.
—“En las antiguas ediciones de Bohemia hay un crédito que se repite en las páginas gráficas: Fotos de Vales. En cada una de ellas está la mirada, la manera de ver la historia y la sensibilidad de un hombre que amó su profesión”, afirma Jorge Oller en su artículo El primer fotorreportero de Bohemia, dedicado a la memoria de Amador Vales, leyenda del fotoperiodismo cubano. A 115 años de fundada la revista, ¿cuánto queda de esa pasión por la imagen que fundadores y continuadores le imprimieron a Bohemia desde sus orígenes?
—Siempre se ha dicho que en las guerras y en la miseria extrema se logran las imágenes más impactantes, y en esa época, esos jóvenes fotógrafos tuvieron que afrontar los acontecimientos más difíciles por los que tuvo que pasar el pueblo de Cuba, es ahí donde destaca la figura de Vales, no por ser el primer fotorreportero de Bohemia necesariamente fuera bueno, pero si, Amador Vales fue un fotógrafo muy talentoso, laborioso y extremadamente valiente.
“A 115 años de fundada la revista Bohemia, la nueva generación de fotorreporteros está consciente de los retos que tiene y ha sabido afrontarlos, porque igual que en el pasado, se han presentado situaciones difíciles como eventos climatológicos, grandes incendios, marchas a favor y en contra de nuestro modelo social que han sido reflejadas en sus páginas”.
—¿Qué cualidades debe tener un fotorreportero?
—El profesional de la fotografía de prensa debe estar armado de talento y sensibilidad, pero también, debe procurarse una elevada cultura, saber para qué trabaja, y por encima de todo, sentir amor por la profesión.
—Las fotografías muestran lo que ocurre delante de los ojos del fotógrafo, pero muy pocas veces dejan saber lo que hay detrás. Refiérete a una de esas imágenes tuyas, que, al volver a verla o recordarla, te trae las mismas emociones que sentiste al tomarla.
—En mi vida como fotorreportero, que ya alcanza los cuarenta años, me he enfrentado a disimiles acontecimientos que han marcado mi tránsito por la profesión: diversas coberturas con Fidel; sus encuentros con presidentes y personalidades de otros países; su accionar en eventos nacionales e internacionales; su contacto con el pueblo. Pero la más estremecedora fue su despedida, de la cual guardo imborrables recuerdos y emotivas fotografías.
No hay un solo altar sin una luz por ti (Foto: Gilberto Rabassa).
“Hay una fotografía que capté hace ya algunos años, que no he podido borrar de mi memoria, una imagen totalmente espontánea, y fue, el momento en que una anciana dialogaba a solas con su virgen ¡Qué dialogo más bello! Años después supe que esa mujer, Teté Paulette, había muerto y que fue la última ama de llaves de la iglesia más antigua de la ciudad de Trinidad. Esa imagen de solo recordarla me conmociona”.
Diálogo a solas (Foto: Gilberto Rabassa).
—En tu labor como fotoperiodista ¿qué es lo que más te estimula o reconforta? ¿y qué es lo que más te molesta o disgusta?
—Me reconforta ver cómo nuevas generaciones de jóvenes se interesan por el fotoperiodismo y me hace sentir satisfecho poder contribuir a la formación de nuevos valores. Hay talento y compromiso, pero me golpea percatarme de las dificultades que afronta el país en materia de tecnología para la información, pero eso en lugar de desalentarnos, nos obliga a crecernos. Y eso los jóvenes lo saben.
Preparados (Foto: Gilberto Rabassa).
—Tras el advenimiento de las redes sociales, ¿cuáles son los principales retos que tiene ante sí la revista Bohemia para mantener el interés de los lectores y el prestigio ganado en el tiempo?
—La revista Bohemia tiene un espacio ganado con los años, es por eso que le llaman la revista de la familia cubana. Pero eso hay que seguir enriqueciéndolo, porque las generaciones cambian. He ahí la tarea más importante en la que estamos trabajando fuertemente, en las páginas digitales, ya sea la WEB o las redes sociales, cambiando los modos de hacer, renovándonos constantemente, sin olvidar los contenidos por los que hemos luchado durante tantos años y la razón de ser de la revista.
GALERIA DE IMÁGENES DE GILBERTO RABASSA
Revolución.
Liderazgo.
El mejor amigo.
Compromiso.
Fuego.
Defensa y Soberanía.
Lealtad.
Danza y pasión.
Talento e ideales
Foto de portada: Roberto Chile/ Cubaperiodistas