El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, recibió al mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el Palacio Nacional de Belén, residencia del presidente luso. Foto: Presidencia Cuba. Videos: Canal Caribe / TV Cubana y teleSUR.
Presidente portugués recibe a mandatario cubano
Cubadebate
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, recibió al mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en una visita histórica que tuvo lugar en el Palacio Nacional de Belén, residencia del presidente portugués. Durante el recibimiento oficial, que tuvo lugar en la emblemática sala de Bicos del Palacio, Díaz-Canel escribió en el Libro de Honor que esta visita "reafirma la voluntad compartida para seguir consolidando nuestras relaciones bilaterales de más de un siglo de existencia".
El presidente portugués entregó a Díaz-Canel el Gran Collar de la Orden del Infante Don Henrique, la más alta distinción que impone el mandatario luso a Jefes de Estado que visitan esta nación. Ambos presidentes sostuvieron un encuentro privado, que luego se extendió a las dos delegaciones acompañantes.
Esta visita es histórica, ya que es la primera vez que un mandatario cubano realiza una visita de Estado a Portugal. Las actividades oficiales de la delegación cubana continuarán durante el sábado. Esta visita tiene como objetivo continuar consolidando las relaciones bilaterales entre ambos países, que tienen más de un siglo de existencia.
Díaz-Canel: «Nos sentimos en casa»
El Jefe de Estado cubano fue recibido por su homólogo portugués, Marcelo Rebelo de Sousa. También visitó la Asamblea de la República, sede del poder legislativo del país ibérico
Yaima Puig Meneses
Granma
Lisboa, Portugal.–Como lo que son, dignatarios de dos naciones unidas por una relación centenaria, este viernes el Presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, vivieron una jornada marcada por la amistad y por la convicción de que el futuro es consolidar toda cercanía.
En el Palacio Nacional de Belem, el mandatario portugués dio el recibimiento oficial a su homólogo, quien da cumplimiento a una visita de Estado, hasta el próximo 16 de julio, a la nación ibérica.
En el umbral de la Sala de Bicos –recinto emblemático del Palacio–, el anfitrión dio un cálido abrazo al mandatario caribeño, y seguidamente ambos pasaron a tomarse la foto oficial.
La Sala de Bicos, con su suelo de mármoles blancos y negros, con sus finos azulejos, con sus bustos de emperadores romanos y en el techo un lienzo, fue el escenario en el cual el Presidente Díaz-Canel Bermúdez escribió en el Libro de honra: «En este hermoso Palacio, lugar que atesora parte de la historia y la cultura portuguesas, agradezco en nombre del Gobierno y pueblo cubanos, la oportunidad de conversar con el Presidente de la República Portuguesa, sobre los amistosos e históricos vínculos entre nuestros países.
«Este recinto ha sido testigo hoy de la reafirmación de la voluntad compartida para seguir consolidando nuestra relación bilateral de más de un siglo de existencia, la cual se renueva con las acciones que hemos decidido emprender juntos en varias áreas, en beneficio de nuestras respectivas naciones».
Luego, ambos mandatarios sostuvieron conversaciones en privado, antes de hacer declaraciones a la prensa, y en un paréntesis entre ambos momentos se le otorgó al visitante el Gran Collar de la Orden del Infante Don Henrique, la más alta distinción que se confiere a los jefes de Estado que llegan al país lusitano.
PALABRAS SOBRE LA AMISTAD
Frente a los micrófonos, Marcelo Rebelo de Sousa fue enfático en la familiaridad: «Presidente Miguel Díaz-Canel, esta es su casa y la de todos los cubanos».
Se pronunció sobre el valor de mantener relaciones constantes con Cuba, mencionó la cercanía que explica la oposición del país ibérico al bloqueo que sufre la Isla, y dijo del especial acompañamiento de Portugal a la presidencia pro témpore de Cuba en el Grupo de los 77 más China.
Hizo referencia al turismo, al ámbito de las energías renovables y al de las infraestructuras en la construcción, como espacios con potencialidades para dar mayor solidez a las relaciones, y aludió a un memorando recién firmado, cuando se produjo la visita del Ministro de Salud portugués a Cuba, hecho que, enunció, significa que «hay lugar para la colaboración con los médicos cubanos en Portugal, en el presente como lo fue en el pasado.
«En lo que se refiere a la energía y a lo digital, podemos ir mucho más allá. Espero que se pueda materializar rápidamente», dijo.
El Jefe de Estado portugués recordó su visita, en 2016, a la Mayor de las Antillas, y agregó: «Nos interesa sobre todo el futuro, y el futuro significa fortalecer la amistad, la cooperación, la colaboración cultural, económica, social, política y diplomática, y sobre todo fortalecer los lazos existentes entre ambos pueblos.
