XV Convención Internacional de Cooperativismo, Cooperat 2024. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.


Desarrollo territorial: ¿Cuánto se fomenta el cooperativismo y la economía social y solidaria en Cuba?

Lisandra Fariñas Acosta, Darío A. Extremera Peregrín, Enrique González Díaz (Enro)

Cubadebate

A pesar de avances significativos en el ámbito del cooperativismo y la economía social en Cuba, estos movimientos aún enfrentan obstáculos importantes que limitan su potencial.

Así apuntó en su conferencia “Cooperativismo, economía social y solidaria en la compleja agenda territorial actual”, el Dr. Jorge Núñez Jover, coordinador académico de la Red Nacional de Gestión Universitaria del Conocimiento y la Innovación para el Desarrollo Local.

La ponencia fue incluida en el programa de la jornada inaugural de la XV Convención Internacional de Cooperativismo, Cooperat 2024.

El académico subrayó que “las cooperativas y la economía social son herramientas adecuadas para construir la sociedad que queremos”. Sin embargo, también enfatizó que, a pesar de su relevancia, el camino no está exento de desafíos.

El Dr. Núñez Jover destacó que uno de los problemas más acuciantes es el decrecimiento en el número de cooperativas. Además, muchas están transformándose en micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Esta tendencia, sumada a una falta de motivación tanto institucional como personal para crear nuevas cooperativas, plantea interrogantes sobre el futuro de estas iniciativas.

“Es crucial que los líderes del cooperativismo se conviertan en activistas sociales”, afirmó, instando a una mayor participación en el debate y la transformación social.

El académico también hizo hincapié en la necesidad de contar con un marco legal que no solo supervise, sino que también fomente el cooperativismo. Actualmente, la ausencia de una ley de cooperativas representa un obstáculo significativo.

“La legislación tiende a enfocarse en lo que no se puede hacer, en lugar de incentivar las iniciativas”, comentó. Este enfoque restrictivo limita las oportunidades para el desarrollo de nuevas cooperativas en el país.

Durante su intervención, Núñez Jover recordó los avances logrados desde 2019, cuando se introdujo una normativa relacionada con cooperativas no agropecuarias. Este cambio fue visto como un paso positivo, pero sigue siendo insuficiente. A pesar de que el cooperativismo ha ganado presencia en el marco conceptual y económico del país, el desarrollo no avanza al ritmo esperado.

En el contexto de Cooperat 2024, el Dr. Núñez Jover también resaltó la importancia de integrar la economía social en las estrategias de superación y capacitación en la educación superior. “Debemos replantear nuestra mirada sobre el cooperativismo y la economía social”, propuso, sugiriendo que estas ideas deben ser parte integral de los programas educativos.

La colaboración entre el Gobierno y las universidades, como se ha visto en regiones como el País Vasco y Andalucía, donde el cooperativismo ha prosperado, se presenta como un modelo a seguir. “Existen organizaciones que pueden contribuir a hacer valer los principios del cooperativismo y la economía social”, concluyó, invitando a todos a reflexionar sobre cómo operativizar fórmulas adecuadas para el proyecto socialista cubano.

Resulta esencial abordar estos obstáculos y aprovechar las oportunidades que el cooperativismo y la economía social ofrecen para el desarrollo territorial del país, dijo.

En Cuba, el sistema empresarial estatal debe adoptar un enfoque social, ya que estas empresas pertenecen al pueblo y tienen un compromiso con la solución de los problemas del país. En este sentido, la responsabilidad social es inherente a las prácticas económicas en la isla. Sin embargo, está emergiendo un sector empresarial no estatal que requiere un enfoque diferente. La economía social y solidaria debe ser atendida, ya que no se trata solo de la reproducción del capital, sino de poner el trabajo en el centro de la reproducción de la vida. Esta economía incorpora aspectos económicos y éticos, presentándose como una “economía para la vida”, reflexionó el académico.

De acuerdo con Núñez Jover, la economía social puede manifestarse en diversas formas de emprendimiento humano, más allá de las empresas tradicionales.

Sin embargo, enfrenta adversidades, “especialmente el capitalismo depredador, que representa su principal oposición”.

Durante la conferencia, se destacó la falta de capacitación en este ámbito, lo que pone de relieve la escasa presencia de educación sobre economía social en el país.

