Asociación Lázaro Cárdenas - Foto: Juan Carlos Borjas - Tomada de Cubadebate.- Iroel vivía, militaba y escribía con el “optimismo de la razón y de la voluntad” del que hablaba José Carlos Mariátegui. Ese era su estado de ánimo habitual al que habría que agregarle otro componente de su existencia: una fe absoluta en el pueblo cubano y en la capacidad transformadora del ser humano, que provenía de su gran pasión por las ideas y por la obra de Fidel. Porque Iroel es, ante todo, un patriota. En sentido gramsciano, es un patriota de Partido.
Fue un trabajador infatigable, un revolucionario ejemplar, compañero inolvidable que estuvo junto a nosotros en Xixón conversando y reflexionando, un cubano admirado y querido por sus contemporáneos. La Revolución cubana comenzó con 82 héroes que llegaron en el yate Granma.
Quien conoció a Iroel comprenderá que la revolución se puede desencadenar con solo 82 personas.
Nos ha dejado un amigo, un camarada, un comunista, que estará siempre presente en nuestra lucha. Qué dolorosos nos resultan ahora los versos de Rubén Martínez Villena, el poeta comunista y
el comunista poeta más admirado por Iroel; esos versos que encabezan su blog: ¡Oh, la pupila insomne y el párpado cerrado! (¡Ya dormiré mañana con el párpado abierto!)
el comunista poeta más admirado por Iroel; esos versos que encabezan su blog: ¡Oh, la pupila insomne y el párpado cerrado! (¡Ya dormiré mañana con el párpado abierto!)
Desde Xixón, este sentido recuerdo de tus compañeros y amigos, y caluroso abrazo para Javi, Ruben, Nery y Cuqui.
Hasta siempre, hermano
Hasta siempre, hermano