«Al pueblo portugués –declaró– le gusta el pueblo cubano; sabemos que al pueblo cubano también le gusta el pueblo portugués; por tanto, eso es un principio de conversación fundamental para las visitas y los contactos recíprocos entre los dirigentes políticos de ambos países, que hace más de cien años se conocen, se aprecian y se admiran».
En igual tono de cordialidad y cercanía, el Presidente Díaz-Canel dijo a su par: «Muchas gracias por sus palabras, estimado amigo Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de la República Portuguesa. Nosotros nos sentimos en casa. En las pocas horas que llevamos aquí, de visita en Portugal, todo lo que hemos recibido son muestras de afecto, de cariño, de enorme comprensión y sensibilidad por los problemas de Cuba, y una voluntad explícita, concreta, para poder avanzar y profundizar en nuestras relaciones económicas, comerciales, político-diplomáticas y de cooperación.
«Para nosotros es un honor estar en este bello país, al que nos unen tradiciones comunes en lo cultural, en lo histórico; en un pueblo y en un país al que admiramos; en un país al que reconocemos toda su relación con América Latina y el Caribe, y que tiene una profunda huella en la historia de nuestra región».
Añadió que «esta era una visita anhelada», y mencionó momentos precedentes, como las visitas realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a tierra lusitana, o la de Rebelo de Sousa a la isla caribeña. Por tales razones, definió la actual visita como de continuidad, «para afianzar todo lo que nos hemos propuesto en estos años de relaciones».
Dijo que «hay que destacar que Portugal es uno de los pocos países con el que Cuba tiene una relación centenaria» (hace 104 años), y no pasó por alto que «esta visita se efectúa también en el contexto de la celebración de la Cumbre Unión Europea-Celac, en los próximos días, 17 y 18 de julio, en Bruselas, a la cual Cuba asistirá para participar de manera activa y muy constructiva en las relaciones entre la UE y América Latina».
Sobre las conversaciones que sostuvo en privado con el Presidente Rebelo de Sousa, Díaz-Canel resaltó que en ellas primaron el «espíritu de cooperación, de comprensión; han sido conversaciones muy fructíferas y muestran la voluntad, de ambas partes, de continuar avanzando, ampliando y consolidando nuestras relaciones bilaterales en esferas de mutuo interés.
«Hemos reiterado el interés de incrementar las relaciones económico-comerciales, de inversión y de cooperación en sectores donde ya se trabaja, y tenemos una experiencia que permite un paso de avance sólido, con la participación de empresas portuguesas y cubanas de manera conjunta, en todo un grupo de ámbitos; y también estamos en la disposición de explorar nuevas áreas para beneficio mutuo», detalló el dignatario.
«Portugal es hoy, de hecho, uno de los principales socios comerciales de Cuba, con inversiones y negocios de diversa índole», apuntó el Jefe de Estado, quien resaltó la amplia participación portuguesa en la feria del empresariado y de inversiones que se celebra anualmente en La Habana.
«En el año 35 de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba –enunció Díaz-Canel–, reafirmamos el acuerdo de diálogo político y de cooperación entre Cuba y este bloque regional, que ha constituido un importante mecanismo para mantener y ampliar los vínculos entre ambas partes; y Portugal ha sido un Estado muy activo en propiciar el desarrollo de este acuerdo de diálogo político y de cooperación.
«He agradecido al Presidente la clara posición de la Unión Europea, y en particular de Portugal, contra el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos», del cual, enfatizó, «constituye el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país».
Del encuentro con Rebelo de Sousa, el Jefe de Estado también explicó que «hemos actualizado la situación económica y social que vive Cuba, como resultado del recrudecimiento de las medidas de bloqueo, y también por la inclusión en la lista de países terroristas y, sobre todo, por la aplicación del Capítulo iii de la Ley Helms-Burton, que afecta al pueblo cubano y también afecta significativamente a los países europeos en su relación con Cuba».
Finalmente, en la Sala de Bicos, Díaz-Canel declaró: «Quiero reafirmar la firme voluntad de Cuba de continuar consolidando una relación respetuosa y de amistad con el pueblo y el Gobierno de Portugal, y agradecer toda la oportunidad que nos han dado para realizar esta visita a este bello país».