“Esto nos lleva a cuestionarnos si la formación de empresarios y dirigentes, tanto a nivel de grado como de posgrado, incluye esta visión de la economía social. Es fundamental que estos enfoques se integren en la educación de las nuevas generaciones que se convertirán en líderes en la sociedad”, precisó.

Asimismo, surge la pregunta sobre cómo explicar las virtudes de la economía social y su coherencia con el proyecto socialista cubano, así como la escasa referencia a la economía social en documentos oficiales. Su inclusión en el universo conceptual que nutre el modelo de desarrollo socialista en Cuba es aún insuficiente, comentó.

Núñez Jover agregó que la economía social y el cooperativismo son ingredientes esenciales que deben nutrir el desarrollo territorial.

“Es crucial que el desarrollo territorial abarque tanto la economía social como el cooperativismo, integrando estos conceptos en la práctica local. Esto implica observar cómo se materializan en las acciones que se llevan a cabo en distintos contextos, desde los municipios hasta la capital”, dijo.

La Constitución cubana reconoce la importancia de las cooperativas, y es vital entender cómo se relacionan estos conceptos en el marco del desarrollo territorial. El concepto de desarrollo territorial ha evolucionado de un enfoque centrado en el desarrollo económico local hacia una visión más holística que considera aspectos ambientales, sociales y de creación de capacidades, explicó.

El territorio no se limita a un espacio geográfico; abarca un conjunto de actores, su organización social y política, su cultura, instituciones e identidades, así como el medio físico y ambiental en el que se desenvuelven. Cada territorio es único y presenta particularidades irrepetibles, lo que resulta fundamental para la formulación de políticas territoriales, enfatizó.

“Es importante destacar que lo económico no agota el desarrollo territorial. Este es un salto conceptual que refleja la evolución del pensamiento en la materia. El desarrollo territorial debe ser visto como un fenómeno complejo y multidimensional, que incluye el desarrollo económico, social, ambiental e institucional. Separar la dimensión económica del resto carece de sentido si queremos integrar el cooperativismo y la economía social en la dinámica territorial”, refirió.

Destacó que el territorio está constituido por redes de actores que establecen sinergias y relaciones. Estos actores tienen intereses y prioridades propias, lo que genera conflictos dentro de la complejidad del territorio. La clave del desarrollo territorial reside en el diálogo, la coordinación y la interacción entre estos actores. No es posible que un experto decida unilateralmente lo que debe hacerse en un territorio, destacó.

Dijo que las personas son el motor del proceso de desarrollo y su finalidad última. No deben ser vistas como meros receptores de ayuda, sino como agentes activos que participan en las transformaciones. Sin esta participación, nuestro desarrollo territorial tendrá un largo camino por recorrer para satisfacer las expectativas deseadas.

El desarrollo territorial, señaló, debe ser entendido como un proceso de acumulación de capacidades, crucial para desplegar la economía social, fomentar el cooperativismo, impulsar la innovación y fortalecer la educación superior.

“La capacidad de fomentar habilidades a escala territorial es esencial para el avance del desarrollo territorial. La multidimensionalidad y el carácter multinivel del desarrollo territorial deben establecer conexiones directas entre lo municipal, lo provincial y lo nacional. Si insistimos en la importancia de la economía social y el cooperativismo, debemos adoptar una visión integral del desarrollo territorial”, refirió el académico.

Nuñez Jover identificó cuatro grandes temas que requieren atención en relación con el desarrollo territorial:

–Participación popular: Es esencial que la población participe activamente en la formulación y evaluación de estrategias. La experiencia muestra que muchas personas no están involucradas en la toma de decisiones, lo que impide el verdadero desarrollo territorial.

–Creación de capacidades: Implica preparar a las personas y fortalecer las organizaciones.

–Fortalecimiento de la institucionalidad: La creación de capacidades también debe abarcar el fortalecimiento de las normas y políticas públicas que guían las acciones sociales.

–Desarrollo territorial como fenómeno complejo: Este concepto debe ser entendido como un proceso multidimensional que incluye lo económico, social, ambiental e institucional.

Uno de los procesos clave es la descentralización, enfatizó. Sin este avance, no habrá verdadera autonomía municipal, y los municipios seguirán siendo meros apéndices de políticas nacionales. La Constitución establece la importancia de la autonomía municipal, y las estrategias de desarrollo deben reflejar esta necesidad.

La agricultura urbana y familiar es otro ámbito donde la economía social puede florecer, aunque aún hay un gran potencial por explorar. La educación y la economía social deben tener una mayor presencia en nuestro modelo, y es fundamental dialogar sobre estos temas, dijo.

