Darío A. Extremera Peregrín - Cubadebate.- La Empresa Inmobiliaria del Comercio Interior de La Habana, creada en 2021 a partir de la Empresa Provincial de Servicios, tiene más de 5 000 clientes entre los actores económicos estatales y no estales, tanto mipymes como trabajadores por cuenta propia, cooperativas y proyectos de desarrollo local.


A pesar del corto tiempo de existencia, suma ya más de 1 200 locales, áreas y espacios rentados en la ciudad.

Su director de Desarrollo, Benito Jorge del Pino Reyes, señaló que, aunque el arrendamiento en el comercio interior “no es nuevo”, no había experiencias ni antecedentes en el trabajo como empresa inmobiliaria, con miles de clientes de varios sectores de la economía.

La Habana fue pionera en esa iniciativa. “Sin la experiencia, hemos tenido que hacer camino al andar, ajustarnos sobre la marcha”, dijo.

Según Del Pino Reyes, lo positivo del trabajo realizado a lo largo de tres años ha sido tener una única dirección en función del arrendamiento. “Centrar el arrendamiento en una entidad encargada, permite la especialización y una estructura funcional”.

La actividad de arrendamiento comenzó primero con trabajadores por cuenta propia. Después se incorporó a las cooperativas, con centros de salud y belleza y algunos establecimientos de gastronomía.

“Ahora tienen mucha fuerza las micro, pequeñas y medianas empresas, que también tienen derecho a solicitar áreas, espacios y locales. Y en los municipios se aprueban los proyectos de desarrollo local”, comentó.

El directivo puntualizó que tienen “algún que otro” cliente estatal, pero “son los menos”. La mayor parte de los arrendatarios son trabajadores por cuenta propia, seguidos de mipymes (154) y cooperativas (98).

Los inmuebles y espacios que renta la Empresa Inmobiliaria del Comercio Interior de La Habana tienen varias características. Por ejemplo, los de La Habana Vieja son antiguas tiendas de comercio.

Entre los espacios que rentan están las áreas de comercialización, que pueden ubicarse en interiores o exteriores, como la ubicada bajo el puente de 100 y Boyeros.

La empresa arrenda 113 áreas de comercialización, desde pequeñas, con 30 titulares, hasta las que tienen más de 200. La mayor cantidad se localiza en inmuebles de Centro Habana (22).

Explicó que en los municipios periféricos se ha aprobado el uso temporal del suelo en un área abierta, y ahí se han construido, siguiendo los requisitos urbanísticos, quioscos cuyos gestionadores pagan renta a la inmobiliaria.

También reciben carnicerías y bodegas pequeñas para licitar.

La Resolución 40/2022 del Ministerio del Comercio Interior regula el procedimiento de licitación del arrendamiento. El proceso comienza con el traspaso del inmueble a la empresa, que lo inscribe. Para la licitación, se crea una comisión y se publica la información del local, espacio o área que se va a rentar.

Luego del término del plazo de la licitación, un notario hace un acta certificando las personas naturales o jurídicas que solicitan el arrendamiento. La comisión estudia la factibilidad de los casos y propone al consejo de dirección de la inmobiliaria quién debe ser el oferente (la persona que compite en el proceso de licitación).

La dirección de la empresa llama al ganador y comienza la negociación del contrato de arrendamiento y la tarifa. Del Pino Reyes precisó que, en caso de incumplimiento del cliente, la inmobiliaria tiene el derecho de rescindir el contrato, aunque –agregó– generalmente no ocurren incumplimientos.

En las áreas de comercialización, por ejemplo, los titulares pueden “encadenarse”, pero no subarrendar. “No quiere decir que no ocurra, pero tenemos un sistema de trabajo. Las áreas grandes tienen un administrador que responde por estas cosas, además de verificadores, que son trabajadores estatales y un reglamento. Y hay secciones sindicales y núcleos del Partido”, apuntó.

La empresa solo renta los espacios, pero podría tercerizar (subcontratar o externalizar trabajos o servicios con terceros). “Si tuviéramos las condiciones financieras para, digamos, adquirir neveras, las pudiéramos rentar, pero en estos momentos no podemos”, dijo Del Pino Reyes.

Añadió que la Resolución 97/2021 del Ministerio de Finanzas y Precios, que fija las tarifas de arrendamiento, establece que la empresa puede exonerar del pago de la renta por un periodo a los clientes que asuman la reparación del inmueble o espacio.

“Hemos logrado ponernos de acuerdo con los titulares de áreas de comercialización para repararlas, y les hemos exonerado de un porcentaje durante unos meses, y ellos han mejorado", afirmó.

El directivo puntualizó que la inmobiliaria debiera hacer la inversión, pero fue creada con una situación financiera compleja. “Los inmuebles nos fueron traspasados bajo la condición de asumir la deuda de la extinta Empresa de Gastronomía de La Habana, más de 1 000 millones, y la que tenía la también extinta Empresa de Mercados de La Habana“.

La suma de las dos deudas asciende a casi 1 600 millones.

El director de Desarrollo de la Empresa Inmobiliaria del Comercio Interior de La Habana explicó que “una parte de la renta que nos pagan se destina a abonar el crédito al banco, porque asumimos un crédito para pagar a los proveedores”.

Aun así, tienen cierta solvencia y la empresa ha crecido. “Es de imaginarse que en algún momento podamos, aun pagando la deuda durante 15 años, mejorar los salarios de los trabajadores y reparar inmuebles, porque el desarrollo de la inmobiliaria está en incrementar los ingresos a partir de que mejoren los inmuebles”.

Del Pino Reyes destacó que se ha recuperado una “cantidad enorme” de locales en la calle 23, del Vedado. Mencionó los casos del restaurante La Carreta, Club 23 y el Pan con Perro.

“¿Cuál es la insatisfacción de la población? No es ni siquiera el confort, sino el precio de la prestación de los servicios, pero eso es un tema de país, no tenemos que ver”, señaló.

Informó que la empresa está revisando las tarifas de arrendamiento, “porque un grupo grande de actores está con nosotros desde antes de la Resolución 97/2021, y hoy la tarifa no se ajusta a la resolución ni al lugar donde está la actividad que realizan”.

La Resolución 97/2021 establece en 240 pesos cubanos por metro cuadrado la tarifa mínima mensual del área rentada en instalaciones destinadas a oficinas, almacenes o locales comerciales.

De acuerdo con Del Pino Reyes, “hay muy buenas experiencias de trabajo con un grupo de arrendatarios, y hay otras experiencias que no son tan buenas”. Recordó que muchos clientes de la inmobiliaria trabajaron con la Empresa Provincial de Servicios.

“Todavía consideran que somos el tutor y no hay muchos hábitos de relación contractual. Es un problema de disciplina, pero son los menos. Los demás no, porque tienen un orden establecido”, dijo.

La Empresa Inmobiliaria del Comercio Interior de La Habana desarrolla un proceso de digitalización de sus relaciones contractuales. También está preparando una web de consulta con la información de las licitaciones y los inmuebles o espacios disponibles.

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