La tarde dio espacio para otros encuentros; entre ellos, la llegada del Presidente cubano hasta la sede de la Asamblea de la República del país ibérico, donde tuvo como anfitrión a su presidente, Augusto Santos Silva. Allí, sobre las hojas de un libro de honra, el dignatario dejó escrito:
«En ocasión de mi primera visita oficial a la República Portuguesa, me complace visitar la sede de la Asamblea de la República, sede del poder legislativo de este gran país. Compartir con el Presidente de la Asamblea y otros diputados nos ha permitido reafirmar la voluntad de desarrollar nuestros vínculos bilaterales, basados en la historia de amistad e intercambio entre nuestros pueblos.
«En nombre del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, de sus diputados y del pueblo de Cuba, transmito un saludo afectuoso a los diputados, a quienes agradecemos las renovadas muestras de solidaridad hacia la Revolución Cubana».
Cuba y Portugal, entre el homenaje y el cariño
Luego de la ceremonia oficial de bienvenida, en el Jardín Plaza del Imperio, y de las conversaciones oficiales, los jefes de Estado de Cuba y Portugal inauguraron, en la Plaza de la Alegría, un busto de José Martí
Alina Perera Robbio y Yaima Puig Meneses
Granma
Lisboa, Portugal.–En el hermoso Jardín Plaza del Imperio tuvo lugar este viernes la ceremonia oficial de bienvenida al Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. El fuerte y cálido abrazo del mandatario portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, fue la antesala de esta primera jornada de actividades en tierra lusitana.
Honores para Cuba y su pueblo en Portugal, justo allí donde se realizan las ceremonias más importantes de la vida política de esta nación. Mientras se escuchaban las notas de los himnos nacionales, la Plaza del Imperio se estremeció con 21 salvas de artillería.
Alrededor, la ciudad continuaba latiendo, mientras la marcialidad de las tropas perfectamente formadas para el pase de revista de los dos jefes de Estado adquiría un gran simbolismo. A pesar del inevitable protocolo que caracterizó el momento, la cordialidad que se apreció entre ambos mandatarios distinguió la jornada.
Tras concluir el desfile de las tropas, el dignatario cubano, junto a su compañera Lis Cuesta Peraza y la delegación oficial, se dirigieron al Monasterio de los Jerónimos, frente al cual se encuentra el Jardín Plaza del Imperio. Allí rindieron tributo al escritor Luis Vaz de Camoes, considerado como el mayor poeta en lengua portuguesa.
Ante el túmulo donde descansan sus restos, colocó el Presidente Díaz-Canel una ofrenda floral en nombre de Cuba y de su pueblo. Fue un momento para el silencio, el homenaje, el respeto de Cuba para la cultura y la historia portuguesas.
Este lugar, marcado por diferentes estilos arquitectónicos, es parte imprescindible de la historia de Portugal. Tras un impresionante recorrido por algunas de sus áreas, el Jefe de Estado firmó el libro de visitantes, en el cual agradeció «la amabilidad y sapiencia» de quienes lo acompañaron en este recorrido.
«Es un privilegio visitar este sitio histórico y cultural de la humanidad, que constituye un referente imprescindible para quienes visitan la bella ciudad de Lisboa. Ha sido una gran oportunidad para apreciar la belleza y la conservación de diferentes estilos arquitectónicos, los cuales, en perfecta armonía, muestran la riqueza cultural lusitana.
«Esta joya de estilo manuelino guarda los restos de hijos ilustres de esta gran nación, a través de cuyas historias de vida se conoce hoy parte de la historia de la humanidad, incluida la llamada Era de los Descubrimientos».
En las afueras del Monasterio se encontraban amigos de Cuba que habían llegado hasta allí para apoyar al Presidente. De entre la multitud se escuchó decir: ¡Cuba resiste al imperialismo! ¡Bravo por Cuba! Aquí, como en muchas otras partes del mundo, también se quiere a la isla caribeña.
HONORES A MARTÍ EN TIERRA LUSITANA
«¡Fin al bloqueo! ¡Cuba vencerá!» Esas frases, coreadas por amigos portugueses de la solidaridad con Cuba, dieron la bienvenida a los presidentes de la Mayor de las Antillas y de la nación lusitana en la Plaza de la Alegría, lugar muy frecuentado por turistas y locales, y donde es muy fácil sentir la bohemia de la ciudad de Lisboa.
Acompañados por sus respectivas delegaciones, ambos inauguraron allí un busto de José Martí, frente al cual el Jefe de Estado cubano colocó una ofrenda floral. En medio de la agitada vida que se aprecia alrededor del pequeño espacio que ocupa la Plaza, se yergue la escultura, donada por el artista cubano Andrés González González.
Tras los honores al Héroe Nacional de Cuba y el saludo a los amigos que allí se habían reunido, ambos mandatarios se despidieron con un fuerte abrazo, colofón de la jornada vespertina de esta visita oficial que va dejando muchas emociones.