Según el académico, la idea de conformar un ecosistema formativo municipal es entusiasta, pero debe ser pertinente a las realidades locales.

La educación superior ha comenzado a participar más activamente en el desarrollo territorial y local, lo cual es un avance significativo, pero este ecosistema formativo no se debe limitar a la educación superior; también incluye politécnicos territoriales, escuelas de oficio y diversos procesos de capacitación, aseveró.

“La pregunta es ¿cómo se integra todo esto en el sistema formativo municipal?”, reflexionó.

Una de las necesidades más urgentes es la creación de un Centro Municipal Formativo que esté diseñado desde una perspectiva innovadora, dijo.

No se trata de un pequeño espacio donde solo se cursen ciertas carreras, sino de un lugar que aborde las necesidades del territorio y ofrezca una variedad de programas y actividades relevantes, sostuvo.

 

XV Convención Cooperat 2024: El cooperativismo es una alternativa viable al desarrollo 

Lisandra Fariñas Acosta, Darío A. Extremera Peregrín, Enrique González Díaz (Enro)

Cubadebate

Con la seguridad de que será una plataforma clave para promover el cooperativismo como una alternativa viable al desarrollo en un contexto global desafiante, quedó inaugurada este martes en el Palacio de Convenciones de La Habana, la XV Convención Internacional de Cooperativismo, Cooperat 2024.

Este congreso no solo es un espacio para discutir teorías y prácticas del cooperativismo, sino también una oportunidad, al conmemorarse 180 años de la creación de la primera cooperativa en el mundo, para construir un futuro más justo y equitativo, centrado en valores de solidaridad y responsabilidad social, apuntó el doctor en Ciencias Carlos César Torres Páez, director del Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo (Cegesta), adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, y presidente del comité organizador de Cooperat 2024.

La comunidad internacional se reúne aquí con el objetivo de avanzar hacia un modelo económico que priorice el bienestar de las personas y el cuidado del medio ambiente, reafirmando el cooperativismo como una alternativa global al desarrollo, refirió el también director del Cegesta.

“Este espacio de intercambio se erige en un momento crucial, dado el contexto de crisis global que afecta a muchas economías. La cooperativa, al igual que la comunidad en general, no escapa del complejo escenario internacional que hemos descrito”, apuntó Torres Páez.

Este escenario —dijo—, se ve agravado por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba, así como por la inclusión de nuestro país en la lista de supuestos patrocinadores del terrorismo.

“Aprovechamos este congreso para condenar ambos elementos una vez más. Para superar esta crisis, nuestro país debe dinamizar el proceso de actualización del modelo económico y social y la implementación de su plan nacional de desarrollo económico y social hasta el 2030”, sostuvo.

“Lo hacemos combinando de manera flexible la planificación necesaria con una economía orientada al desarrollo territorial, e incluyendo a todos los actores económicos, con especial énfasis en las micro, pequeñas y medianas empresas, así como en las cooperativas. Este último actor ha tenido históricamente un espacio importante en la agenda pública a nivel nacional y territorial, dado su peso en la producción de bienes y servicios, especialmente en el sector agroalimentario”, señaló el presidente del comité organizador.

Torres Páez explicó que, en el contexto actual, el cooperativismo adquiere una significación especial, porque puede generar un impacto positivo en los procesos asociados a la implementación de la ley de soberanía alimentaria y seguridad nutricional y en el encadenamiento productivo entre los diferentes actores. “Esto es prioritario para el desarrollo económico y social del país, al fortalecer los sistemas productivos locales”.

Cooperat 2024 es un evento emblemático para el movimiento cooperativo y la economía social en Cuba, que este año conmemora el trigésimo aniversario de su primera edición, señaló.

“Convencidos de que la ciencia y la práctica deben ir de la mano, nos reunimos en el Palacio de Convenciones de La Habana con el objetivo de fomentar la formación de redes de cooperación Sur-Sur y triangular entre personas e instituciones vinculadas al cooperativismo. Esto incluye el intercambio de concepciones teóricas, herramientas metodológicas y experiencias de buenas prácticas asociadas a los diferentes temas que se abordarán en los siete talleres programados”, mencionó el experto.

