En la Cámara Municipal de Lisboa, este viernes el Presidente Díaz-Canel recibió la Llave de Honor de la Ciudad de Lisboa, con la cual se distingue a reconocidas personalidades, instituciones u organizaciones nacionales o extranjeras. Foto: DiazCanelB/ Twitter.
Yaima Puig Meneses, Alina Perera Robbio
Cubadebate
“Gracias, muchas gracias, por este noble y generoso gesto que agradezco en nombre de Cuba”, significó el presidente Díaz-Canel tras recibir este viernes la Llave de Honor de la Ciudad de Lisboa, con la cual se distingue a personalidades, instituciones u organizaciones nacionales o extranjeras por su prestigio, posición, acción o relación muy especial con Lisboa.
“Nos honra y enaltece este símbolo, porque abre la puerta de Lisboa, reconocida como uno de los grandes centros culturales europeos, punto de partida y de encuentro de las más diversas culturas desde los orígenes del mundo”, dijo el Jefe de Estado ante la delegación oficial y el cuerpo diplomático invitado para la ocasión.
En el hermoso salón desde cuyo balcón se declaró la independencia de la República Portuguesa más de un siglo atrás, el mandatario cubano aseguró que era esta la manera “más simbólica de honrar los lazos que unen a nuestros respectivos pueblos, desde la raíz latina, las sucesivas migraciones en ambos sentidos, el intercambio de saberes y la historia misma con sus múltiples impactos, hasta los desafiantes días que corren, poniendo a prueba la solidaridad humana”.
Destacó el dignatario cubano en sus palabras, la impronta de esta maravillosa Ciudad de las Siete Colinas que tiene muchas resonancias en Cuba; de sus huellas en la arquitectura nacional y en numerosas tradiciones populares; de la devoción de muchos cubanos por la Virgen de Fátima y por Santo Antonio, lo cual ha enriquecido nuestra la religiosidad; así como del asiento permanente o temporal que ha sido Lisboa para incontables compatriotas, quienes han formado parte de la vida económica, cultural y académica de la ciudad, sin perder su cubanía.
Al recibir este valioso símbolo, síntesis de una milenaria historia, junto al agradecimiento, enfatizó el Jefe de Estado, les expreso “mis mayores de deseos de felicidad para los lisboetas y de prosperidad para la ciudad de Lisboa, cuya llave me honrará llevar, como prueba de afecto, a mi amada Cuba”.
De hospitalidad, cariños compartidos, historia y cultura con raíces comunes, identidad y cooperación, había hablado poco antes el señor Carlos Moedas, presidente de la Cámara Municipal de Lisboa, quien con sumo afecto recordó al Presidente de la República de Cuba que fue Portugal “uno de los primeros países del mundo en reconocer la independencia de la joven Revolución cubana”.
“Es un honor estar aquí con vosotros y darle la bienvenida a Lisboa en su primera visita oficial a Portugal”, aseguró Moedas. La historia de Portugal, dijo, se “ha entrecruzado con la historia de las Américas”.
Las relaciones entre nuestros países, valoró, “tienen un pasado, se hacen de un presente y tendrá un futuro”, y recordó también puntos en común que en diferentes ámbitos distinguen los vínculos entre los dos pueblos y naciones.
De manera especial, el Presidente de la Cámara Municipal de Lisboa reconoció el trabajo realizado en años anteriores por los médicos cubanos en Lisboa, con un significativo aporte al sistema de sanidad, sobre todo en las zonas donde más se necesitaba de ellos. Igualmente, se refirió a la disposición de Portugal para contar con las experiencias de Cuba en temas asociados a la ciencia y a la innovación.
“Queremos continuar trabajando con vosotros, con vuestro talento, y ustedes pueden continuar contando con el talento de Portugal”, subrayó. A su vez, se refirió a la posición común de ambos países de defender la paz. “Después de una pandemia, y ahora en medio de una guerra, lo que todos necesitamos es empezar de nuevo. Un empezar de nuevo para la paz, para la cooperación y para la ayuda mutua entre los pueblos”, destacó.
Son todas razones, y otras tantas, aseguró, para “darle hoy algo muy especial que damos a personas muy especiales, y es hacerlo ciudadano de Lisboa dándole la llave de esta ciudad con un gusto muy grande de tenerlo aquí y un honor enorme”.