Destacó en el programa científico la celebración de siete talleres que se desarrollarán de manera paralela: el VII Taller Internacional de Economía Social y Solidaria, el IV Taller Internacional de Derecho Cooperativo, el II Taller Internacional de Gestión Cooperativa, el II Taller Internacional de Cooperativismo y Desarrollo Local, el II Taller Internacional de Cooperativismo y Turismo Sostenible, el primer Foro Internacional de Negocios, Inversión Extranjera y Cooperación Internacional en el Sector Cooperativo y el primer Taller Internacional de Fincas de Emprendedores.

El evento, que se desarrollará hasta el 19 de septiembre, cuenta con la participación presencial y virtual de más de 600 delegados de diecisiete países: España, Francia, Suiza, Canadá, México, República Dominicana, Honduras, Perú, Brasil, Costa Rica, Panamá, Argentina, Ecuador, Colombia, Puerto Rico, Venezuela y Cuba.

Cooperat 2024 es organizado por el Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo (Cegesta) de la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, en colaboración con el Ministerio de la Agricultura y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y busca fomentar un diálogo enriquecedor entre cooperativistas, académicos y expertos, promoviendo la colaboración y el intercambio de experiencias que fortalezcan el sector cooperativo y brinden soluciones a los problemas socioeconómicos actuales.

A la jornada inaugural asistieron Jorge Luis Tapia Fonseca, miembro del Comité Central del Partido Comunista y vice primer ministro de la República; Ydael Pérez Brito, ministro de Agricultura de Cuba; Johana Odriozola Guitart, viceministra de Economía y Planificación de Cuba; Marcelo Resende, representante de FAO en Cuba, entre otras autoridades, académicos y representantes del movimiento cooperativo.

Cooperat 2024: En la Hoja de Ruta al VI Foro Mundial de Desarrollo Económico Local

La XV Convención Internacional de Cooperativismo, Cooperat 2024 se erige como un espacio esencial que precede al VI Foro Mundial de Desarrollo Económico Local, que se llevará a cabo en Sevilla, Andalucía, del 1 al 4 de 2025.

Francisco Reyes Martínez, presidente del Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (Famsi) y presidente de la Diputación de Jaén, destacó la relevancia de este encuentro en el contexto de la colaboración internacional.

Reyes Martínez agradeció al comité organizador y a la Universidad de Pinar del Río por la invitación a participar en un evento de tal magnitud. Como red de gobiernos locales de Andalucía, Famsi ha trabajado desde su creación en el año 2000, de manera continua y en alianza con el gobierno cubano, para fortalecer los lazos entre sus administraciones locales, dijo.

“Hemos apoyado estrategias y prioridades territoriales en áreas clave como el agua, la gestión de residuos, la igualdad de género y el intercambio técnico”, subrayó.

El presidente de Famsi enfatizó que el desarrollo local es fundamental para mejorar la calidad de vida de las comunidades, y afirmó que “los gobiernos locales debemos potenciar la capacidad del territorio y sus actores para promover iniciativas que pongan a las personas en el centro y permitan una economía más justa y sostenible”. Esta idea se refleja en la misión del foro, que busca abordar retos complejos y globales con la participación de más de 70 países.

El VI Foro Mundial de Desarrollo Económico Local se centrará en temas vitales como la creación de nuevos empleos, la transición justa, la cohesión territorial, la soberanía alimentaria y energética, la cooperación y la economía social, explicó.

Reyes Martínez también destacó la importancia de la financiación del desarrollo y la localización de la Agenda 2030 como aspectos fundamentales para el éxito de las políticas públicas en el ámbito local.

“Este foro será un espacio clave donde abordaremos retos del desarrollo local, promovidos por un conjunto de actores del territorio, gobiernos nacionales y subnacionales, junto con organismos internacionales”, afirmó. La última edición del foro, celebrada en Córdoba, Argentina, durante la pandemia, permitió recuperar el proceso de trabajo con un renovado compromiso hacia nuevas perspectivas sobre el desarrollo local.

El presidente de Famsi subrayó que la capacidad de los gobiernos locales y regionales para innovar y adaptarse es permanente, exigente y, a veces, injustamente cuestionada. “Somos instituciones públicas con la capacidad de promover políticas de desarrollo sostenible que mejoren la vida de nuestra ciudadanía”, afirmó.

En este contexto de grandes transformaciones y retos, Famsi ha priorizado en su agenda políticas que buscan no dejar a nadie atrás, con un enfoque especial en políticas ambientales, económicas y sociales, así como en el uso de nuevas tecnologías. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible han permitido dos grandes logros: la identificación de retos globales y el fomento de alianzas en lugar de la competitividad tradicional.

El Foro Mundial está coordinado y orientado a situar en las instituciones y declaraciones de la conferencia la mirada del territorio, y cuenta con el apoyo y participación del más alto nivel del gobierno de España y su Ministerio de Asuntos Exteriores. Recientemente, se celebró en Montevideo el cuarto foro regional de América Latina, que incluyó un enfoque en la economía social, fortaleciendo así la hoja de ruta hacia el próximo evento, dijo.

Con la inclusión de estas acciones preparatorias y el compromiso de diversas iniciativas de cooperación, Cooperat 2024 se posiciona como un espacio propicio para el intercambio de ideas y experiencias, con el objetivo de avanzar hacia un desarrollo económico local más inclusivo y sostenible.

Este evento no solo conecta a actores locales e internacionales, sino que también establece un camino claro hacia el VI Foro Mundial, donde se espera que se discutan y se implementen soluciones innovadoras para los desafíos contemporáneos, enfatizó.

La economía social necesita de un cooperativismo fortalecido

El fortalecimiento del cooperativismo es esencial para mejorar la economía social y contribuir a un desarrollo más equitativo y sostenible en la región, sostuvo en su conferencia magistral José Ariza Reyes, director de la Escuela Andaluza de Economía Social, quien expuso los desafíos que enfrenta el movimiento cooperativo y la necesidad de una profunda transformación.

Ariza señaló que, a pesar de los avances, “todavía no se han conseguido instituciones fuertes del movimiento cooperativo en la región”. Esta falta de fortaleza institucional es un obstáculo significativo para enfrentar los retos actuales, que requieren un análisis crítico de lo que no se ha hecho bien en el pasado.

Entre los principales retos que identificó, destacó la necesidad de liderar la economía social y reforzar la identidad e integración del movimiento cooperativo. “Es fundamental mejorar los sistemas de información, incrementar la incidencia en la política pública y fomentar una mayor participación en la sociedad civil y sus redes”, afirmó.

Ariza Reyes también subrayó la importancia de ocupar todos los espacios de la actividad económica, modernizar los marcos jurídicos y establecer alianzas público-privadas que fortalezcan el cooperativismo. “Debemos construir una economía para la vida”, enfatizó, haciendo un llamado a la lucha contra el cambio climático y a la necesidad de humanizar y democratizar la innovación tecnológica y llevarla a los espacios de actuación.

Ariza significó la necesidad de modificar los modelos de liderazgo en las cooperativas, asegurando que estén “en manos de la gente”, promoviendo la ética, la transparencia y la participación. También hizo hincapié en la importancia de la igualdad y el relevo generacional como pilares fundamentales para el futuro del cooperativismo.

“Es necesario modernizar nuestros institutos públicos y exigirles que desarrollen una verdadera política de fomento para el cooperativismo”, concluyó Ariza, instando a los asistentes a reflexionar sobre cómo transformar los desafíos en oportunidades.

Vocación social: Imperativo en el perfeccionamiento normativo del cooperativismo en Cuba

La Dr.C. Marta Milagro Moreno Cruz, vicerrectora y profesora titular de la Facultad de Derecho de la UH, abordó las concepciones generales en materia de cooperativismo en Cuba, el reconocimiento constitucional del cooperativismo y el marco normativo vigente.

En su conferencia “Hacia un perfeccionamiento normativo del cooperativismo en Cuba”, Moreno Cruz enfatizó en la necesidad de transitar a una transformación normativa del cooperativismo, cuando las condiciones estén creadas, y a partir de un estudio entre especialistas de diferentes esferas, teniendo en cuenta las políticas públicas.

Mencionó los antecedentes legislativos de esa forma de propiedad en Cuba: las menciones en normas coloniales, el reconocimiento en la Constitución de 1940, la Ley de Reforma Agraria, la Constitución de 1976, el Código Civil de 1987, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

La vicerrectora y profesora titular de la Facultad de Derecho de la UH se refirió a la Constitución de 2019 y su artículo 22, que reconoce la propiedad cooperativa, y al Decreto Ley 76, de las cooperativas agropecuarias.

“Esa vocación social de las cooperativas tiene que mantenerse en la concepción y aplicación de nuestro ordenamiento jurídico”, afirmó.

Moreno Cruz señaló que en materia de cooperativas se ha visto hiperregulación, y en ocasiones dispersión.

Mencionó que hay 5 133 formas cooperativas entre los actores económicos cubanos.

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